Extremadura, donde fotovoltaica y biodiversidad se dan la mano

Extremadura registra un importante despliegue de las energías renovables, sobre todo de tecnología fotovoltaica. Esta expansión se compatibiliza con el entorno medioambiental para preservar la rica biodiversidad de la región. La última iniciativa en este sentido es el Programa de Vigilancia y Seguimiento Ambiental del Nudo San Serván.

L. M. G.

Extremadura es una región privilegiada en cuanto a despliegue de las energías renovables, principalmente de tecnología fotovoltaica, en consonancia con transición energética que marca Europa para luchar contra la crisis climática y asegurar la soberanía energética. La comunidad extremeña defiende un firme compromiso con la transición hacia un nuevo modelo energético, con la sostenibilidad y la rica biodiversidad que caracteriza y define a esta tierra bien presentes, y en este despliegue, en todos los casos es imprescindible una evaluación ambiental.

Todos los proyectos fotovoltaicos han tenido que superar los más exigentes controles medioambientales, como exige la normativa vigente, teniendo el mayor respeto por el gran patrimonio natural presente en la geografía de Extremadura. De hecho, en cada proyecto fotovoltaico se lleva a cabo una detallada integración ambiental de las plantas, que incluye medidas preventivas, correctoras y compensatorias.

En este sentido, el pasado 16 de febrero se presentó en la Universidad de Extremadura el Programa de Vigilancia y Seguimiento Ambiental del Nudo San Serván. Este punto común de evacuación va asociado a una subestación de 400 kV que ha permitido desarrollar 16 plantas fotovoltaicas con una potencia de 704 MW. De ellas, seis están en servicio y evacúan su producción. El Programa de Vigilancia va a calibrar el impacto de estas instalaciones solares sobre el terreno y la biodiversidad.

El valor añadido de este programa está en la conjunción de varias empresas y de diversos ámbitos de investigación de la Universidad de Extremadura con la finalidad de acometer un trabajo riguroso que sirva de complemento para la toma de decisiones en materia preventiva y en el ámbito de las medidas compensatorias. El objetivo prioritario, en todo caso, es evitar cualquier pérdida de biodiversidad en las instalaciones fotovoltaicas.

Para las plantas fotovoltaicas que vierten en el nudo San Serván, la evaluación ambiental de la Junta de Extremadura estableció medidas ambientales compensatorias similares, y de ahí surgió el planteamiento de llevar a cabo un programa de vigilancia y seguimiento ambiental común, potente y con una amplia base científica.

Para ello se ha impulsado este programa de Investigación, con el objetivo de analizar y profundizar en el comportamiento de numerosos parámetros sobre las dinámicas de biodiversidad que se producen en los enclaves de las plantas fotovoltaicas: la afección al suelo, a la vegetación, a los invertebrados terrestres, a los vertebrados, a las aves…

Refugios de la biodiversidad

Desde la Junta de Extremadura se ha venido fomentando la implantación de un nuevo modelo energético que parte de la idea de requerir a las empresas promotoras que respeten la biodiversidad y minimicen los potenciales impactos sobre una región que cuenta con un tercio de su territorio protegido y que alberga algunas de las poblaciones más importantes de Europa de especies amenazadas.

En el objetivo de alcanzar ese nuevo modelo energético, ha sido imprescindible trabajar intensamente para que la expansión de la fotovoltaica se alcance en equilibrio y en simbiosis con la riqueza natural de la región.

Por eso desde la Consejería para la Transición Ecológica y Sostenibilidad se han llevado a cabo estudios sobre la presencia de diversas especies en las plantas fotovoltaicas y los resultados han sido más que alentadores, de forma que algunas plantas solares se comportan como auténticos refugios de la biodiversidad.

Aves en armonía con las instalaciones

En entornos de aves esteparias se ha medido el impacto real de las instalaciones fotovoltaicas a medio plazo, y los resultados han sido muy favorables. Se ha contrastado que las poblaciones de aves existentes en las plantas solares que se instalaron hace unos quince años son muy superiores a las del entorno, ya que ha permitido reproducirse en el interior de las instalaciones a aves como el alcaraván común, la carraca o el cernícalo primilla.

La población de sisón en el entorno de estas plantas es la única que no presenta una gran disminución de toda la comunidad extremeña. Al no haber cambio de uso en la instalación de una planta solar fotovoltaica, la ganadería sigue avanzando y las aves carroñeras se sirven de ella con regularidad. Un ejemplo de esta labor lo ofrecen plantas solares instaladas en la provincia de Cáceres, donde se ha establecido una reserva de más de 500 hectáreas para la conservación del sisón.

La Junta de Extremadura lleva más de un lustro apostando y esforzándose por la investigación sobre la biodiversidad, especialmente en lo referente al análisis del uso del espacio en especies amenazadas por radioseguimiento. Así se ha podido obtener un nivel de información sobre ecología de especies amenazadas sin precedentes hasta el momento, lo cual permite también adoptar decisiones sólidas y eficaces para su preservación.

Estudio de la capacidad de acogida del territorio

Los resultados de estas investigaciones regionales ponen de manifiesto que una de las consecuencias ambientales de las plantas solares fotovoltaicas es la disminución de la presencia en el territorio de una serie de actividades que provocaban una reducción de la biodiversidad, como la intensificación agrícola, la ganadera o la presencia humana.

Todo ello ha contribuido decisivamente para que haya evidentes incrementos de la biodiversidad, convirtiéndose las plantas en refugios para la conservación de anfibios, reptiles, artrópodos, entre otros.

Desde la administración extremeña se viene modelizando desde hace años la capacidad de acogida del territorio a los proyectos fotovoltaicos y además se ha desarrollado una ambiciosa campaña de conservación de aves esteparias, contando con Organizaciones No Gubernamentales especializadas. Así, con la información obtenida se actualiza permanentemente la capacidad de acogida del territorio a los proyectos renovables.

Se han conseguido grandes logros, aunque es necesario seguir avanzando, ir más allá y contrastar científicamente los impactos del despliegue fotovoltaico para evitar poner en peligro zonas de valor ecológico y gestionar adecuadamente los cambios que provocan.

Desarrollo equilibrado por ley

En marzo de 2022 se aprobó en Extremadura, por unanimidad, la Ley de medidas frente al reto demográfico. Se trata de una norma que establece que la implantación, generación y distribución de las energías renovables en Extremadura deben ser compatibles y respetuosas con un desarrollo armónico de las actividades humanas y el territorio, la protección del medio ambiente y la biodiversidad, siempre en colaboración con los entes locales y agentes socioeconómicos afectados en cada territorio.

Ese es la principal intención que mueve a la Junta de Extremadura, favorecer un desarrollo sostenible, y eso supone compatibilizar el desarrollo económico con la preservación de la flora, la fauna y el suelo. Las instalaciones fotovoltaicas, lejos de plantear trabas, pueden convertirse en una oportunidad para la biodiversidad, y el Programa de Vigilancia y Seguimiento Ambiental del Nudo San Serván va a contribuir a que Extremadura, además de ser un referente en materia fotovoltaica, también lo sea en materia de compatibilidad energética-medioambiental.