¿Es normal que a los niños de edad escolar les duela la cabeza?

Dr. Francisco Javier GascónNeuropediatra del Hospital Quirónsalud Cordoba

Si nuestros hijos se quejan de dolor de cabeza la verdad es que nos preocupamos, y generalmente demasiado, cuando se trata en la mayor parte de casos de algo inofensivo que seguramente superarán sin dificultades.

De hecho, la mayor parte de los niños y adolescentes manifiestan haber tenido cefaleas en diferentes períodos. Y es que es uno de los motivos más frecuentes de consulta médica de los niños en edad escolar, y su frecuencia puede aumentar progresivamente con la edad, por lo que requiere realizar un estudio clínico minucioso, que incluya un examen físico y neurológico.

Según las últimas cifras publicadas en revista científicas la prevalencia de las cefaleas recurrentes graves se va incrementando con la edad, pasando del 4,5% en niños de 4 a 6 años, al 27,4% en niños entre 16 y 18 años; siendo similar en ambos sexos, aunque después de los 12 años es más frecuente en las niñas.

La cefalea es “muy frecuente” entre los menores y el médico debe estudiar cada caso pormenorizadamente para conocer si constituye un síntoma de enfermedad grave del sistema nervioso central o un dolor puntual, valorando si se deben tratar los síntomas, o bien es necesaria una evaluación más exhaustiva.

Cuando los padres de un niño con cefalea buscan atención médica, no sólo pretenden aliviar las molestias del pequeño, sino que quieren comprobar que no padece una enfermedad intracraneal grave como un tumor cerebral.

Una evaluación exhaustiva permitirá excluir factores de riesgo que orienten a exploraciones específicas para su despistaje, aportará argumentos para liberar al afectado y su familia del temor a padecer un proceso expansivo intracraneal, y dará respuesta a interrogantes sobre su manejo a corto y largo plazo.

Y aunque la mayor parte de los dolores de cabeza son inofensivos, y además desaparecen en pocas horas, los dolores de cabeza recurrentes, de cualquier tipo, pueden causar problemas escolares, así como problemas de conducta o depresión.

De hecho, más que una enfermedad en sí, suele representar un síntoma de otros procesos banales como las infecciones respiratorias, aunque también en ocasiones se relaciona con procesos severos como la hipertensión intracraneal o la meningitis.

Dentro de los procesos infantiles crónicos, la migraña, un tipo de cefalea, ocupa el segundo lugar en frecuencia tras la obesidad. La prevalencia del conjunto de las cefaleas en la infancia es alta, de hasta cerca del 50%. Esta prevalencia aumenta con la edad, pero es ya de un 14% antes de los 7 años, según datos de la AEP.

En concreto, podemos distinguir tres grupos de cefaleas: primarias, secundarias y neuropatías craneales dolorosas. “Estas dos últimas son las menos frecuentes en la edad pediátrica. Dentro de las primarias, las más habituales son la cefalea tensional y la migraña. La cefalea tensional puede aparecer en niños menores de 6 años, siendo más frecuente en niñas, y es más común que la migraña.

Por otro lado, en su valoración deben identificarse las fuentes de estrés y minimizarlas en lo posible. A veces pueden existir problemas de acoso escolar como origen de los episodios de cefalea tensional, difíciles de identificar por los padres y de reconocer por el propio paciente, por lo que ante esta sospecha es recomendable una evaluación psicológica.

LA MIGRAÑA EN LA EDAD INFANTIL

Respecto a la migraña, es muy común en los niños, aumenta también con la edad, pasando del 5% en niños de 5 a 10 años a un 15% aproximadamente en adolescentes. Su diagnóstico se basa en una historia típica de cefaleas paroxísticas (cefaleas con determinadas características, que han de repetirse en el tiempo para ser consideradas migraña). Sin embargo, puede resultar más difícil en niños pequeños incapaces de describir sus síntomas.

Finalmente, es importante recordar que las distintas formas de presentarse la cefalea en las diferentes edades pediátricas hacen que sea difícil aplicar criterios diagnósticos estándar. La evaluación de esta patología en niños incluye la realización de una historia clínica pormenorizada, un examen físico y neurológico con especial atención a sintomatología sugestiva de infección intracraneal o tumor cerebral.

Por todo ello, y aunque en muchas ocasiones los dolores de cabeza pasan tan rápido como llegan, gracias a un poco de reposo y una buena hidratación, hay que destacar que, ante cualquier duda, aconsejamos a los padres consultar con un especialista y no tener ningún reparo pese a la pandemia, ya que los centros sanitarios son hoy lugares seguros frente al coronavirus, gracias a los circuitos específicos que hemos implementado. En nuestro caso, por ejemplo, contamos con la certificación ‘Applus+ Protocolo Seguro frente a la COVID-19’, que acredita el cumplimiento de los estándares más exigentes de desinfección contra el SARS-CoV-2.