¿Problemas para tragar? Conoce qué es la disfagia

Dra. Irene HoyasEspecialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital La Luz

¿Sabes lo que es la disfagia? Es la dificultad para la deglución ocasionada por alteraciones estructurales o funcionales que provocan un debilitamiento de la musculatura, ora, faríngea o laríngea. En resumen, la dificultad de tragar. El 15% de las personas mayores de 65 años lo padecen, el 40% de ancianos que viven en residencias los sufren y, hasta el 47% de personas que han sufrido un accidente cerebrovascular (ictus), padecen disfagia en algún momento de su enfermedad.

¿Por qué se produce la disfagia?

Las causas de la disfagia son múltiples. Se pueden agrupar en dos grandes grupos: alteraciones estructurales y enfermedades neuromusculares, las cuales ocurren en una proporción aproximada del 20 y 80% de los casos, respectivamente.

  1. Enfermedades del Sistema Nervioso Central: Ictus, Demencia, Enfermedad de Parkinson, Esclerosis múltiple, Poliomielitis.
  2. Enfermedades aisladas de los nervios craneales: parálisis del nervio laríngeo, neuralgia del nervio glosofaríngeo.
  3. Enfermedades de la musculatura: poliomielitis, miastenia gravis, atrofias musculares.
  4. Alteraciones del esfínter esofágico superior: disfunción cricofaríngea.

¿Cómo se identifica?

Existen signos de alerta que deben tenerse en cuenta (a veces, se piensa que los signos son propios de la enfermedad o de la edad avanzada):

- Negativa a comer o beber

- Rechazo a determinados alimentos

- Miedo a comer solo

- Pérdida de peso

- Picos febriles

- Infecciones respiratorias de repetición

- Pérdida de masa muscular

- Babeo o carraspeo frecuente

- Atragantamiento

- Tos durante o después de la ingesta

¿Qué consecuencias tiene?

  1. Pérdida de peso y desnutrición (múltiples mecanismos)
  2. Deshidratación que conlleva a infecciones urinarias, estreñimiento, caídas, fatiga, hipotensión, úlceras por presión
  3. Neumonías por aspiración

¿Cómo se maneja?

Deben realizarse una adaptación oral de la dieta, modificar y adaptar texturas, administrar alimentos y líquidos con volúmenes adecuados y mantener un adecuado estado nutricional. La dieta podría sufrir modificaciones para que la ingesta de los alimentos sea más fácil:

  • Modificar la consistencia de los alimentos para obtener una textura triturada
  • Triturar los alimentos preparados hasta obtener una textura uniforme, evitar la presencia de grumos, huesecillos, espinas o filamentos.
  • Evitar platos que contengan doble textura (líquido y sólido) como las sopas (caldo y pasta) o las frutas enteras.
  • Seleccionar alimentos más blandos y jugsos para triturar.
  • Variar el color de los purés, sobre todo si se sirven en la misma comida.
  • Cubrir los requerimientos hídricos mediante 1 o 1,5 litros de agua al día.
  • Insistir en el control postural del paciente; éste debe estar sentado o incorporado al máximo durante el acto de comer y beber. En caso de que el paciente sea alimentado por otra persona, esta deberá situarse a su misma altura para darle la comida.