Esto no es poesía, esto es mi periódico

A la calle con 69 años:
la historia de lucha de Carmen

Fotografía: Jairo Vargas

Carmen Arnedo

Activista por la vivienda, esta mujer de 69 años perdió su piso, que ya había pagado, por avalar la hipoteca de su hijo.

Núria Martínez Ribot

Siempre que se produzca un desahucio en la Comunidad de Madrid, allí va a estar Carmen Arnedo para intentar pararlo. A sus 72 años, no hay día que no ponga toda su energía, alegría y fuerza para solidarizarse con las personas que van a ser desahuciadas. Víctima de violencia machista, también ha sido víctima de los abusos hipotecarios que se producen a diario en España.

Su piso de 80 metros, en la calle Referéndum Viña Grande de Alcorcón, estaba más que pagado. Lo compró cuando tenía 21 años y allí crecieron sus tres hijos. Pero como a miles de familias en España, en 2019, la desahuciaron por haber firmado una cláusula abusiva. Avaló la hipoteca de 110.000 euros de su hijo y el banco se quedó el piso de él y el de Carmen. Más tarde, su piso fue comprado en una subasta por 58.000 euros y fue vendido por más de 200.000. A los 69 años, se vio en la calle.

Sin duda, se trata de uno de los desahucios que más ha impactado a los y las trabajadoras de Público. Jairo Vargas, Jaime García-Morato y la que escribe estas líneas lo explicamos en directo, a través de vídeos, de fotos y de diferentes piezas escritas, difundiéndolo por todos los canales. A todas luces era una situación injusta y así lo contamos.

El día del intento de desahucio, decenas de personas se concentraron en la puerta de su casa para devolverle todo el apoyo que ella les había dado. “Carmen se queda”, “No estás sola, estamos contigo” o “Que sí me representas”, fueron algunos de los cánticos más repetidos durante esa mañana del 7 de noviembre de 2019.
“Hoy se ha parado por toda la gente que tengo conmigo”, nos explicó ese día Carmen, que, bromeando, dijo que la comisión judicial le aseguró que el próximo día irían “hasta Los hombres de Harrelson” a desahuciarla. Para no causar más sufrimiento a su gente, semanas después, entre lágrimas, entregó las llaves al subastero. Ahora, después de tres años, sigue sin tener su propia casa.

“Carmen trata de olvidar la putada más grande que le han hecho en su vida para seguir dando alegría y amor a sus compañeras de la Plataforma de Afectadas por la Hipoteca”, reivindica la portavoz de la PAH, Mercedes Revuelta.

Las ejecuciones hipotecarias en viviendas habituales crecieron un 3,4% de enero a marzo de 2022, registrando la cifra más alta en cinco años, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Los datos demuestran que la situación de Carmen no es excepcional. No obstante, sí es una de las historias (y de las injusticias) que más ha marcado a los y las redactoras de Público.