¿Tienes problemas de espalda por el teletrabajo? No te pierdas estos 10 consejos

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Cualquier persona, y no solo los adultos, también los niños y adolescentes, y hasta los mayores de 65 años pueden desarrollar dolor de espalda. ¿Quién no ha tenido dolor de espalda alguna vez en su vida? La realidad es que es una afección bastante frecuente, y la mayoría de las personas lo padecerán en algún momento de su vida.

La buena noticia es que la mayor parte de estos dolores son benignos y desaparecen de forma espontánea. Además, varían de una persona a otra y pueden ser de leves a severos, así como durar varios días o prolongarse en el tiempo. El dolor de espalda agudo aparece de repente y suele durar algunos días o semanas; mientras que el crónico supera los tres meses de duración.

Por regla general, el dolor de espalda es una de las razones más comunes por las que una persona suele acudir al médico o faltar al trabajo, aparte de representar una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo. Por ello, prevenirla a tiempo es fundamental.

No obstante, ahora con la pandemia, ha aumentado su incidencia y fundamentalmente el culpable es el teletrabajo. Este se ha convertido en la modalidad estrella de trabajo, convirtiéndose a su vez en uno de los principales factores de riesgo de desarrollar dolor de espalda.

Entre las posibles causas de su aparición, básicamente se encuentran las malas posturas que adoptamos por no tener un lugar en condiciones para trabajar. Hay que tener en cuenta que no todo el mundo tiene el espacio ni los recursos necesarios para disponer de una oficina completa.

Cuando nos sentamos es muy importante mantener la espalda en una posición normal, ligeramente arqueada; al mismo tiempo que es imprescindible que la silla apoye la parte lumbar de la espalda. En el caso de la cabeza y de los hombros, estos deben permanecer erguidos. Hay que asegurarse igualmente de que la superficie donde trabajamos está a la altura apropiada para que no tener que inclinarnos hacia delante.

Consejos a seguir para prevenir el dolor de espalda

Así, son muchas las personas que han adaptado cualquier espacio como la mesa de la cocina, del comedor y en el mejor de los casos un escritorio para poder trabajar. En muchas ocasiones, esto significa no disponer de una silla y de una mesa adecuadas para poder estar cómodos durante horas y mantener una buena postura corporal.

¿El resultado? Malas posturas, dolores de espalda y de las cervicales. No hay que olvidar que si el teletrabajo no se efectúa en las condiciones ergonómicas adecuadas puede afectar a la espalda de manera severa.

Hay que tener claro, eso sí, que no es posible prevenir todos los dolores de espalda, ni tampoco podemos evitar el uso y el desgaste de nuestra columna vertebral a medida que envejecemos. Sin embargo, sí hay cosas que podemos hacer para mantener una espalda sana y prevenir posibles dolores es importante seguir algunas de las siguientes recomendaciones:

• Apoyar la espalda siempre en el respaldo para mantenerla recta y no encorvarla.

• Usar silla con respaldo ergonómico en la medida de lo posible.

• Si no se dispone de una silla ergonómica, colocar un cojín en la parte baja de la espalda para proteger las lumbares.

• No sentarse en la punta de la silla; una buena postura es importante para evitar problemas lumbares; cómo nos sentamos y levantamos las cosas tienen un gran efecto en la salud de la columna.

• Colocar el ordenador a la altura de los ojos para no cargar las cervicales.

• Los pies deben tocar el suelo, si no es posible hacer uso de un reposapiés.

• Hacer pausas para levantarse, estirar, y dar una vuelta por la casa.

• Beber agua.

• Realizar ejercicio físico regularmente; además, puede ser conveniente el combinar ejercicio, como caminar o nadar, con ejercicios específicos, para mantener fuertes y flexibles los músculos de la espalda y del abdomen.

• Mantener una alimentación sana y un peso saludable, ya que tener sobrepeso puede agregar presión a la columna vertebral y a la zona lumbar.

Signos de dolor de espalda y cuándo consultar

Con todo ello, a la hora de identificar el dolor de espalda podemos distinguirlo si notamos: dolores musculares, dolor punzante, dolor que irradia hacia la pierna, dolor que empeora al flexionarse, levantarse, caminar o quedarse de pie; o dolor que mejora cuando nos tumbamos.

Esta afectación no suele generar complicaciones mayores si se trata de manera adecuada y en poco tiempo. En la mayor parte de los casos el dolor mejora gradualmente y en pocas semanas acaba desapareciendo. El tratamiento para el dolor de espalda dependerá de qué lo esté causando y de qué tipo de dolor se tenga. Puede incluir la aplicación de compresas frías o calientes, la realización de ejercicio, la toma de medicamentos, de inyecciones, tratamientos complementarios como la fisioterapia, e incluso en algunas ocasiones la cirugía.

Generalmente, los analgésicos de venta libre en farmacia (paracetamol e ibuprofeno) así como el reposo pueden ayudar. Sin embargo, permanecer en la cama más de uno o dos días puede empeorarlo.

No obstante, si el dolor no mejora con el paso de los días; si es intenso y no se alivia con el descanso; si se extiende a una o a ambas piernas; o bien provoca debilidad, hormigueo o entumecimiento; si va acompañado de una fiebre no explicada; si impide hacer la más mínima flexión hacia adelante; o si va acompañado de una pérdida de sensibilidad en la zona genital y en el periné, así como de una pérdida del control al orinar o al defecar es importante acudir a un profesional ya que podría ser síntoma de patologías más graves como escoliosis, osteoporosis, o afecciones neurológicas, entre otras.