Extremadura, referente en transición energética y motor de las energías renovables

La transición energética se plantea en Extremadura como una gran oportunidad económica y social, y las energías renovables se consideran una gran ventaja competitiva, tanto para la región como para las empresas extremeñas.

L. M. G.

El desarrollo energético renovable está suponiendo una palanca para el dinamismo económico de Extremadura, especialmente en el ámbito rural. En la firme apuesta de la región por las energías renovables, su implantación es predominante y alcanza el 80% del total regional, 20 puntos más que la media nacional, configurando un modelo energético extremeño equilibrado, armónico con el territorio y respetuoso con el medio ambiente.

Extremadura es la región con más potencia fotovoltaica instalada de España, 5.348 MW, lo representa el 27% del total nacional. En el pasado año 2022, la región acaparó el 34% del total de la nueva potencia fotovoltaica instalada en España, confirmándose como un destino preferente en inversión energética.

La comunidad dispone en la actualidad de una cartera de 172 proyectos renovables en tramitación para una potencia a instalar de 4.312 MW. De ellos, 58 con proyecto presentado con una potencia de 1.340 MW ,84, con autorización administrativa con una potencia de 2.258 MW y 30 en construcción con una potencia de 714 MW.

Una inversión de 5.500 millones

En Extremadura se han cumplido todos los hitos establecidos en el RDL 23/2020. Se han evaluado 188 proyectos con 8.169 MW de potencia que han obtenido el visto bueno ambiental, lo que pone de manifiesto el cumplimiento administrativo en plazo de los expedientes gestionados desde la Junta de Extremadura y desde el Gobierno de España, en estrecha coordinación con las empresas promotoras que invierten en la región extremeña.

Durante el periodo 2021-2025 está previsto que se registren unas inversiones de no menos de 5.500 millones de euros de empresas privadas en diversas tecnologías renovables: solar, biomasa, eólica, bombeo y almacenamiento

 

El sol como principal activo

Extremadura continúa aportando valor a su potencial y a sus recursos y, por tercer año consecutivo, lidera el despliegue fotovoltaico en España. La región se ha consolidado como motor fotovoltaico del país gracias a su recurso solar. El sol es el centro de su modelo energético y su principal activo, y Extremadura representa ahora mismo el epicentro para invertir en energía solar.

Las empresas inversoras buscan y miran al sol de Extremadura. Las plantas fotovoltaicas instaladas hasta ahora permiten generar energía limpia suficiente para abastecer a 3,5 millones de hogares cada año, evitando además la emisión de 2,5 millones de toneladas de CO2 anuales.

Expansión del autoconsumo

Que Extremadura sea un referente en materia de renovables se va a ver favorecido por la nueva y ambiciosa planificación eléctrica con horizonte 2026 ya que unos de sus vectores de desarrollo es la integración de energías renovables en el sistema, lo que facilitará la evacuación del elevado recurso solar de la comunidad extremeña.

A todo ello se une la expansión del autoconsumo, también fundamental en la transición energética y cada vez más presente y dinámico. Extremadura roza los 100 MW de potencia instalada con más de 8.000 instalaciones y se torna como un proceso imparable. En 2016, cuando en España aún estaba penalizado el autoconsumo, en Extremadura ya se subvencionaba.

Nuevas oportunidades

La comunidad extremeña gana en relevancia en el panorama nacional del sector energético, no sólo en fotovoltaica, sino favoreciendo nuevas oportunidades para la región en materia de gases renovables. En materia de biometano es la sexta comunidad autónoma con mayor potencial y en cuanto a hidrógeno verde, tiene capacidad para producir el 20% del total nacional.

Con el decreto-ley 1/2023, que declara de interés general la producción de hidrogeno verde, la Junta de Extremadura expresa su firme voluntad de posicionar a la región aún más como un enclave energético renovable en vanguardia y con una oferta muy competitiva de combustible limpio para las empresas.

El despliegue renovable aporta una clara ventaja competitiva en términos de nuevas inversiones y de impulsar el desarrollo industrial de alto valor añadido como la fábrica de semiconductores en Trujillo o la gigafactoria de baterías eléctricas en Navalmoral de la Mata.

