Las 4 reglas de oro para combatir el ‘Síndrome del niño hiperregalado’ esta Navidad

DRA Marta QuixanoJefa del Servicio de Pediatría del Hospital El Pilar (Barcelona)

Muchas veces se regala a los niños por Navidad más de lo que se debería, y más de lo que su emotividad puede aceptar. El consumismo que impera en nuestra sociedad actual lleva en muchísimas familias a que padres, tíos, o abuelos sean incapaces de medirse y brinden con muchísimos regalos a los más pequeños de la casa, cuando en realidad es poco o nulo el caso que vayan a hacerle a lo largo del año, más allá del día mismo en el que lo recibe o los días de vacaciones de Navidad.

No obstante, la felicidad del niño, que insisto en que apenas dura unos minutos o horas, o quizás pocos días, puede acarrear malas consecuencias en el largo plazo, y que para nada compensan esos escasos minutos de felicidad que les ha aportado ese regalo material.

Así, en época navideñas es difícil no sucumbir a los impulsos consumistas y más si creemos que la felicidad de nuestros hijos depende de la cantidad de regalos que reciban estos días. Aquí también hay un problema. Por ello, es preciso asumir o ver más allá de las consecuencias que puede tener el negar tantos regalos a los hijos en estas fechas.

Estos excesos pueden llegar a provocar en los niños lo que se conoce como el ‘síndrome del niño hiperregalado’, de forma que no valoren los regalos que reciben y no sean capaces de tolerar la frustración cuando no obtienen los que quieren. Si siempre los abuelos le han regalado algo el día que los niños van a su casa, el día en el que no lo hagan por lo que sea, el niño se sentirá frustrado, y al entrar lo primero que hará siempre será preguntar por qué no hay regalo para él o ella.

Peor será entonces en Navidad, que siempre recuerdan como una cita donde hay muchos regalos. Puede llegar a ser tal la decepción que los niños llegan a no apreciar los regalos, a perder la ilusión por los mismos, y a la larga se vuelven caprichosos, egoístas, y consumistas. Es más, son incapaces de prestarles la atención suficiente y acaban centrándose sólo en uno, olvidando el resto, en muchos de los casos.

Además, y en el largo plazo, los niños pedirán regalos por la simple satisfacción de tenerlos, además de que se sentirán frustrados o insatisfechos el día en el que no reciba ninguno o tantos regalos.

Es por ello por lo que tenemos que tener en cuenta que las fiestas son un buen momento para enseñar y educar en valores a nuestros más pequeños, promoviendo la solidaridad. Hay que conseguir que los menores valoren el tiempo que pasan en familia durante estas fechas, más que la cantidad de regalos que puedan recibir. Eso a la larga les concederá más beneficios que lo material que les llegue en fechas navideñas.

De hecho, un buen momento para hacerlo es mientras escriben la carta a Papá Noel o a los Reyes Magos, donde se les puede instar a los más pequeños a que durante un rato se paren a pensar qué es lo que realmente les hará más ilusión, dentro de la larga lista de presentes que quieren recibir.

Así, para intentar minimizar esta saturación de regalos a los niños en Navidad, empezando por aleccionar a quienes regalan de que sólo uno regalo por casa, una sencilla regla para que la carta a Papá Noel o a los Reyes Magos no se convierta en una lista interminable es seguir la ‘regla de los cuatro regalos’:

.- Regalo 1. Pedir algo para vestir: Un regalo que consista en ropa, como unas zapatillas deportivas, una sudadera, una camiseta, o cualquier complemento como unos guantes, gorro, por ejemplo.

.- Regalo 2. Algo educativo: Un regalo con el que puedan aprender. Aquí las opciones son infinitas, desde las fichas para colorear, a manualidades, puzles, o por ejemplo libros para que se inicien en la lectura, etc.

.- Regalo 3. Algo que realmente quiere: En este regalo debemos elegir algo que realmente le haga ilusión tener (dentro de nuestras posibilidades económicas). Un presente que estimule su imaginación, que favorezca su capacidad de compartir el juego o relacionado con la actividad física.

.- Regalo 4. Algo que necesite: Si tu hijo necesita algo, éste es el momento de comprarlo. Puede ser, lápices de colores, una mochila, cualquier cosa que necesiten para sus actividades extraescolares, por ejemplo.