La recogida selectiva y sus sistemas eficientes

La recogida selectiva es un paso previo y esencial para lograr un reciclaje eficiente. Consiste en separar los residuos depositando cada fracción en el contenedor correspondiente: envases de papel y cartón, envases ligeros (bric, plástico y metal), materia orgánica (restos de comida y vegetales) y residuos generales (todo el residuo que no puede ir en ninguna otra fracción). Una correcta separación permite ahorrar recursos, energía y emisiones de CO2, lo que mejora la sostenibilidad de las sociedades y es una pieza esencial para combatir la crisis climática.

Catalunya va por el buen camino: en 2021, la recogida selectiva era de un 47%, mientras que 10 años antes, en 2011, la cifra se situaba en el 40,6%. Justo en 2012 se lanzaba la exitosa campaña publicitaria “Envàs on vas?”, que concienció a la ciudadanía a través de una canción pegadiza que explicaba dónde iban los residuos. Recuperando el mismo espíritu positivo, este año la Àgencia de Residus de Catalunya lanza la campaña “10 anys després, reciclem més!”, con el objetivo de animar a la ciudadanía a mantener su compromiso con el medio ambiente.

Perfeccionar la recogida de residuos ha sido uno de los objetivos de la Agencia. Para hacerlo, paralelamente a las campañas, se han desarrollado dos sistemas eficientes de recogida selectiva: el puerta a puerta y los contenedores cerrados o inteligentes.

Sistema puerta a puerta: la recogida en casa

Los y las habitantes no tiran la basura en un contenedor situado en la vía pública, sino que los dejan literalmente en la puerta de sus casas. De esta forma, el Ayuntamiento pertinente - en Catalunya la gestión de los residuos es competencia municipal- establece un calendario semanal para la recogida de residuos en sus hogares. Por ejemplo, en Caldes de Malavella (Girona), los envases ligeros se recogen el lunes y jueves; la materia orgánica el martes, jueves y domingo, y el turno de los envases de papel y cartón y de los residuos generales es el miércoles.

Esta modalidad suele hacer una recogida más escasa de los residuos generales, decisión que pretende incentivar una mejor separación, para así asegurar que cada material vaya a su contenedor y evitar caer en la falsa comodidad de ponerlo todo en el contenedor de residuos generales. Actualmente, cerca de 300 municipios y alrededor de 800.000 habitantes usan este método en Catalunya.

Contenedores cerrados o inteligentes

A partir del avance de la tecnología, este tipo de contenedores pueden identificar quién separa los residuos correctamente y quién no, con qué frecuencia lo hace, etc. Su función es individualizar la recogida para conseguir que más personas separen los residuos correctamente. De hecho, algunos incorporan chips en los cubos de la basura para así detectar quién está haciendo bien la separación y quién no. Además, se trata de un sistema que se adapta perfectamente con el puerta a puerta. En Catalunya, esta modalidad se ha implementado en municipios de las comarcas la Garrotxa, el Bages y la Conca de Barberà, entre otros.