Combatir la suciedad para cohesionar un barrio

Una comisión vecinal del Besòs-Maresme fomenta el buen uso de los contenedores, conciencia de la importancia del reciclaje y pide a Europa que declare un día internacional por las calles urbanas limpias

Llegó un momento en que la basura no sólo desbordaba los contenedores. También colmaba la paciencia de los vecinos de la zona sur del barrio barcelonés del Besòs y el Maresme. Decidieron ponerle remedio y, de su lucha contra la suciedad en las calles, surgió un movimiento vecinal que ha organizado en su primer año de vida talleres en escuelas, puntos informativos y hasta una feria. Incluso han empezado a mover hilos para que se declare un día internacional por las calles urbanas limpias.

La suciedad en la vía pública llevó a algunos miembros de la Associació de Veïns i Veïnes Barri Maresme de Barcelona, la entidad de mujeres Ambar Prim y la Associació Martinet Solidari, entre otros colectivos, a fundar una comisión que promoviera el correcto uso de los buzones de recogida neumática de residuos, además de difundir la cultura del reciclaje y el civismo en las calles. La iniciativa, que nació en octubre de 2018, recibió el nombre de Besòs-Maresme, Barri Net. Desde entonces, los vecinos han puesto en marcha –así lo recoge su memoria de 2019– casi una veintena de propuestas. Algunas de ellas, pioneras. Y siempre enfocadas a la cohesión social a partir del espíritu de un barrio más verde.

A lo largo del año, pusieron en marcha 11 mesas informativas en las que explicar a sus convecinos cómo separar bien los residuos. Estos espacios se crearon en colaboración con La taca d’oli –un programa municipal para promover la sostenibilidad–, en el marco del proyecto B-Mincome –que lucha contra la pobreza y la desigualdad en zonas desfavorecidas–. También organizaron una comparsa para el desfile de Carnaval, titulada Mare -Terra. Los disfraces se hicieron sin plásticos ni materiales de un solo uso.

"No hemos solucionado el problema de la limpieza, porque para eso se necesita mucha pedagogía y vigilancia. Aunque, sin duda, pedagogía hemos hecho toda la que hemos podido", explica Teresa Mirabet, vecina del Maresme y miembro de Barri Net. "La transformación es lenta. Los hay que están concienciados, pero también los hay que ensucian. Es cuestión de tenacidad", añade.

Las escuelas como fortín

La concienciación ha sido, de hecho, uno de los puntos fuertes de la comisión: hasta ahora han dado charlas en centros cívicos, asociaciones de vecinos e incluso en la Universidad Politécnica de Catalunya, en el marco de la Jornada d’Educació Contínua. También han participado en acciones impulsadas por otras entidades, como por ejemplo la recogida de residuos Maldito plástico, de Greenpeace, que se llevó a cabo en la desembocadura del río Besòs. Pero el principal objetivo de Barri Net ha sido el de hacer llegar su mensaje a las escuelas. "Tenemos que lograr que sea una responsabilidad de todos, empezando por los más pequeños", sostienen desde la comisión.

En las sesiones informativas han participado 294 alumnos de cuatro escuelas del barrio: Eduard Marquina, Concepción Arenal, Prim y Santa Maria dels Apòstols. Los profesores se muestran "encantados" con la iniciativa. La comisión también ha llevado sus charlas a entidades como Món Jove, una asociación para la solidaridad y la cooperación en la que uno de los vecinos se animó a ofrecer las explicaciones en urdu, uno de los idiomas de India y Pakistán. Barri Net asegura que estas actividades les han permitido colaborar con entidades y vecinos de origen diverso que hasta ahora realizaban iniciativas por su cuenta. Una apuesta por la cohesión, que es de suma importancia en un barrio que en los últimos meses se mostró dividido por cuestiones de convivencia, como cuando algunos vecinos se movilizaron en septiembre contra la instalación de un centro de menores no acompañados.

"Desde que hicimos las charlas, los niños nos explican que ya reciclan en casa. «El que me explica lo de la basura», me llaman los jóvenes por la calle. Eso para mí es un disfrute", explica Ramon Tur, que reside en el barrio desde hace 35 años y que desde su jubilación también milita en la comisión Barri Net. Ramon, que ha hablado en múltiples escuelas y centros para personas mayores, valora la compenetración lograda con los pequeños, pero también con los padres de los mismos.

