Ya no hay que recurrir al pez raya: la migraña también tiene su ‘marcapasos’

Dr. Francisco VillarejoJefe de Servicio de Neurocirugía del Hospital La Luz de Madrid

Las cefaleas o dolores de cabeza recurrentes son uno de los trastornos más comunes del sistema nervioso, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y entre ellas las más comunes son las jaquecas o migrañas, que se caracterizan por un dolor muy intenso que suele darse en un solo lado de la cabeza y resulta insoportable para quien lo sufre.

Su prevalencia es elevada, no en vano están consideradas como la tercera enfermedad más frecuente en el mundo. Y lo que es más grave, una de las más incapacitantes. Pero su “fama” no solo le viene por ser muy frecuente a nivel global, sino también por ser una de las dolencias más antiguas de las que existen documentos médicos. De hecho, se sabe que el médico del emperador Claudio, Scribonius Largus, utilizaba las descargas que producen los peces raya para tratar dolores de cabeza.

Entre los factores que las desencadenan, hay un componente hereditario pero también se han descrito otras causas que favorecen su aparición, como el estrés, alteraciones del sueño, factores hormonales (menstruación) o la alimentación (alcohol, cafeína, chocolate, edulcorantes artificiales, frutos secos, vino, tabaco...). El esfuerzo físico también influye, al igual que los cambios de clima, tan propicios en esta época del año.

¿Problema neurológico o vascular?

Aunque antes se concebía la migraña como un problema vascular, dado que los vasos sanguíneos del cerebro se contraen y dilatan de modo que irritan las terminaciones nerviosas que producen el dolor, ahora se cree que estos cambios vasculares son secundarios a unos acontecimientos neuronales subyacentes, una descarga eléctrica en la región occipital del cerebro.

Un cambio en la fisiopatología del dolor que también ha condicionado su tratamiento. De este modo, pese a que los peces raya han vuelto al mar y el tratamiento médico más habitual son los fármacos triptanes, los últimos avances médicos han heredado del imperio romano el enfoque de la estimulación cerebral.

En ese sentido, actualmente existen unos dispositivos de estimulación nerviosa occipital, similares a un marcapasos, que se conectan a unos electrodos que se colocan en la parte posterior de la cabeza (región occipital), debajo de la piel. Están preparados para transmitir una corriente eléctrica a través de esos electrodos, programada con un tiempo y un voltaje determinado, con el objetivo de inhibir o prevenir el dolor de la jaqueca.

Otra opción son los estimuladores magnéticos transcraneales, en los que se presiona un dispositivo magnético contra la parte posterior de la cabeza y se aplican breves impulsos que alteran la actividad eléctrica del cerebro para detener la migraña antes de que progrese.

En definitiva, innovadoras y mejores soluciones que el pez raya para evitar que este problema global siga dando más quebraderos de cabeza. Si tienes dudas o quieres más información, consulta con tu médico especialista.