La Rioja, referencia del mejor turismo rural

Hablar de turismo rural es hablar de La Rioja. La región se convirtió la pasada Semana Santa en el segundo destino turístico con mayor número de reservas de España y los visitantes no pudieron dejar mejores reseñas de sus experiencias en tierras riojanas, testimonios que valoran la tranquilidad, el bienestar, el relax y la paz que se respira en cada uno de los rincones de esta comunidad autónoma con una ubicación privilegiada.

La pandemia de la Covid-19 marcó un antes y un después en el turismo, en La Rioja, en el resto de España y en el mundo; pero el turismo rural en la región riojana ha continuado después con su tendencia ascendente hasta superar la pasada Semana Santa los datos de 2019. Así, de las 17 comunidades autónomas, solo Navarra tuvo más demanda que La Rioja, donde se ocuparon el 79% de los establecimientos rurales. La cifra de ocupación se situó 6 puntos porcentuales por encima de la de hace tres años, mejorándose los niveles previos a la pandemia, según los datos de Escapada Rural, el portal de viajes especializado en turismo rural más destacado de España, con más de 20.000 alojamientos rurales mencionados.

Solo faltas tú

Los datos de La Rioja superaron ampliamente  la media nacional, con el 70% de ocupación para los días comprendidos entre el 14 y el 17 de abril, aportando una cifra 3 puntos porcentuales superior a la de la última Semana Santa antes de la pandemia. Si comparamos la ocupación de este 2022 con el pasado año, la cifra se sitúa 17 puntos porcentuales por encima de 2021, pasando del 53% al 70% actual.

Con el precedente de la Semana Santa, son multitud los turistas que piensan ahora en La Rioja como destino de sus vacaciones de verano. Los que huyen de las playas masificadas, del calor intenso y de las aglomeraciones, valoran La Rioja porque es todo lo contrario. La región hace posible unas vacaciones de ensueño sin complicaciones, porque ofrece lo que se ve: un intenso panorama natural salpicado por establecimientos que cumplen a la perfección y donde es posible despreocuparse y disfrutar del mejor tiempo de asueto.

Lugares excepcionales todo el año

La Rioja es una región pequeña pero intensa, que no deja indiferente. Desde su zona más 'tradicional', con los vestigios del pasado, de la prehistoria, bien presentes, a la más turística por sus idílicos parajes que no se olvidan, donde se respira naturaleza y se recargan las pilas para el resto del año.

Hay montones de propuestas para visitar la comunidad en cualquier fecha del año  y contemplar lo mejor de ella, por supuesto también en verano, cuando la región es más fresca y apetecible por su clima saludable. Por ejemplo desde la capital, Logroño, llena de curiosidades y lugares de mención donde disfrutar las horas, hasta Nájera, una de las cunas del castellano y del euskera y cuna de sabiduría de la Península Ibérica.

El Camino de Santiago riojano

El Camino de Santiago llama al caminante, pero también al curioso, que lleva años impregnándose de tanto caminar popular y de sus peculiares anécdotas. De Logroño parte el Camino de Santiago por el Puente de Piedra y atraviesa el Casco Antiguo hasta la Iglesia de Santiago, con su fuente para peregrinos y su peculiar juego de la oca. Desde la capital riojana el camino conduce a Navarrete, pueblo famoso por su alfarería, y de ahí pasando por Ventosa y Alesón, a Nájera, con su Monsterio de Santa María La Real, donde se encuentra el Panteón Real.

El siguiente destino será Santo Domingo de la Calzada, punto de confluencia de caminos diversos, no sin antes transitar por Azofra, Cirueña y ña cercana Grañón. No lejos quedan los populares monasterios de Suso y Yuso, en San Millán de la Cogolla, Patrimonio de la Humanidad por ser lugares, como mencionábamos, donde se hallaron las primeras palabras escritas en castellano antiguo y en euskera, ambas hermanadas. Se trata de un lugar privilegiado por su importancia histórica, pero igualmente por sus paisajes increíbles, donde la naturaleza pone todo de su parte. En todo caso, La Rioja es Camino de Santiago y en ella confluyen tres rutas para llegar a la capital de Galicia: Los caminos de Santiago Francés, Jacobeo del Ebro y el Camino Vasco de interior.

La huella del Camino y el encanto de Ezcaray

En cualquier lugar de La Rioja surge un establecimiento rural para acoger al viajero, pero en la mencionada Santo Domingo de la Calzada, centro de comunicaciones diversa, lo saben mejor que nadie. La localidad fue concebida como punto fuerte del Camino de Santiago y por ello conserva infraestructuras siniguales. El viejo Hospital de Peregrinos es actualmente Parador Nacional y la Catedral rezuma historia medieval. No en vano, allí cantó una gallina después de asada y todavía se pude oír cantar al gallo y a la gallina que protagonizaron la anécdota, o al menos eso dice la leyenda.

Pero Santo Domingo de la Calzada para muchos es también un punto de partida, la bifurcación de la carretera hacia Ezcaray, localidad que no necesita de piropos para los que la han visitado, y Valgañón, con si dehesa y sus montes donde la naturaleza respira paciente. La comarca no deja indiferente, al contrario. No es muy extensa, pero es bella, está llena de encanto y sin duda es una referencia de La Rioja que cala para siempre lejos de la región. Como Valdezcaray, la estación de esquí, en lo alto de Escaray, donde en invierno acuden esquiadores que además de valorar la nieve optan por no privarse de nada.

La Rioja diversa

Esta parte de La Rioja, en todo caso, rivaliza con otras como la comarca de la Sonsierra, desde San Vicente con su iglesia y su catillo y sus característicos lugares donde se pisaba y aún se pisa la uva, hasta otro entorno bien diferente como es la Sierra Riojana, especialmente la Sierra de Cameros, con su tradición ganadera y trashumante, hoy reconvertida en el Parque Natural de la Sierra Cebollera.

El Cañón del Leza y sus buitres que llevan a lo más alto de del Camero Viejo hasta el puerto de Piqueras; el Camero Nuevo hasta  Ortigosa en Cameros con sus cuevas naturales descubiertas en una voladura para instaurar una cantera para construir el Pantano del Rasillo. Y qué decir de Villanueva de Cameros y sus almazuelas, una artesanía riojana basada en coser pequeños trozos de tela para confeccionar colchas, cojines, llaveros, alpargatas y un buen número de vistosos reclamos de esta parte de La Rioja.

Mucho más que Interés Turístico Nacional

Podría parecer que estamos ante una región extensa que requiere de días y días para ser visitada, pero no. La Rioja es un pequeño enclave que, sin embargo, concentra muchos más atractivos que otras zonas del mundo mucho más extensas. La denominada Rioja Baja es otra de ellas y tampoco puede dejar de visitarse. Desde Calahorra, la antigua Calagurris romana, de enorme importancia como delatan los restos arqueológicos hallados en la localidad.

La Semana Santa de Calahorra está declarada de Interés Turístico Nacional por sus procesiones y pasos con gran tradición, pero no desmerece el resto del año y en verano es un enclave privilegiado donde descansar y disfrutar de un suculento entorno natural. Y de ahí, si queréis, a Alfaro, popular tanto por sus cigüeñas como por su patrimonio histórico y cultural. Así es La Rioja, y eso que solo hemos recorrido una parte. La región parece pequeña pero está llena de atractivos todo el año y el turismo rural resulta una delicia. No faltarán los establecimientos rurales con encanto y así lo prueban quienes se acercan a ella, que no dejan de sorprenderse de todo lo que les regala una en teoría reducida región que jamás se queda pequeña.

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