La comisión celebra que la lucha por un barrio limpio haya servido para realizar todo tipo de actividades conjuntas. Entre otras fechas, el 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. O en las pasadas Navidades, con un cagatió organizado por primera vez entre diversas asociaciones. "Barri Net es un agente más dentro del maremágnum de entidades. Pero nos hemos juntado gente que nunca nos habíamos juntado. ¡El cagatió nos ha puesto en contacto incluso con la asamblea de barrio de jóvenes! Se mueven cosas y se crean alianzas, y eso está muy bien", afirma Teresa.

La suma de actores interesados en una ciudad más verde trasciende las fronteras del barrio: Barri Net trabaja ya con otros agentes en el marco de la semana de la movilidad, que se celebrará en septiembre. La idea es organizar una bicicletada que aúne movilidad sostenible y lucha por la separación de los residuos.

Del Besòs-Maresme a Europa

Otro de los puntos fuertes de 2019, y que la comisión espera poder repetir en 2020, fue la organización de la primera Fira cap al Residu Zero. A mediados de noviembre, confeccionaron un completo programa de charlas, talleres e intervenciones acerca de la sostenibilidad. Los preparativos para la segunda edición han empezado. "Todos trabajamos... Y luego hacemos una jornada de trabajo basada solo en la concienciación", bromea Teresa.

En el marco de la campaña Let’s clean up Europe de la Semana Europea de la Prevención de Residuosun proyecto de la Unión Europea que en 2019 realizó más de 16.000 acciones–, la plataforma está dispuesta a promover una intervención que vaya más allá del Besòs-Maresme. "Hemos empezado a hacer gestiones de ámbito europeo para que nos aprueben un día internacional por la limpieza de las calles", aseguran. Siguiendo el hilo del Let’s clean up Europe, que se celebrará de nuevo a mediados de mayo, la plataforma quiere que el 3 de noviembre pase a ser un nuevo día señalado del calendario internacional, instaurando así un día dedicado a las calles limpias en medios urbanos.

"El Let’s clean up Europe habla de limpiar bosques y ríos, y eso es muy importante, sin duda. Pero nosotros creemos que hace falta incorporar el concepto de limpieza urbana y de nuestras calles. Por eso queremos llevar adelante esta iniciativa y que el día de San Martín de Porres, el patrón de los barrenderos en España, se declare día internacional de las calles urbanas limpias. Eso nos daría más fuerza para seguir yendo a las escuelas a promover nuestra lucha", comparten. "Ahora se habla solo de medios naturales, pero el 3 de noviembre se tiene que empezar a hablar también del medio urbano. Porque es en la ciudad donde nos movemos la mayoría", justifica Teresa.

Las relaciones con el Ayuntamiento de Barcelona han sido hasta el momento buenas. Así lo manifiestan ambas partes. Durante 2019, dos agentes cívicos del Consistorio participaron en la difusión de las ideas verdes en el barrio y el ente municipal cedió incluso la exposición On van els residus? al Centre Cívic Besòs, a petición de la comisión. Barri Net confía en seguir colaborando con la Administración local, aunque desean mantener su propuesta de día europeo al margen del Gobierno de la ciudad. "Queremos que sea algo vecinal; perseguir la petición en base a firmas, por ejemplo. Ahora que ya han pasado las fiestas, las reuniones han de servir para cocinarlo todo bien y que llegue lo más alto posible", afirman en Barri Net. La lucha por los barrios verdes también va de abajo hacia arriba.

‘YOUTUBERS' POR EL RECICLAJE

Una de las iniciativas surgidas en el último año –y que llamó la atención de la prensa en abril de 2019– fue la transformación de un grupo de vecinos en youtubers para explicar la importancia del reciclaje a todas las comunidades del barrio –el Besòs-Maresme ha sido históricamente un barrio de alta afluencia migratoria–. Los audiovisuales, de poco más de dos minutos de duración, colgados en streaming y difundidos vía redes sociales, se hicieron en siete idiomas. El motivo es obvio. "Un día estuve 15 minutos con un vecino contándole cómo separar los residuos. Y, cuando se dio media vuelta, lo tiró todo en la misma basura", explica Ramón Tur, de Barri Net. La persona con la que hablaba no entendía su idioma. Por ello pensó que lo mejor era que los vídeos se hicieran en catalán, castellano, urdu, inglés, francés, chino y árabe. Así la lengua no era obstáculo.