Parador de León - Claustro
Ofrecido por Las 5 mejores capitales de interior para una escapada de otoño

Las 5 mejores capitales de interior para una escapada de otoño

El otoño es un gran momento para visitar Paradores como los de Córdoba, Cuenca, Toledo, León o Lleida, con sus magníficas instalaciones, sus diferentes platos gastronómicos y entornos llenos de historia y tradiciones.

Alojarse en un Parador es mucho más que disfrutar de sus excelentes instalaciones, de sus servicios y de su entorno. Es dormir en un palacio, en un convento o en medio de un parque natural; junto al mar, en plena montaña o en un edificio histórico de una ciudad Patrimonio de la Humanidad. Paradores ofrece casi un centenar de alojamientos únicos para descubrir nuestro pasado y el rico patrimonio de nuestro territorio.

Se trata siempre de lugares y entornos únicos, con espacios cuidados al detalle, en los que puedes pasar unos días de descanso y celebrar eventos o reuniones memorables en escenarios singulares. Te proponemos cinco Paradores en capitales de interior que con perfectas para una escapada de otoño, unos días navideños o para el larguísimo puente de diciembre. ¿Vienes a conocerlos?

Parador de Cuenca, un destino en sí mismo

El Parador de Cuenca es un destino en sí mismo. Se encuentra en un convento del siglo XVI que fue construido para la orden de los dominicos y actualmente es uno de los monumentos más representativos de la ciudad, ubicado junto al puente de San Pablo y con unas vistas privilegiadas frente a las Casas Colgadas.

El convento de San Pablo tiene un precioso claustro acristalado con arcos de medio punto y un patio central. En el claustro se expone de manera permanente una serie del pintor madrileño Julián Casado, considerada como su obra maestra. Pero qué decir de la gastronomía conquense tradicional que aporta su restaurante, una cocina que se caracteriza por la sencillez y la originalidad en una versión actualizada, con una carta que conserva platos típicos de pastores, arrieros y pastores como los zarajos, las migas, el ajoarriero o el morteruelo de la que se disfruta en el antiguo refectorio de los monjes.

Cuenca es una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad que destaca por su arquitectura, su cultura y sus paisajes. El Casco Antiguo mantiene intacto su aspecto medieval y la mejor manera de conocerlo es recorriendo sus empinadas y estrechas calles y aprovechando para visitar sus murallas, la catedral, los conventos, las casas nobles y la Plaza Mayor.

El Hostal de San Marcos emblema de Paradores

El Parador de León, Hostal de San Marcos, es simplemente impresionante y uno de los establecimientos más emblemáticos de Paradores. San Marcos nació como un modesto hospital de peregrinos en el siglo XII y no fue hasta el siglo XVI cuando el rey Fernando el Católico proyectó una ambiciosa reforma para acoger la sede de la Orden de Santiago y como maestre de la misma. Las obras comenzaron en 1515 y concluyeron en 1720.

Destacan elementos originales, especialmente los trabajos de talla en los que intervinieron importantes escultores, como la magnífica fachada o el artesonado de madera de la sala Capitular. También destaca la obra contemporánea del Parador: el gran techo de Lucio Muñoz, que ha sido instalado a una altura mucho mayor para permitir una mejor visibilidad del conjunto; los artistas vinculados a la Segunda Escuela de Vallecas y a la Escuela de Madrid y las obras del artista de formación leonesa José Vela Zanetti.

La gastronomía de León, además, también enamora, y la del Parador León es todo un emblema gastronómico, con una oferta basada en la rica y variada cocina regional tradicional puesta al día y una carta en la que priman reconocidos productos como la cecina, la morcilla de León o el mítico Lechazo de Castilla y León.

