Sequedad, molestias y problemas de visión: principales síntomas del ojo seco, la patología que afecta al 30% de españoles, y más con la pandemia

Dr. Ramón Sánchez-PalenciaCoordinador de la recién estrenada Unidad Integral de Oftalmología Avanzada del Hospital Quirónsalud Málaga

El ojo funciona correctamente cuando se encuentra lubricado gracias a la producción constante de lágrimas, y cuando estas contienen la combinación perfecta de elementos. No obstante, a veces los ojos no producen las lágrimas suficientes o algo afecta a una o a más capas de la película lagrimal.

En estos casos se produce lo que se conoce como ‘ojo seco’, un fenómeno que ha aumentado en la pandemia, consecuencia del mayor tiempo que pasamos encerrados en casa y de las horas de más que estamos frente a las pantallas.

De hecho, el síndrome del ojo seco se ha convertido en la principal causa de consulta con el oftalmólogo. Vemos 5-6 pacientes al día con esta patología que ya afecta al 30% de la población. En concreto, provoca sequedad, molestias y problemas de visión, dificultando la vista y disminuyendo la calidad de vida de los pacientes que la padecen.

Sobre sus causas, la Academia Americana de Oftalmología (AAO, por sus siglas en inglés) mantiene que las personas tienden a producir menos lágrimas a medida que envejecen, siendo las mujeres más propensas a esta patología, especialmente durante la menopausia.

Otras causas que podrían dar origen al ojo seco son algunas enfermedades como la artritis reumatoide, el síndrome de Sjögren, así como enfermedades de la tiroides y lupus; la blefaritis o inflamación o enrojecimiento de los párpados; el estar en lugares con humo, viento o un clima muy seco; mirar pantallas durante mucho tiempo, así como leer y otras actividades que reducen el parpadeo; el empleo de lentillas durante mucho tiempo; o la toma de determinados medicamentos, entre otras.

En la actualidad se puede diagnosticar el ojo seco a través de diferentes pruebas, desde test para verificar la calidad o el espesor de la lágrima, hasta pruebas para medir la rapidez con la que se producen las lágrimas, así como exámenes oculares que los oftalmólogos realizamos en consulta.

Generalmente, el ojo seco no conlleva complicaciones, aunque sí molestias para el paciente. Solo en algunos casos puede dar lugar a lesiones en la córnea que pueden comprometer la visión, pero exclusivamente en los casos más graves; algo que no suele ser habitual.

Entre los tratamientos más frecuentes contra el ojo seco se encuentra el empleo de lágrimas artificiales, existen numerosas en el mercado y el oftalmólogo le indicará la más apropiada para cada caso.

Un punto importante a tener en cuenta que es que generalmente el ojo seco va acompañado de blefaritis, lo que aumenta la inestabilidad de la lágrima y empeora el cuadro. Aquí la higiene palpebral es fundamental: aplicar calor local sobre los ojos, realizar un suave masaje en el borde del párpado con una espuma, gel o toallita; y todo sobre todo por las mañanas, tras levantarse, en el momento del aseo personal.

El bloqueo de los conductos lagrimales para que las lágrimas naturales residan durante más tiempo en el ojo del paciente lubricando la zona es otra de las indicaciones en caso de ojo seco, así como la toma de medicamentos para incrementar la cantidad de lágrima.

LOS ÚLTIMOS TRATAMIENTOS

Ahora bien, entre los tratamientos más novedosos para el ojo seco destaca hoy en día el láser de alta frecuencia, una técnica que consiste en aplicar destellos de luz pulsada de alta intensidad (IPL) sobre los párpados inferiores y la parte superior de las mejillas para estimular la circulación sanguínea y las terminaciones nerviosas.

Con este tratamiento conseguimos una reducción de la inflamación local y de las bolsas palpebrales, una mejora de la circulación del área tratada, facilitando la salida del material graso de las glándulas de meibomio y mejorando a su vez la estabilidad de la película lagrimal. Además, contribuye a estabilizar la flora conjuntival y palpebral gracias a su efecto antimicrobiano y antiparasitario, por lo que está indicado para el tratamiento de blefaritis.

Asimismo, entre las ventajas del láser de alta frecuencia, además de los resultados, se encuentra el que es un procedimiento totalmente indoloro y de sencilla aplicación, sin necesidad de entrar a quirófano. Se realiza entre 4 y 6 sesiones, cada sesión dura alrededor de unos 5 o 10 minutos e incluso, según la gravedad, puede dar alivio en la primera sesión.

Precisamente el Hospital Quirónsalud Málaga ha puesto en marcha su Unidad Integral de Oftalmología Avanzada, y otra de las principales novedades que incorpora es el tratamiento del ojo seco mediante plasma rico en factores de crecimiento, una técnica que permite regenerar los tejidos de forma eficaz, sin efectos secundarios y reduciendo notablemente el tiempo de recuperación.

Así, y a través de una pequeña cantidad de sangre procedente del propio paciente, se pueden aislar y concentrar las proteínas responsables de la reparación y de la regeneración de los tejidos para utilizarlos terapéuticamente.

En concreto, la aplicación del plasma rico en factores de crecimiento, a través de un colirio que se suministra al paciente, permite estimular y acelerar la regeneración de tejidos, mejorando la estructura y la lubricación de la superficie ocular; también favorece la formación de un tejido maduro y funcional, y ejerce un efecto protector frente al riesgo de fibrosis y de cicatrices, y disminuyendo la inflamación y el dolor.

Además, su función no se limita al ojo seco, sino que puede beneficiar al paciente ante úlceras corneales latentes, las que presentan dificultades de cicatrización, y mejorar la evolución tras la cirugía refractiva con láser o la perforación corneal asociada al trasplante de membrana amniótica.