Manuel no es solo suscriptor, sino militante. Siente fervor por el diario desde que nació en 2007, hasta el punto de que según él se encargó de aumentar la difusión en algunos pueblos de la provincia de Cádiz, como si fuese un paperboy.

– ¿Era quiosquero, repartidor o distribuidor?

– ¡Qué dices! Yo solía ir a un bar que tenía un quiosco enfrente y veía siempre expuesto el fajo de periódicos, porque apenas se vendían. Como me llevaba bien con el dueño y Público me encantaba, empecé a sacarle a la calle unos quince o veinte ejemplares. Vamos, que los vendía por ahí. Yo tenía muchos conocidos y buenas relaciones con el Partido Comunista, por lo que también dejaba algunos en la sede. Hasta me iba con un amigo a Sanlúcar de Barrameda y a otros pueblos de Cádiz para venderlos por ahí. Así estuve mucho tiempo…

Manuel Montalbán Gumiel (Chipiona, 1954) abrió un restaurante en su pueblo hace 43 años. Su mujer se ocupa de la cocina, ha delegado la gestión del negocio en su hijo, emplea a una veintena de personas y, “gracias a nuestro esfuerzo, nos va muy bien”. Siempre lleva una gorra calada, aunque para la ocasión ha posado con sombrero de ala. “También tengo una gorra roja, porque soy del Partido Comunista de los Pueblos de España”, explica el restaurador, quien acompaña a Alberto Garzón en la foto de perfil de sus redes sociales: “Es un fenómeno”.

Cuando dejó de publicarse la edición en papel, se enganchó a la edición digital de Público, con el tiempo, se hizo suscriptor. “Es lo mejor que hay ahora mismo en España. Yo cojo mi iPad y lo primero que hago tras encenderlo es leer el periódico. Eso no lo voy a soltar en mi vida”, afirma Manuel, quien se decanta por las noticias políticas. “Sinceramente, me lo bebo entero. Soy aficionado a la lectura, pero desgraciadamente no pude ir al colegio. Me gusta prácticamente todo, menos los anuncios, aunque entiendo que la publicidad es necesaria para la supervivencia de un medio”.

El chico de los periódicos tiene 68 años. Tras su labor de proselitismo, sigue siendo fiel al periódico con su aportación mensual. “Admiro su actitud. No tiene nada que ver con otras cabeceras que, con perdón, me asquean”. ¿Y qué le ofrece este diario que no hagan otros? “Siempre que tengo un problema con el iPad, hablo con Mónica Ruiz, la secretaria de Público, y nos reímos mucho”, responde Manuel, quien valora el trato personal que recibe, aunque su respuesta elude el sentido de la pregunta.

¿Pero qué tiene Público que no tengan otros, Manuel? “La diferencia con el resto de los periódicos es muy grande. Estoy muy contento con lo que me ofrecéis y eso no lo voy a cambiar nunca en la vida. Creo que son fundamentales las exclusivas de investigación, las denuncias de la corrupción y la defensa de los servicios públicos”, concluye el restaurador gaditano. “Además, no os importa lo que puedan pensar los demás. Vosotros, siempre a lo vuestro, como debe ser. Público es la prensa que necesita la sociedad”.