Parador de Toledo, para verlo todo y saborearlo

Tu visita a Toledo se convertirá en una experiencia inolvidable en su Parador. Si lo que buscas es una ciudad con encanto en la que disfrutar de cultura, historia y gastronomía, el Parador de Toledo es el lugar ideal. El edificio, de inspiración mudéjar, ofrece la mejor vista panorámica de la Ciudad de las Tres Culturas desde su terraza, sus salones y las habitaciones. Son amplias y lujosas instalaciones combinadas con vigas, escaleras y suelos de madera, donde encontrarás un ambiente cálido y acogedor ideal para relajarte. Por ejemplo en el restaurante del Parador, con sus platos típicos de la región, como la perdiz estofada, el cordero asado o el pisto manchego, acompañados por un buen vino de la zona y postres elaborados con los mejores quesos manchegos.

Puedes visitar el imponente Alcázar, la catedral gótica en el centro de su casco histórico, las sinagogas y las mezquitas, los numerosos monumentos, los museos y pasear por sus parques y jardines. Además, el día en Toledo no termina al anochecer, ya que la iluminación de sus edificios históricos es parte también de su oferta turística y constituye otro de los encantos de la capital manchega.

Parador de Lleida; historia, enoturismo y gastronomía

En pleno centro histórico de la ciudad, a escasos metros de la calle Mayor, se encuentra un antiguo convento del siglo XVII donde se ubica el Parador de Lleida. Las habitaciones se distribuyen alrededor de un precioso claustro central de tres pisos que da acceso a la iglesia convertida en restaurante.

El emblema de la ciudad de Lleida es su antigua catedral o Seu Vella, una construcción románico-gótica construida sobre una colina desde la que se divisan la ciudad y gran parte de la comarca del Segrià. En el resto del casco antiguo se conservan rincones singulares como la Plaza de Paería, la Seu Nova o Catedral Nueva y el Casino Principal, de estilo neoclásico. Pero también ofrece buenos espacios naturales como el Parque de La Mitjana y el Arborètum o Jardín Botánico, con más de medio millar de especies botánicas ordenadas según su zona del planeta.

Además, la ciudad ofrece a los amantes del enoturismo un emplazamiento perfecto desde el que visitar bodegas y viñedos. Desde el Parador te ofrecerán la información necesaria para realizar las rutas enoturísticas por la Denominación de Origen Costers del Segre. En cuanto a la gastronomía, el restaurante L'Aplec del Parador de Lleida está consagrado a la cocina catalana de interior, con recetas tradicionales puestas al día: cocina leridana actualizada con especialidades de caracoles, bacalao, embutidos, verduras canelones o pato.

Parador de Córdoba, vistas privilegiadas y la tranquilidad que mereces

El Parador de Córdoba se alza en una colina sobre las ruinas del lugar donde Abd al-Rahman I tenía su palacete de verano. Se trata de un elegante edificio con las palmeras más antiguas de Europa en su jardín.

Pero lo que de verdad hace único al Parador de Córdoba es la espectacular panorámica que tiene de la ciudad, que atesora siglos de historia en sus calles. La que fuera capital de la España musulmana, hoy es Ciudad Patrimonio de la Humanidad y está llena de monumentos, como la Mezquita-Catedral, el Alcázar de los Reyes Católicos y el puente romano. Destacan también sus patios, calles y plazas, adornados con coloridas flores, y cerca de su centro histórico, a tan solo ocho kilómetros, se encuentra la misteriosa ciudad que Abd-al Rahman III mandó construir a los pies de Sierra Morena, la bella Medina Azahara, con nombre e historia de leyenda.

En el Parador de Córdoba disfrutarás de una estancia tranquila y y la mejor gastronomía tradicional, con exquisitos platos cordobeses como el salmorejo, el gazpacho blanco de almendras o el churrasco en salsa verde. Pero también del rabo de toro, de los ibéricos, los productos de la huerta o los dulces, las berenjenas crujientes a la cordobesa con miel de caña o las chuletillas de cordero al estilo mozárabe. Es imposible que no se te haga la boca agua pensando en degustar alguno de estos manjares mientras disfrutas de las vistas de la ciudad