Opinión

Mujeres combatientes frente al fascismo

Beatriz GimenoDirectora del Instituto de Mujeres

12 de abril de 2021

Las españolas estuvieron en la Guerra Civil, lo sabemos. Hay multitud de fotos de mujeres participando en las organizaciones obreras, trabajando en la revolución, en la retaguardia, en las ambulancias, en los hospitales, defendiendo esa democracia y esa libertad en las que ellas se jugaban, seguramente, más que nadie. Los datos de afiliación de las mujeres a las organizaciones políticas femeninas de aquellos años resultan pasmosos. Baste decir que la organización Mujeres Libres contaba con 29.000 asociadas en un momento en el que el partido comunista contaba con 25.000. Eso da idea del hambre de igualdad que tenían las mujeres durante la República, en los años de gobierno del Frente Popular. En esos años, las mujeres salían de la España negra, negra para ellas; querían escaparse de las tutelas de la Iglesia, de los padres, de los maridos, querían volar por sí solas. Una mujer de entonces define así el momento en el que el Frente Popular comenzó a liberarlas: "Es como cuando llega la primavera y los árboles están esperando para explotar, ¿sabes? Y cuando abren las hojas dicen: 'Ah, ya estoy aquí'. Así debían de sentirse ellas, hambrientas de pan, pero también de rosas, de canciones, de amistades, de amores... De libertad, en definitiva".

Las mujeres que se lanzaron a la calle a defender la República tuvieron que derribar muros visibles y muchos otros invisibles pero muy duros; los de la costumbre, la moral, los que erigían las familias y la sociedad en torno a ellas. Pero ellas, en esos años, llenaron las organizaciones sindicales y políticas y soñaron una revolución que no sólo era obrera, que era también feminista porque les permitió imaginar sueños de igualdad con sus compañeros de lucha. Ya no más coser y esperar, parir y esperar, cocinar y esperar… De repente, la República les permitía casarse o no, tener hijos o no, estudiar, trabajar, crear para ellas mismas un proyecto de vida. Y no era fácil. Los revolucionarios, bien lo sabemos, no son necesariamente partidarios de la igualdad con las mujeres, así que ellas se encontraron, a menudo, con dos revoluciones por hacer, la pública y la privada, tan pesada de llevar y de cambiar. Tanto que aún no la hemos cambiado del todo.

El fascismo suponía la vuelta al otro mundo oscuro, sin derechos de ningún tipo para las mujeres, sin esperanza tampoco. Suponía la vuelta a la minoría de edad perpetúa, a la reclusión en las casas, a la dependencia de los hombres. Es normal que ellas se volcaran en la defensa de la República. Cuando estalló la guerra salieron a defender esa posibilidad recién abierta y tan poco disfrutada. Ellas fueron, a la larga, las grandes perdedoras de la guerra ya que, si bien el franquismo se abatió sobre todos y todas las derrotadas, ellas perdieron mucho más, aunque ha sido necesario que el feminismo contara la enormidad de la sima de negrura en la que el Régimen sumió a mujeres que soñaron con ser libres. En todo caso, porque eran conscientes de lo que se jugaban tras el golpe de Estado, muchas de ellas tomaron las armas, sobre todo en los primeros meses, junto con sus compañeros. Pero de estas milicianas poco se sabe.

En el Instituto de las Mujeres pensamos que no se puede esperar más para recuperar la memoria de estas luchadoras y por ello hemos querido respaldar este proyecto de Museo Virtual sobre el papel invisibilizado de la mujer en la Guerra Civil, también en las trincheras y primera línea de batalla. Se trata de una base de datos sistematizada que incluye información, civil y militar, de más de 2.700 mujeres que combatieron en defensa de la República, de los derechos y libertades. En este museo podrá consultarse información, documental y gráfica, relativa a su afiliación política, al lugar en el que combatieron, a su perfil sociológico, origen, edad, lugar donde vivieron y cuantos datos biográficos se vayan obteniendo. Este trabajo ha sido posible gracias a una exhaustiva recopilación archivística en los principales fondos de archivos nacionales e internacionales. La búsqueda se ha realizado en todas las provincias españolas (especialmente en aquellas en donde hubo más combatientes mujeres), pero también se han hecho búsquedas en otros países, en los lugares del exilio. El Museo Virtual funcionará de tal manera que, una vez completado y presentado, se abrirá la posibilidad de que quienes tengan información acerca de una familiar que tomó las armas en la guerra, o que quieran completar la información de otra que ya esté registrada, puedan hacerlo. Se construirá así un Museo de la Memoria interactivo que se irá nutriendo de las aportaciones de las hijas o hijos, de las nietas, de quienes en todos estos años han sido depositarios de la memoria que nos ha sido robada.

Este es un proyecto en el que hemos puesto mucha ilusión porque es una aportación necesaria a la historia del feminismo, carente hasta ahora de una panorámica completa del papel de las combatientes por la libertad en la Guerra Civil. Un legado que queremos poner a disposición de todo el público en las próximas semanas.