Cólicos del lactante, por qué se producen y consejos para ayudar a tu bebé

Dr. Sergio NegrePediatra especializado en gastroenterología infantil de la Unidad de Pediatría del Hospital Quirónsalud Valencia

El cólico del lactante es un síndrome conductual propio de los bebés con edades comprendidas entre 1 y 4 meses, caracterizado por períodos prolongados de llanto y malestar difíciles de calmar, que se desencadenan sin causa aparente.

Es más probable que los episodios ocurran por la tarde-noche y su mayor intensidad suele darse entre las 4-6 semanas después del nacimiento del bebé y que irán disminuyendo poco a poco a partir de las 12 semanas de vida.

Por qué se producen los cólicos del bebé

En la mayoría de los casos del cólico de lactante probablemente no existe prueba alguna de que el llanto esté causado por dolor abdominal o en cualquier otra parte del cuerpo. No obstante, es habitual que los padres atribuyan el origen del llanto a dolor en el abdomen de carácter digestivo.

Cómo saber si mi bebé está sufriendo un cólico de lactante

Desde el punto de vista médico los criterios diagnósticos son:

- Lactante menor de 5 meses de edad.

- Episodios recurrentes y prolongados de llanto, queja o irritabilidad, referidos por los cuidadores, que ocurren sin causa aparente y no pueden ser prevenidos ni resueltos por los mismos.

- Sin evidencia de alteración del crecimiento, fiebre o enfermedad asociada.

Cuánto dura el cólico de lactante

De manera habitual el cólico de lactante tiene una incidencia de episodios de llanto y/o queja de tres o más horas diarias durante tres o más días a la semana.

La distribución mundial es muy variable y depende de la percepción de los padres y de influencias culturales, entre otros factores. De forma general se estima que cuatro de cada diez bebés tienen cólicos de lactante.

Qué síntomas tiene un bebé con cólico del lactante

Los bebés con cólico del lactante muestran una expresión facial de dolor, en ocasiones asociada a distensión abdominal, aumento de gases, eritema corporal y flexión de piernas sobre el abdomen, elementos que no constituyen claves diagnósticas indicativas de dolor o enfermedad orgánica por sí solas.

Tratamiento del cólico de lactante

En casos intensos se recomiendan ensayos terapéuticos limitados en el tiempo para descartar alergia a las proteínas de la leche de vaca, dado que esta patología puede presentar signos y síntomas muy similares.

Aunque en ocasiones se atribuyen algunos síntomas a episodios de reflujo gastroesofágico por parte de los padres no hay evidencia de que el tratamiento antirreflujo disminuya los episodios de llanto.

Las maniobras de balanceo rítmico con un ambiente relajado, los sonidos monótonos y las vibraciones pueden tranquilizar al lactante, si bien el llanto se reanuda nuevamente en cuanto cesa la maniobra.

Podemos decir que más de un 90% del tratamiento se basa en ayudar a los padres a superar este período de desarrollo del bebé, ya que no es posible "curar" como tal el cólico.

El pediatra es el que debe realizar una valoración de las necesidades de los padres y de sus puntos vulnerables, de forma que se les reafirme en sus cuidados y se les proporcione el apoyo informativo más beneficioso posible.

Cuándo acudir al pediatra por un cólico del lactante

Ante todo, se debe tener en cuenta una serie de signos de alarma por parte de los cuidadores:

- Se debe consultar ante todo lactante que presenta problemas asociados de alimentación, no gana peso de forma adecuada o su reflejo de succión no es lo suficientemente fuerte.

- La regurgitación es un fenómeno normal en lactantes y consiste en un flujo suave de contenido estomacal por la boca. Sin embargo, si el lactante presenta vómitos (expulsión con fuerza de contenido estomacal por la boca) y/o pérdida de peso se debe consultar. Los vómitos de repetición no forman parte del diagnóstico de cólico del lactante.

- Las deposiciones en lactantes con cólico son normales. Es necesario consultar si se aprecia sangre o mucosidad en las heces o si son de tipo diarreico.