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Los Pirineos catalanes, abiertos 365 días al año: de las estaciones de esquí a los mejores parques naturales

Joana Costa

El norte de Catalunya está flanqueado por un enorme atractivo turístico al aire libre: los Pirineos, una imponente barrera geográfica que va desde el Mar Mediterráneo al el Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, una franja natural que ofrece a sus visitantes ocio 365 días al año de la mano de sus activas pistas de esquí y de montaña, así como sus majestuosos parques naturales.

Los parques naturales orientales

Abrazando el Mediterráneo, el Pirineo de Catalunya emerge de entre las aguas submarinas en la comarca del Alt Empordà, dando lugar al escarpado y abrupto Parque Natural del Cap de Creus, con sus bonitas localidades de Port de la Selva, la Selva de Mar, Llançà, Cadaqués, Palau-saverdera, Pau, Roses y Vilajuïga, donde aparte de la belleza abunda el perfume daliniano.

Todavía en los Pirineos Orientales, se encuentra el Parque Natural de la Zona Volcànica de la Garrotxa con su rico paisaje y vegetación, y que cuenta con una cuarentena de conos volcánicos, una decena de cráteres y una veintena de coladas de lava. Una de sus mayores atractivos es el silencioso bosque La Fageda d’en Jordà, así como la rocambolesca localidad de Castellfollit de la Roca sobre un peñasco; además del Parque Natural de las Capçaleres del Ter y del Freser, los dos ríos que se encuentran en el Ripollès y que se unen en su capital, en Ripoll. Dicho parque está situado en su totalidad en la comarca.

El Pirineo más montañoso

Más hacia el oeste, el Parque Natural del Cadí-Moixeró abraza las comarcas del Berguedà, el Alt Urgell y la Cerdanya con sus poblaciones montañosas donde tanto la gastronomía como los paisajes son de altura. Uno de los tesoros de este parque natural es la característica montaña del Pedraforca, símbolo del excursionismo catalán. 

Ya sobre la provincia de Lleida, el Parque Natural de l'Alt Pirineu ocupa las comarcas del Pallars Sobirà y el Alt Urgell, y es en este tramo del Pirineo donde se encuentran las mayores altitudes de esta cordillera. Este parque es un espacio ideal para la observación de la naturaleza, y en especial de las más de 1.500 especies de flora, muchas endémicas de la zona.

Completamente al oeste de Catalunya, el Parque Nacional d'Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, uno de los más visitados de España pese a su difícil acceso, tiene enormes atractivos, en especial el lago de Sant Maurici con toda la calma que lo envuelve, al pie de Els Encantats con el que conforma una espiritual estampa. También merecen la pena la localidad de Espot i la Vall de Boí (zona termal), así como la Vall d’Aran y sus elevaciones.

En 2015 se declaró el Parque Natural de les Capçaleres del Ter y del Freser. Está situado en el Pirineo oriental y cuenta con una superficie de 14.500 hectáreas, dentro de la comarca del Ripollès, y cimas que alcanzan prácticamente los 3.000 metros. Gracias a estas características, este es un último ejemplo típico de la alta montaña pirenaica que desciende hacia el Mediterráneo, y destaca por su patrimonio natural e inmaterial.

El mejor esquí

En medio de estos espectaculares paisajes, el esquí es el deporte que surge de forma natural proponiendo al visitante retos de diferente nivel. Unas de las estaciones más emblemáticas del pirineo catalán son La Molina y Masella, donde ya se esquiaba a principios del siglo XX. De hecho, juntas conforman el dominio esquiable Alp 2500. Ambas estaciones estan enlazadas a través del telecabina Cadí-Moixeró, por La Molina. Y, también, por el telesilla Jumbo Tosa y el telesquí de la Tosa, por la parte de Masella.

Respecto a La Molina, cabe destacar que fue donde se instaló el primer telesquí de España, en en 1943, y poco después, en 1946, repetía como pionera en la instalación de remontes con la puesta en funcionamiento del telesilla del Turó de la Perdiu. Actualmente, además del dominio esquiable que suma 71 kilómetros en 68 pistas, La Molina ofrece dos experiencias de altura que combinan la práctica del deporte con la gastronomía.

Lleida es también sinónimo de esquí y son numerosas las opciones existentes para practicar este deporte en la provincia. La Vall de Boí cuenta con Boí Taüll, que presume de ser la estación de esquí situada a mayor altura de los Pirineos, y la Vall d'Aran cuenta con la emblemática Baqueira-Beret. Espot Esquí, Port Ainé, Port del Comte, Vall Ter y Vall de Núria son estaciones muy familiares que cuentan con actividades lúdicas. También hay otras estaciones en las que es posible practicar el esquí alpino y el esquí nórdico: Tavascan, Virós-Vallferrera, Aransa, Lles de Cerdanya, Sant Joan de l'Erm y Tuixent-la Vansa.  

Además, muchos de estos dominios también cuentan con opciones para la práctica de otras actividades con la nieve como protagonista, como son los paseos en trineos tirados por perros o los itinerarios para hacer con raquetas de nieve.

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