Extremadura es agua: playas, piscinas naturales, gargantas y termas

Luis M. García

Extremadura no tiene mar. ¿O sí? Lo que está claro es que Extremadura también es agua. A pesar de que se trata de una región de interior, cuenta con playas que nada tienen que envidiar a otras situadas en entornos marinos. Pero hay mucho más. La región es un paraíso de agua dulce para recorrerla y empaparnos cuanto queramos, ya que suma hasta 1.500 kilómetros de costa interior y 52 zonas de baño naturales.

Puedes refrescarte en 40 piscinas naturales y gargantas en la provincia de Cáceres y otras 12 en la provincia de Badajoz o bien optar por el apreciado turismo termal, puesto que Extremadura cuenta con seis balnearios, algunos de ellos con vestigios romanos, como Alange y Baños de Montemayor. Eso sin olvidarnos del turismo fluvial, que incluye los barcos turísticos por los ríos Tajo, Alagón y Guadiana; y del turismo activo, ideal para la práctica de deportes como la vela, el piragüismo, el buceo, la pesca deportiva o el barranquismo.

Nada mejor que las piscinas naturales, las playas fluviales y los embalses de Extremadura para sumergirse en plena naturaleza. Paisajes espectaculares, aguas cristalinas y zonas de baño acondicionadas donde puedes pasar un perfecto día de playa sin estar frente al mar.

Playas de bandera

Los 1.500 kilómetros de costa dulce extremeña son algo único en Europa occidental. La región es pionera, entre los destinos de interior, en recibir reconocimientos por la calidad y la oferta turística de sus zonas de baño. La playa de Orellana la Vieja, en el embalse de Orellana, logró en el año 2010 la primera bandera azul del interior de España, galardón que ha renovado año tras año. En 2018, también por primera vez en el país, obtuvo dos distintivos más: puerto deportivo con bandera azul y sendero azul.

La mayoría de las piscinas naturales, gargantas y playas fluviales extremeñas se localiza en el norte de la región, en lugares como el Valle del Jerte, La Vera, Sierra de Gata, Las Hurdes, Plasencia, Valle del Ambroz, Campo Arañuelo y el Geoparque Villuercas Ibores Jara.

Paraíso de agua dulce

Más al sur, la provincia de Badajoz concentra su oferta en las comarcas de La Serena, Vegas Altas del Guadiana y La Siberia, y en los municipios de Mérida (embalse romano de Proserpina), La Codosera (río Gévora) y Cheles (Gran Lago de Alqueva), entre otras localizaciones.

Refrescarse, nadar y hacer deporte está al alcance de la mano, pero también resulta una delicia navegar en aguas extremeñas. En los ríos Tajo (Parque Natural del Tajo Internacional), Alagón y Guadiana (Alqueva) existen empresas que ofertan cruceros por territorios de indudable belleza y gran valor ecológico.

Así es Extremadura, una región que presume de agua. Y es que quién quiere mar, si existe Extremadura, todo un paraíso de agua dulce.