Más feminismo, más derechos

“El trabajo que se hace en ‘Público’, para mí supone una ventana abierta a la realidad”

Fotografía: Fernando Sánchez

Itziar Prats

Las hijas de Itziar Prats fueron asesinadas por su padre durante el régimen de visitas el 25 de septiembre de 2018. Había denunciado ante la Policía Nacional y advertido de que temía por la seguridad de sus hijas.

Quince años pueden parecer pocos para generar un cambio, pero cuando las informaciones se hacen con rigor, con análisis y con el objetivo de denunciar las desigualdades para que las personas podamos actuar en consecuencia, el impacto social es inmenso.

El trabajo que se hace en Público, para mí supone una ventana abierta a la realidad. Como víctima de violencia de género y ahora que tengo los ojos mucho más abiertos ante esta violencia que nos rodea, pienso que es absolutamente necesario aplicar la perspectiva de género en todos los ámbitos de la vida.

En España tenemos 1.164 mujeres y 47 menores asesinados por violencia de género, según datos oficiales hoy en día, sin hablar de la violencia que sufren miles de víctimas a diario. Pero con esta realidad ante nuestras narices hay quienes niegan la existencia de esta violencia y prefieren mirar hacia otro lado.

En violencia de género hay muchas leyes, así es, pero es evidente que no resuelven el problema. Cada día aumenta la percepción en los jóvenes de que no es una realidad. ¿Qué nos pasa para no ver que mueren personas? ¿Qué nos ha llevado a mostrarnos tan insensibles al dolor y el sufrimiento?… Me hago muchas preguntas y raramente encuentro una respuesta que dé sentido a lo que está pasando.

Las instituciones no protegen a las víctimas. Hay más preocupación en proteger a un agresor que en que un niño o una niña viva fuera de peligro o alejado de quien le agrede o abusa de él o ella. Y cuando digo instituciones me refiero a un amplio número de personas que desempeñan un trabajo a mi modo de ver de forma inadecuada. Un sinfín de trabajadores, que no profesionales, que desarrollan unas funciones para las que no están preparados.

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado animan a no denunciar a agresores, infravaloran la violencia que se ejerce sobre las víctimas, no las creen. Los equipos de valoración psicosocial aplican de forma indiscriminada el Síndrome de Alienación Parental (SAP), no reconocido por la comunidad científica y rechazado. Por aplicarlo España ha recibido varias llamadas de atención por parte de Naciones Unidas; y, sin embargo sigue usándose en juzgados sin ningún tipo de consecuencia para quienes lo permiten.

Nos queda mucho por aprender en cuestión de igualdad y fundamentalmente en respeto. Es necesario que tengamos medios que, como Público, no sucumban al poder y la presión de las personas que lo ejercen para que no permanezcamos ignorantes de lo que pasa en nuestra sociedad. Abramos los ojos, porque solo con una nueva forma de mirar podremos alcanzar una sociedad de bienestar que sea real para todos.