¿Cuánto tiempo tengo que dar de mamar a mi hijo?

Antonio RiveraCoordinador del Servicio de Matronas del Hospital Quirónsalud Córdoba

Elegir entre la lactancia materna y la lactancia con leche de fórmula es una decisión importante que deben tomar las madres a la hora de alimentar a su bebé. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la leche materna como la mejor opción nutricional para el recién nacido en exclusiva durante los seis primeros meses de vida, pues ayuda a defenderse de las infecciones, a prevenir alergias y a proteger contra algunas afecciones crónicas. Sin embargo, a veces esto no es posible, bien sea por estilo de vida, situaciones médicas específicas o simplemente por comodidad. Cuando esto sucede, las leches de fórmula, infantiles o maternizadas son una alternativa saludable que proporciona al bebé los nutrientes necesarios para crecer y desarrollarse.

¿Cuánto tiempo tengo que dar de mamar a mi hijo?

Un gran porcentaje de madres que optan por dar el pecho a su hijo dejan de hacerlo antes de los seis meses recomendados. En ocasiones esto se debe a la falta de información sobre los beneficios de la lactancia materna, la sensación incómoda, en muchas ocasiones, de dar el pecho en público o en privado o pensar que la leche materna no es suficiente para alimentar al bebé. Otros motivos por los que las madres acuden a la consulta de lactancia materna son el dolor o las grietas en los pezones o la falta de leche, lo que les dificulta dar el pecho al bebé.

A algunas mujeres también les preocupa no crear un vínculo emocional con sus hijos si no les amamantan. Nada más lejos de la realidad: una madre siempre creará un vínculo especial con el niño, sobre todo a la hora de alimentarlo, sea dándole el pecho o el biberón. La decisión de amamantar o dar el biberón es muy personal, pero hay que tener claras las ventajas y los inconvenientes de cada método para poder decidir cuál es mejor para la madre y para el niño.

Beneficios de la lactancia materna

La leche materna está compuesta por lactosa, proteína (suero y caseína) y grasa, la "comida perfecta" para el sistema digestivo del bebé. Es fácil de digerir para el recién nacido, por lo que los bebés amamantados suelen tener menos episodios de diarrea y estreñimiento. Además de proporcionar los nutrientes necesarios para el desarrollo y el crecimiento saludable del bebé, contiene anticuerpos y otros factores que luchan contra los gérmenes que pasan de la madre al hijo, fortaleciendo el sistema inmunitario del niño y ayudando a prevenir enfermedades, infecciones, posibles alergias o asma. Asimismo, amamantar ayuda a prevenir el síndrome de muerte súbita del lactante.

Pero no es solo bueno para el recién nacido: la lactancia materna reduce el riesgo de sufrir cáncer de mama y de ovario y osteoporosis. Además, después del parto, el útero se recupera más rápidamente y disminuye la posibilidad de sufrir hemorragia postparto.

Las mujeres que dan el pecho a sus niños deben tener cuidado con lo que comen y con lo que beben, pues a través de la leche materna pueden transmitir al pequeño esos alimentos. Por ejemplo, después de tomar una bebida que contenga alcohol, deberá esperar al menos dos horas antes de dar el pecho. La cafeína también se debe limitar, ya que podría causar inquietud e irritabilidad a algunos bebés.

Lactancia artificial

La opción de la leche de fórmula para alimentar al bebé tiene muchas diferencias respecto a la materna, las madres la eligen por una preferencia personal como la flexibilidad, ya que el biberón puede dárselo la madre, el padre u otra persona responsable de cuidar al niño en ausencia de los progenitores.

Antonio Rivera, coordinador del Servicio de Matronas del Hospital Quirónsalud Córdoba
Antonio Rivera, coordinador del Servicio de Matronas

Las leches infantiles que se comercializan contienen vitaminas y los nutrientes que el bebé necesita para su desarrollo aunque no pueden compararse con la leche materna. Los bebés alimentados con leche de fórmula suelen alargar el tiempo entre toma y toma, pues este tipo de leche es menos fácil de digerir que la leche materna. Además, los padres pueden saber la cantidad exacta que toma el bebé.

No obstante, si la madre tiene dudas en la consulta de lactancia materna encontrará ayuda para afrontar los problemas que puedan tener a la hora de dar el pecho a sus hijos, a la hora de destetarlo o con el inicio de la alimentación complementaria, así como expertas dispuestas a asesorar, acompañar y aclarar cualquier cuestión que pueda surgir durante el periodo de lactancia.