Extremadura también trabaja para atraer y localizar en la región la cadena de valor del hidrógeno verde y otros gases renovables.

La región es más resiliente porque ya está sustentando su crecimiento en una base energética sostenible sobre la que se ancla una industria de última generación y alimentada de energía verde.

Lo importante de las renovables es que abren caminos nuevos al desarrollo y Extremadura avanza de su mano. La energía ha pasado a ser un factor estratégico para el desarrollo de la región y para las economías domésticas. No hay ahora mismo una inversión continuada y progresiva que genere tantos y tan importantes efectos socioeconómicos en Extremadura, ya que las renovables actúan de remolcador de la economía extremeña.

Solidaridad con el desarrollo de otras comunidades

La producción de energía renovable en Extremadura es una muestra de solidaridad con el desarrollo de otras comunidades autónomas y por eso la Junta de Extremadura consideraría positivo que se reconociera y valorara esta contribución al progreso común del país como criterio para tener en cuenta, por ejemplo, a la hora de diseñar la financiación autonómica.

Con el despliegue renovable, Extremadura contribuye de manera destacada a asegurar la soberanía energética de España y de Europa. La Comisión Europea califica la región como un caso de éxito, ya que, frente a la crisis energética, Europa aboga por acelerar la implantación de las renovables y Extremadura está cumpliendo esta prioridad estratégica sin frenos burocráticos, sin cuellos de botella, respetando los procedimientos ambientales y en fluida coordinación con las empresas promotoras.

En los últimos cuatro años se han instalado en Extremadura casi 4.800 MW de potencia fotovoltaica, lo cual ha supuesto una inversión de 2.900 millones de euros, más del 70% en el ámbito rural y más de 45 millones de euros de ingresos fiscales para ayuntamientos.

Las expectativas son muy positivas y pasan por seguir trabajando sin pausa con la vista puesta en el medio plazo, con el objetivo de poner en servicio 1.000 MW de potencia renovable al año.

Lo que los inversores demandan

Extremadura es reconocida públicamente por las asociaciones empresariales fotovoltaicas mayoritarias como "la primera de la clase” en cuanto a tramitación de expedientes de instalaciones fotovoltaicas.

Extremadura ofrece en estos momentos justo lo que los inversores demandan: oportunidades de negocio con base en un coste energético reducido, energía limpia y barata que supone ganancias de competitividad. Pero también aporta otros factores, como la situación geográfica estratégica, la disponibilidad de suelo y de recursos esenciales para la transición energética, una administración volcada en acompañar a las iniciativas empresariales y estabilidad jurídica, política y social.

Además, cuenta con capital humano cualificado y centros de investigación a la vanguardia como el Centro Ibérico de Almacenamiento Energético que se está construyendo en Cáceres.

 

 

La importancia del medio ambiente

Extremadura demuestra un firme compromiso con la transición hacia un nuevo modelo energético, pero también con la sostenibilidad y con la rica biodiversidad que caracteriza y define la región. La evaluación ambiental se considera imprescindible y los proyectos que no cumplen se deniegan, como ha ocurrido en
2022 con algunos parques eólicos.

Las energías renovables ocupan superficie y eso tiene un impacto paisajístico inevitable, que hay minimizar y mitigar todo lo posible. Pero las hectáreas ocupadas por renovables en Extremadura, que abarcan el 0,36% del territorio regional, suponen un dato asumible teniendo en cuenta que dichos terrenos suelen ser poco productivos y pueden retornar a su actividad originaria incluso en mejor estado. Hay plantas fotovoltaicas en Extremadura que se han convertido en islas de biodiversidad.

La Junta de Extremadura incide en maximizar la repercusión socioeconómica del despliegue renovable sobre las poblaciones donde se ubican estas instalaciones. El desarrollo renovable debe hacerse con información, participación y cooperación con las comunidades locales afectadas. Ejemplos como el de la localidad de Cedillo, en la provincia de Cáceres, que se va a convertir en la primera comunidad solar de España y donde los vecinos conseguirán ahorrar el 50% en la factura de electricidad indican el camino a seguir.

Extremadura defiende la excelencia en la implantación de las energías limpias, renovables y autóctonas, y el despliegue renovable, que es un logro colectivo, supone una garantía de futuro para la región.