Los cuidados tras un infarto: prohibiciones no, cambio de hábitos

Dr. Diego GoldwasserCardiólogo del Hospital Quirónsalud Barcelona

Las enfermedades cardiovasculares representan una de las primeras causas de muerte en el mundo. Ente ellas se encuentra el infarto de miocardio, que es ocasionado por la obstrucción de una arteria coronaria y la consecuente muerte del musculo cardiaco al que esa arteria aportaba oxígeno y nutrientes.

En los últimos años, gracias al conocimiento de los síntomas que llevan a la consulta, el avance de los métodos diagnósticos que permiten una detección precoz y los tratamientos disponibles, la mayoría de los pacientes que llegan al hospital con un infarto de miocardio son dados de alta y enviados a su domicilio.

Cuando esto sucede, es evidente que el paciente deberá modificar el estilo de vida, tomar nuevos medicamentos y estar alejado de la actividad laboral por un tiempo. Pero mejor considerarlo como una oportunidad para introducir cambios en el día a día, en lugar de ver prohibiciones por todos lados, una vez resueltas todas las dudas o miedos que uno puede tener al momento de volver a casa.

La actividad física después de un infarto debe realizarse en forma moderada, evitando esfuerzos importantes. Pero eso no implica quedarse quietos, amarrados al sedentarismo al que puede invitar nuestro sofá. Caminar es la actividad más recomendada en los primeros días. Deben evitarse los ejercicios isométricos (levantamiento de pesas, por ejemplo).

Otro aspecto que genera incertidumbre en nuestros pacientes son las relaciones sexuales. Aunque incluyen un esfuerzo físico, también están influenciadas por el impacto psicológico de haber sufrido este problema de salud; la ansiedad en estos casos puede provocar un efecto negativo. También debe tener en cuenta, al igual que en la actividad física, que debe retomar la vida sexual de forma progresiva.

En lo que respecta al ámbito laboral,  por norma general se considera que el primer mes después de un infarto el paciente debe ocuparse de descansar, alejarse del estrés laboral y tomarse el tiempo para modificar su estilo de vida. Una vez pasado este tiempo, puede retomar la actividad laboral de forma progresiva. Es cierto que cada día los infartos se tratan más precozmente y las secuelas en muchos casos son mínimas con una recuperación mucho más rápida, lo que se podría traducir en una reincorporación laboral más temprana. Aun así, es recomendable reservar un tiempo libre de estrés y responsabilidades para focalizarse en uno mismo.

¿Qué puedo comer, doctor? Es sin duda otra de las preguntas más frecuentes en nuestras consultas. En ese sentido, la dieta recomendada debe ajustarse en cada caso pero, en líneas generales, se recomienda evitar los excesos de sal tanto en la mesa como en los alimentos preparados, también evitar alimentos que contengan colesterol y grasas saturadas, así como las llamadas grasas “trans”. Es importante evitar comidas copiosas que puedan alterar la digestión.

La medicación que le han prescrito al salir del hospital debe tomarla sin olvidos, cumpliendo los horarios pautados. En caso de notar algún efecto secundario indeseable, hable con su médico antes de suspenderla.

También es importante realizar sesiones de rehabilitación cardíaca, puesto que ayuda tanto desde el punto de vista físico como psicológico al paciente a reiniciar la actividad física sin miedo y con más claridad sobre lo que puede y lo que no debe hacer.

Esto son solo las dudas más frecuentes, pero sin duda hay muchas más respecto al cuidado post infarto. Además, son conceptos generales que deben ajustarse a la gravedad de cada caso y al estado del paciente al salir del hospital, por lo que es fundamental hablar cada caso con el médico, él dará con la tecla apropiada para cada paciente.