El Camino de la Plata, la ruta hacia Santiago por Extremadura

Luis M. García

Empaparse de Extremadura gracias al Camino de la Plata o Vía de la Plata es una experiencia única de la que pueden dar buena fe los peregrinos que se embarcan en él. La antigua calzada romana que vertebraba el occidente de la Península Ibérica hace dos mil años forma parte de un Camino de Santiago que, partiendo de Andalucía, atraviesa toda la región extremeña para continuar por Castilla y León y Galicia el trayecto hacia su destino final: la capital gallega, Santiago de Compostela.

Gracias a la colaboración de estas cuatro comunidades autónomas en su apuesta por el Camino de la Plata, puedes descubrir tesoros ocultos y escuchar testimonios reales de sus gentes, orgullosos centinelas de un Camino que te ayudarán a conocer este maravilloso itinerario donde el rico patrimonio natural, cultural, gastronómico y termal de Extremadura quedan al descubierto.

Se trata de una ruta clásica que sirve a los peregrinos para disfrutar al máximo del Xacobeo 2021 pero que promete hacer las delicias de cualquier viajero. La Vía de la Plata originariamente iba desde Emérita Augusta (Mérida, Badajoz) hasta Asturica Augusta (Astorga, León) y fue una de las principales calzadas de Hispania durante el Imperio romano. Es una preciosa ruta que recorre algunos de los lugares más significativos de Extremadura. Arranca en Monesterio, donde se puede visitar la Iglesia de Santiago Apósto y continúa hacia Fuente de Cantos, donde se ubica uno de los Albergues Turísticos de la Vía de la Plata.

La huella de Hispania

Siguiendo por Medina de las Torres, un enclave crucial en época romana con la ciudad romana de Contributa Iulia, se llega hasta Zafra, que cuenta con uno de los conjuntos históricos más bellos de Extremadura y cuya visita se antoja imprescindible. Después se transita por los Santos de Maimona para llegar a Villafranca de los Barros, población que perteneció a la Orden de Santiago.

Luego, en Torremejía, cuyo origen se remonta a la repoblación cristiana durante la Reconquista, es aconsejable hacer una parada para saborear los buenos vinos de Ribera del Guadiana antes de llegar a Mérida, parada obligada por su maravilloso conjunto histórico que ha merecido la designación de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Ya camino de Cáceres, conviene deleitarse con la visita el Parque Natural de Cornalvo. Después, Cascarralejo y Aljucén hasta entrar a Casas de Don Antonio y la hermosa Basílica de Santa María del Trampal, en Alcúescar. Tras atravesar Aldea del Cano se llega a Cáceres, no sin antes contemplar a las afueras las ruinas del campamento de Castra Cecilia, donde se ha recuperado buena parte del yacimiento arqueológico. El excepcional conjunto monumental de Cáceres, ciudad también Patrimonio de la Humanidad, data en su mayor parte de los siglos XV y XVI.

Trescientos kilómetros para disfrutar

Casar de Cáceres, famoso por su producción quesera y la deliciosa Torta del Casar, será el siguiente destino hasta descender al Embalse de Alcántara. Grimaldo, San Gil y Galisteo serán entonces localidades de obligada visita, sobre todo por el soberbio amurallamiento mudéjar de esta última.

Desde San Gil, continúa hasta Carcaboso, y por Casa de Ventaquemada, el camino nos lleva a Cáparra, con su arco como símbolo inequívoco de la ciudad y su Centro de Interpretación de la Vía de la Plata que ofrece información muy útil sobre la ruta. Aldeanueva del Camino, que atraviesa la Comarca del Valle de Ambroz, nos orienta hacia Baños de Montemayor, localidad famosa por sus aguas termales que cuenta con un excelente balneario y un Albergue Turístico de Centro de Interpretación de la Vía de la Plata. En este marco incomparable termina la ruta extremeña de la Vía de la Plata, que discurre luego por Castilla y León.

A lo largo de más de 300 kilómetros de recorrido, Extremadura luce vestigios romanos por doquier. Restos de la calzada original, puentes, termas... Pero el interés del Camino de la Plata a su paso por Extremadura va más allá del legado romano e incluye influencias cristinas, musulmanas y judías. Etapa a etapa, te acompañarán paisajes de ensueño por dehesas, llanos y sierras, ciudades y pueblos con encanto y una gastronomía rica y variada. Comprobarás que los manjares extremeños, comenzando por el delicioso jamón ibérico y los quesos, te darán fuerza para atravesar Extremadura y llegar, si quieres, hasta la Plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela.