Entrevista Deforme Semanal

“Nacimos de la precariedad de dos mujeres que querían alzar su voz”

Fotografía: FERNANDO SÁNCHEZ

Cristina Fallarás

Sábado 22 de octubre de 2022, 13h. Más de mil personas, la inmensa mayoría mujeres, abarrotan el Teatro Capitol de Madrid. Todo vibra como en los grandes estrenos que ya no existen. Pero sí existen. Con los primeros acordes de Send me no flowers (oh, Doris Day), se abren paso de nuevo los magníficos acontecimientos de la Cultura, la celebración del pensamiento, el humor como arma contra la estulticia. Una joven grita ¡Yupi! Tres chavalas se balancean y cantan, agarradas por los hombros. Lucía Lijtmaer e Isa Calderón bailan. El público corea y baila. Lijtmaer empieza hablando de Foucault, del psicoanálisis, de Lacan. Se aplaude a Lacan. Calderón calienta motores. “Hoy vamos a hablar de la mirada”. Una frase abre la botella que calma toda sed y dentro no hay alcohol. De eso se trata.

Se llama Deforme Semanal Ideal Total y está pergeñado, producido, creado, presentado y defendido por Lijtmaer y Calderón. ¡Yupi! Deforme Semanal Ideal Total es ellas. Es además todas aquellas que van pasando por el podcast del mismo nombre y las que tienen la suerte de encontrar entradas para sus actuaciones. Las librerías montan espacios con los libros recomendados en cada uno de sus episodios, Wikipedia tiene un apartado especial con todas las referencias culturales de sus intervenciones, inabarcables, han recibido dos premios Ondas y acaban de regresar de un lleno total en la New York University.

Este fenómeno simpar arrancó en los teatros, pero, tal y como cuenta la directora Virginia Pérez Alonso, “es Público quien empieza a retransmitirlo en noviembre de 2017 y se convierte en plataforma online del proyecto… hasta la pandemia”. “En cuanto vi el primer show, incorporamos a nuestra oferta audiovisual un espacio que ya se vislumbraba audaz, ingenioso, diferente, y que desde el inicio desbordaba una inteligencia y calidad extraordinarias. El proyecto llevaba poco tiempo en marcha y era aún modesto, aunque apuntaba maneras. A la vista está que no nos equivocamos”, añade Pérez Alonso.

¿Qué es Deforme Semanal Ideal Total?

Lucía Lijtmaer: Es una conversación cultural entre amigas donde hablamos de lo que nos gusta, donde no seguimos la agenda y un espacio de libertad en el cual expresamos lo que nos apetece como nos apetece.

Isa Calderón: Es un formato que ha mutado. Empezó siendo un late night de sátira política feminista con invitados y un cómico, Marc Giró. Qué importante esto, porque no queríamos tirar de lo mismo que los cómicos heterosexuales del mainstream que se repiten y tienen equivocados discursos sobre la libertad de expresión etcétera, o sea un humor que no es el nuestro. Luego mutó a un podcast cultural que seguía siendo feminista y con muchísimo humor…. Deforme Semanal nació de la precariedad de dos mujeres que querían alzar su voz en el espacio público porque, para empezar, no había ninguna mujer haciendo un late night en ese momento, no con el contenido que nosotras queríamos. Además, porque apareció Vox, Lucía publicó el libro de Ofendiditos y aparecieron esas guerras culturales sobre aquello de que la lucha de clases es más importante que las minorías. Todo eso nos enfadó y queríamos hablar de ello. Ahora es un podcast cultural, es más nuestro rollo y nuestro tema, más la cultura. Ahora es más nuestra manera de ser, más nuestra esencia.

Fotografía: FERNANDO SÁNCHEZ

Llama la atención a las descreídas que un formato radicalmente culto, que muestra un respeto estricto por la inteligencia de su público, se haya convertido en popular, agote entradas, llene teatros y que sea ahora mismo un fenómeno de fans irredentas.

Lucía: Sí existen contenidos cultos que respeten la inteligencia, lo que pasa es que no están en el mainstream, no están en los canales de comunicación habituales. Siempre están generados desde la contracultura o desde espacios autogestionados. El hecho de que existan demuestra que la gente sí tiene ganas de tener un diálogo culto y que hay público para eso.

Isa: La Cultura era el cimiento, no me refiero a la erudición. La Cultura era algo a lo que se suponía que había que aspirar. No era algo banal, sino algo, insisto, a lo que era normal aspirar. Y ahora, en fin, el mainstream lo ha copado todo y la gente consume cosas fáciles, rápidas, en las que no sea necesario pensar.

Hay algo macarra en vosotras que resulta gozoso en estos tiempos mojigatos, temerosos de la respuesta. ¿Es respeto lo que impone vuestro ser macarra?

Lucía: Respetan a la macarra porque la usamos con sentido del humor, que es una baza básica para poder ser mujeres en el espacio público, por más que se nos castigue por eso. En general, a las mujeres se nos castiga por el simple hecho de participar en el espacio público, pero creo que el sentido del humor es un arma básica para poder sobrevivir ahí.

Isa: En cuanto al contenido que hacemos y las cosas que reivindicamos, ya lo hacemos de un modo macarra, o aquí no hay Dios que nos escuche. No somos profesoras, no queremos tener esta cosa didáctica que dicta el ‘hay que hacer esto, hay que hacer lo otro’. Nosotras nos equivocamos muchísimo. Entonces creo que, efectivamente, el humor es un arma buenísima. Si tú dices verdades como puños hablando sobre el machismo, si lo haces con humor y la gente se ríe, eso significa que es verdad y que se identifican con lo que estás diciendo. El humor es poderosísimo, y si ya encima eres un poco macarra, ¡ja!, pues la verdad es que la gente te respeta más.

Fotografías: FERNANDO SÁNCHEZ

Da la sensación de que con vosotras se ha suavizado algo el ataque que suelen sufrir las feministas sin matices que salen a contarlo. Es decir, que os atizan menos.

Lucía: Creo que nos atizan, lo que pasa es que cada vez más disimuladamente, aunque sí nos dan palos, ¿eh? Sobre todo, creo que España es un lugar en el cual, cuando algo tiene éxito, enseguida salen críticas. Es como que siempre les gusta más la primera maqueta que el disco que funciona. Hay una concepción de que, para que algo sea bueno, no puede tener éxito. Ese es uno de los lugares desde los cuales se ataca, pero después, por supuesto, los espacios conservadores o que no son feministas nos atizan.

Isa: Nos han atizado muchísimo. Creo que ya no nos dan tanto porque llevamos cinco años y están hasta las narices, pero ya nos atizarán. Vivimos con miedo y con alarma porque cualquier mujer que se pronuncia en el espacio público, o que se exprese o que piense, tarde o temprano van a ir a darle. A mí ya me han dado mucho, volverán a hacerlo, no pasa nada, cada vez me importa menos.

Tras pasar nada menos que por Nueva York, una imagina que volvéis con ganas nuevas, a lo mejor otros planes. ¿Qué viene después de eso?

Lucía: Después de Nueva York, que ha sido un lugar donde realmente nos han recibido con muchísimo cariño y muchísimo respeto y entendiendo muy bien lo que hacemos, yo creo que las dos estamos muy contentas y con ganas de seguir yendo a espacios donde, sobre todo, se nos entienda. Nos apetece viajar más, y creo que vamos a hacerlo más en el futuro para poder ir a otros espacios fuera de España donde sabemos que hay gente que nos escucha. Ha sido muy interesante tener la oportunidad de contactar con la gente en un espacio universitario y un país anglosajón donde pensábamos que quizás no iba a ir público. Y sí, fue mucha gente a vernos. Creo que viajar te da una cierta perspectiva de lo que haces.

Isa: Vuelvo con ganas de seguir así. Es un lujo trabajar en lo que te gusta con tu amiga del alma, leer sin parar… esto suena súper cursi, pero es cierto. Hemos encontrado el equilibrio. A mí, desde luego, antes me abrumaba muchísimo la exposición y hacer los shows en directo, pero ahora estoy súper tranquila con eso. Estoy muy segura de lo que digo, de lo que leo y de cómo lo hago y ojalá que esto dure así muchísimo tiempo, la verdad.