El corazón y las emociones: el síndrome de Takotsubo

Dra. Pilar TornosJefa del Servicio de Cardiología del Hospital Quirónsalud Barcelona

Desde siempre se ha relacionado al corazón con las emociones. Se ha considerado al corazón como el órgano responsable del amor y del desamor, de la bondad y de la maldad, y tendemos a decir frases como "tiene un gran corazón" o "no tiene corazón, etc.

Los conocimientos actuales han acabado con esta visión romántica, trasladando la génesis de las emociones al cerebro, y han convertido al corazón en un sofisticado, pero poco glamuroso órgano que tiene como única misión latir para permitir la circulación de la sangre.

Sin embargo, también es bien conocido que las emociones afectan a la función cardíaca: el número de infartos de miocardio aumenta después de catástrofes naturales, y en situaciones que generan mucha tensión como por ejemplo en partidos de fútbol, donde pueden producirse infartos en relación con obstrucciones coronarias.

Recientemente se ha descrito una nueva enfermedad que simula un infarto y que guarda relación con las descargas hormonales que se producen durante una emoción intensa. El cuadro clínico es muy similar a un infarto de miocardio convencional, pero las pruebas diagnósticas permiten descartar que se trate de una obstrucción coronaria. Parece que en estos casos el musculo cardíaco es especialmente sensible a las catecolaminas secretadas durante la emoción, se altera la contractilidad cardiaca y el corazón adopta una morfología característica, como el de un artilugio japonés que se utiliza para pescar pulpos, el Takotsubo (imagen inferior). Dado que esta enfermedad se describió en Japón desde entonces se conoce con este nombre.

Dos casos diagnosticados recientemente ilustran perfectamente esta patología. Una paciente de 65 años, sin antecedentes de interés, debía tocar el piano ante un auditorio importante, lo que le generaba mucha ansiedad. Pocos minutos antes de iniciar el concierto, sufrió un dolor en el pecho intenso y mucho malestar. Fue trasladada al Hospital con la sospecha de que se trataba de un infarto. En el centro hospitalario se realizó una coronariografía que mostró que las arterias coronarias eran normales, pero que el ventrículo izquierdo tenía la morfología típica de Takotsubo. Se realizó el tratamiento correspondiente y la recuperación fue completa. Una segunda paciente, de 68 años, estaba en el Hospital haciendo compañía a su marido, recientemente sometido a una intervención quirúrgica. Estando allí recibió la noticia de que en su domicilio habían entrado a robar. Sufrió una crisis de ansiedad seguida de un dolor torácico muy intenso y alteraciones del electrocardiograma. De nuevo el estudio cardiológico completo descartó que se tratara de un infarto convencional: las arterias coronarias eran sanas y la morfología del ventrículo en el ecocardiograma y en el ventriculograma eran típicos de Takotsubo. También en este caso la recuperación fue total.

Desde su descripción en la década de los 90 se han identificado muchos casos de esta nueva enfermedad. Su diagnóstico se basa en las alteraciones morfológicas del ventrículo izquierdo, la normalidad de las arterias coronarias y el antecedente de emoción intensa previa. Es importante pensar en este diagnóstico, ya que el tratamiento y el pronóstico son diferentes del infarto de miocardio. Los pacientes con Sindrome de Takotsubo deben ser vigilados en la fase más aguda, por si aparecen complicaciones durante el período de contractilidad alterada. Sin embargo por lo general la función cardíaca se recupera totalmente.