Estornudos, nariz atascada, ojos rojos, síntomas de resfriado o rinitis alérgica
Los estornudos y el moqueo constante son los síntomas típicos de un resfriado común, pero también de una rinitis alérgica. Vamos a ver cómo diferenciar un simple catarro con una rinitis alérgica. La rinitis alérgica es la inflamación de la mucosa nasal con síntomas como picor y congestión nasal, estornudos y mucosidad, nunca presenta fiebre ni dolor muscular, aparece de repente y suele remitir con antihistamínicos, suele ocurrir en una época determina del año, en primavera o en otoño. Los síntomas además suelen ir acompañados, casi siempre, de conjuntivitis y muy frecuentemente influyen en el desarrollo del asma bronquial. El catarro, por el contrario empieza progresivamente, provoca malestar general, fiebre o febrícula y mejora con antitérmicos o analgésicos.
Qué causa la rinitis alérgica
La rinitis alérgica, en un porcentaje muy elevado, está causada por una alergia a alguna sustancia que inhalamos: los ácaros del polvo, diferentes pólenes, hongos, animales o sustancias que se manejan en determinados trabajos. Puede ser estacional o perenne. La estacional aparece, por lo general, durante la infancia y está relacionada directamente con la concentración de polen que haya en el ambiente. Por eso en primavera hay más casos de rinitis alérgica, es la época en la que aumenta los niveles de polen, especialmente de gramíneas y pasamos más tiempo al aire libre, después del crudo invierno. Los ácaros también se encuentran a la cabeza de alérgenos que provocan rinitis, esos pequeños artrópodos invisibles al ojo humano están en todas partes, por ejemplo al abrir un libro o al mover papeles antiguos, cuando sacudimos una alfombra o los cojines del sofá, entonces comenzamos a estornudar sin parar por los ácaros que salen y solo dejamos de estornudar si nos alejamos de la habitación o salimos a la calle, es decir cuando dejamos de estar en contacto con el alérgeno que produce los síntomas.
Qué hacer para reducir los síntomas
Las consecuencias del cambio climático, altas temperaturas y falta de agua, principalmente, favorecen el adelanto o el retraso de la polinización, por eso debemos consultar los estados del polen a lo largo del año, especialmente en los cambios de temporada de primavera y otoño, para evitar la exposición a los alérgenos, comenzar el tratamiento preventivo y así minimizar los síntomas de la rinitis alérgica. En casa también es conveniente realizar ciertos cambios como reducir lo más posible el polvo en el hogar, y por tanto los ácaros, instalar filtros de aire en los aparatos eléctricos que lo requieran (horno, aparatos de aire acondicionado, extractor de humo, aspiradora), utilizar deshumidificadores para secar el aire de la casa, retirar, a ser posible, las alfombras y mantener limpio el lugar donde duermen y comen las mascotas.
Cómo saber si somos alérgicos
La única manera de saber si existe sensibilidad o no al polen y conocer el diagnóstico de la rinitis es mediante un test cutáneo. El método es muy sencillo. Se aplica sobre la piel del brazo unas gotas que contienen una cantidad concreta del alérgeno al que podemos ser sensibles, las gotas penetran en la piel con una pequeña lanceta y esperamos unos 15 o 20 minutos para ver la reacción de la piel. También podemos realizar un análisis de sangre para ver, de manera más precisa, la presencia de anticuerpos específicos frente a ese alérgeno. Una vez se ha diagnosticado el tipo de alérgeno al que somos sensibles, el único tratamiento que puede modificar la causa y controlar su evolución es la vacunación.
Existen también medicamentos para mejorar los síntomas de la rinitis alérgica como aerosoles nasales con corticoides o con antihistamínicos, antihistamínicos de uso oral o descongestionantes, pero siempre este tipo de fármacos deben estar supervisados por el especialista ya que, algunos de estos medicamentos, como los vasoconstrictores, pueden presentar efecto rebote, incluso crear adicción o, en otros casos, no lograr los efectos deseados por no administrarse la dosis y en la duración correcta.
Para la rinitis alérgica leve, los lavados nasales ayudan a eliminar el moco de la nariz y a limpiarla de polen, polvo y cualquier residuo además de mantener húmedas las fosas nasales. En la farmacia venden soluciones salinas.
Pueden surgir preguntas y dudas sobre este tema o cualquier otro relacionado con alergias. Desde aquí, intentaremos dar respuestas a todas y cada una de ellas.