Conjuntivitis, ¿un proceso banal o debo preocuparme?

Dr. Carlos VergésDirector médico del Instituto Oftalmológico Quirónsalud Dexeus de Barcelona

Seguro que todos hemos visto o sufrido alguna vez una conjuntivitis, de hecho es la patología más frecuente dentro de las enfermedades oculares y en la mayoría de casos tendemos a quitarle importancia, pensamos que es algo banal y que se cura solo. Esto no es del todo así y detrás de una conjuntivitis pueden esconderse complicaciones que pueden afectar a la visión, incluso de forma irreversible, por ello la importancia de entender mejor cómo funciona.

El término conjuntivitis designa la inflamación de la conjuntiva, sin entrar en la causa que la desencadenó. La conjuntiva es la mucosa que cubre la parte blanca del ojo, la esclerótica. En condiciones normales es trasparente y no se ve, sólo cuando hay una causa que origina su inflamación, se hace aparente, el ojo toma el aspecto rosado o  rojizo que todos conocemos porque los capilares se dilatan y entra más sangre.

¿Cómo se origina la conjuntivitis?

La inflamación de la conjuntiva aparece como respuesta a una agresión de la superficie ocular, por una infección bacteriana o vírica, un traumatismo, la acción de los rayos ultravioleta del sol, como una reacción alérgica (polen, ácaros del polvo, medicamentos)  o por la presencia de ojo seco.

¿Cómo sé si es grave?

La gravedad de las conjuntivitis se relaciona con la causa que la originó. Si se debe a una infección bacteriana o un virus que puede afectar a la córnea, debemos sospechar que puede ser grave y los signos más importantes son la presencia de secreción mucosa importante, en uno o los dos ojos y sobre todo la presencia de visión borrosa. El que afecte a uno o los dos ojos no es muy relevante para saber si es grave, el aspecto principal es la visión borrosa.

¿Hay alguna relación entre el tipo de conjuntivitis y la edad o el sexo de la población?

No hay una relación exacta pero si hay una mayor predisposición. En los niños es más frecuente la conjuntivitis vírica de las piscinas o las formas alérgicas estacionales. En la edad adulta suelen ser más frecuentes las formas bacterianas, que empiezan en un ojo y tras unos días afecta al otro ojo o, las formas estacionales, la conjuntivitis alérgica de la primavera, con lagrimeo y picor, siempre menos florida que en los niños. En el caso de las mujeres, son más frecuentes las falsas conjuntivitis crónicas, que en realidad es un ojo seco que puede relacionarse con cambios hormonales (menopausia).

¿Qué no debo hacer ante una conjuntivitis?

No debemos restarle importancia. Es cierto que algunos casos se curan sin realizar nada en especial pero, eso no lo sabemos de antemano. No es recomendable ninguno de los puntos que detallamos a continuación:

-  Utilizar colirios que tenemos guardados en el botiquín, los colirios hay que tirarlos tras su utilización.

- No debemos tocarnos los ojos con las manos ya que todavía se inflama más la conjuntiva y si se tratará de una infección, contribuimos a su propagación, al otro ojo o a otras personas cercanas a nosotros.

- No es recomendable utilizar baños caseros de manzanilla o similares, ya que no son estériles y pueden contener residuos que todavía irriten más.

- En el caso de usuarios de lentes de contacto, no debemos seguir utilizándolas.

- En los casos de conjuntivitis alérgicas de repetición, no debemos frotarnos los ojos porque, aunque encontremos alivio, provocamos la liberación de histamina, que todavía perjudica más la evolución de la conjuntivitis.

- En los casos de conjuntivitis crónica, es muy probable que se trate de un cuadro de ojo seco (falta de lágrima o por lágrima de mala calidad). En estos casos no debemos confundirlo con una conjuntivitis bacteriana de repetición.

¿Qué debo hacer ante una conjuntivitis?

Casi podríamos resumir este punto con la recomendación de acudir al oftalmólogo. Ya hemos dicho que pueden complicarse con pérdida de visión de forma irreversible, especialmente cuando se trata de infecciones que pueden afectar a la córnea.

Hay que recordar que una conjuntivitis puede ser una manifestación más de una enfermedad más importante, como un proceso reumático, una enfermedad autoinmune (lupus, sarcoidosis), diabetes o un cuadro de ojo seco.

Siempre recomendamos acudir al oftalmólogo, para establecer el diagnóstico correcto y valorar la presencia de otras enfermedades, por ello en el Instituto Oftalmológico Quirónsalud Dexeus, damos prioridad a estos pacientes que acuden de urgencias y que muchas veces tienen la sensación de que casi molestan, piensan que lo suyo es “poca cosa” y les cuesta acudir al oftalmólogo, con este artículo queremos mentalizar a la población de que una conjuntivitis no es banal y que debe ser tratada por el oftalmólogo y cuando no ha mejorado tras 48 horas o se acompaña de visión borrosa, es motivo suficiente para acudir al oftalmólogo con carácter de urgencia.