Ayuno intermitente: pros y contras que debes conocer

María Jerusalén Antúnez PintoDietista-nutricionista del Hospital Quirónsalud Huelva

El ayuno intermitente se ha convertido en motivo habitual de consulta. Se trata de una práctica que combina periodos de ayuno con periodos de alimentación, en los que lo recomendable es seguir una ingesta variada y basada en frutas, en verduras, en cereales integrales, en carnes magras, en pescado y en huevos.

No obstante, no siempre es recomendable y siempre que decida hacerlo es conveniente contar con la supervisión y guía de un profesional sanitario experto en la materia, siendo lo ideal un dietista-nutricionista colegiado formado en ello.

Ayuno intermitente: pros y contras que debes conocer

Así, está cada vez más de moda este método nutricional, y sobre todo con la llegada del verano, momento en el que contar con el peso ideal es uno de los objetivos más extendidos y deseados. De ahí, de nuevo, la importancia de contar con una valoración profesional previa siempre sobre esta práctica que tiene sus beneficios, pero también sus contraindicaciones para nuestra salud.

De hecho, no todas las personas son aptas para practicar este método, ya que si se mantiene en el tiempo puede desencadenar cefaleas, mareos, trastornos del sueño, ansiedad, irritabilidad e hipoglucemias, entre otros problemas de salud.

Por ello, ha de ser un profesional quien estudie el caso de cada paciente y determine qué manera es la adecuada para conseguir una pérdida de peso saludable y mantenida en el tiempo. Por ejemplo, en caso de padecer diabetes, algún trastorno de la conducta alimentaria, ansiedad, estrés, trastorno del sueño, o de estar embarazada o en periodo de lactancia, la práctica del ayuno intermitente está especialmente contraindicada.

En qué consiste

Concretamente, durante los periodos de ayuno el paciente no puede comer nada, pero sí mantener la ingesta de líquidos no calóricos, tales como el café, las infusiones, el agua y el té, con el objetivo de no sufrir deshidratación. Estos se combinan con periodos de ingesta de una dieta variada y equilibrada, como la que hemos mencionado anteriormente.

Entre los puntos para tener en cuenta sobre el ayuno intermitente es que todo esto debe ir de la mano de la actividad física, que en este proceso debe practicarse a una intensidad media, mínimamente moderada, siempre que queramos obtener unos resultados completos y cuando nos encontramos en plena fase de ayuno. Si no hacemos deporte y no nos movemos, no sirve de nada.

Así, en la práctica del ayuno intermitente existen varias modalidades, siendo la más común la basada en periodos de ayuno de entre 8 y 12 horas. Luego existe el ayuno alternativo, donde el paciente no ingiere nada en los días que denominan como ‘ayunos’, que alternan con los días libres, donde comen todo lo que quieren, pero siendo una dieta variada y equilibrada. También se encontraría el ayuno periódico, que consta de 2-3 días de ayuno y el resto de la semana los pacientes comen normalmente.

Estos son sus beneficios

El objetivo de este método nutricional es reducir el peso y la grasa corporal, así como otros factores determinantes de la obesidad, factores del tipo cardiometabólicos como la glucosa y la insulina, la hipercolesterolemia, la hipertrigliceridemía y la hipertensión.

Aquellas personas que sí sean aptas para mantener durante espacios cortos de tiempo un ayuno intermitente podrán beneficiarse de la reducción de peso y de la pérdida de grasa corporal, así como de una disminución de la presión arterial, del colesterol y de la glucosa, aunque la reducción de estos parámetros se debe a la restricción calórica y a la pérdida de peso, no al ayuno en sí.

Entre las recomendaciones principales que no hay que olvidar y para conseguir un estado nutricional correcto siempre es necesario llevar una dieta muy variada y equilibrada, adquirir unos hábitos nutricionales correctos, que eviten vivir haciendo dieta restrictiva y acudir a profesionales cualificados que orienten y aconsejen sobre el camino a seguir.

Sólo aconsejado en momento muy puntuales

Pero, como comentábamos, no hay que olvidar que no todo el mundo es apto para practicarlo, y hay que tener una buena forma física y psicológica. Si en algún momento concreto se quiere perder peso, puede ser aconsejable el ayuno intermitente, pero en periodos cortos y siempre controlados por personal sanitario cualificado. En ningún caso crear un hábito, porque sería imposible llevarlo.

En último lugar hay que destacar que para practicar el ayuno intermitente hay que estar mentalmente muy preparado. Yo no apoyo este tipo de estrategias nutricionales porque muy en el largo plazo pueden desencadenar ansiedad, irritabilidad, falta de concentración, deshidratación o hipoglucemias, como antes hemos contado, y que pueden derivar en importantes problemas de salud, e incluso se han encontrado deficiencias nutricionales.

Antes de iniciar un ayuno intermitente el paciente debe plantearse si está o no preparado, cuáles son los objetivos que quiere conseguir con esta práctica, y asegurarse de que cuenta con el asesoramiento nutricional debido, de manos de un dietista-nutricionista colegiado y formado en el ayuno intermitente. De no cumplir todos estos requisitos corremos el riesgo de poner en peligro nuestra salud.