Sistemas de reciclaje: Puerta a puerta y contenedores inteligentes
La gestión de los residuos municipales depende de cada municipio y son los ayuntamientos los que aplican un sistema de recogida de los desechos teniendo en cuenta las características propias del pueblo o ciudad. Si bien, la Agència de Residus de Catalunya apuesta por los sistemas más eficientes de recogida selectiva como el puerta a puerta y los contenedores inteligentes.
Puerta a puerta
Uno de los sistemas de recogida selectiva que en algunos municipios funciona con éxito desde hace años es el de recogida puerta a puerta. Consiste en entregar los residuos en la puerta de casa, teniendo en cuenta las horas y días fijados para cada fracción. La recogida puerta a puerta es un sistema sujeto a un horario de entrega estricto, que a veces comporta al ciudadano el hecho de tener que cambiar los hábitos ya que hay que guardar los residuos en casa hasta el día de la recogida. Este sistema permite que se consigan niveles más altos de recogida selectiva, se retiren los contenedores de las calles y el porcentaje de población que tiende a participar en la recogida selectiva es mayor.
Un ejemplo de éxito es el municipio de Tiana, en el Maresme. Implantó el puerta a puerta en el año 2000, siendo uno de los pioneros, y la recogida selectiva se ha mantenido desde entonces por encima del 80%, llegando casi al 87% en 2020. La media de la cantidad de recogida selectiva en Catalunya a través de este sistema se sitúa entre el 60 y el 80%. Hay municipios que han ido implantando este sistema con el paso del tiempo (actualmente unos 240) y hay algunos que este mismo año lo han iniciado, como Lleida o algún barrio de Barcelona. Además, hay alrededor de 130 municipios más que están estudiando cómo implantarlo en los próximos tres años.
Contenedores inteligentes
Uno de los caballos de batalla del reciclaje es no poder detectar qué vecinos separan de manera correcta las fracciones de basura y quienes no lo hacen. De un tiempo a esta parte, se están empezando a utilizar las nuevas tecnologías también para la recogida de residuos. Han empezado a llamarse contenedores inteligentes.
Estos contenedores tienen, por defecto, la puerta cerrada y solo podrán abrirse con una tarjeta identificativa. Este tipo de tecnología se aplica, principalmente, en la fracción orgánica para garantizar su uso correcto. En los contenedores de resto, se aplicará para desincentivar su uso y fomentar la separación de residuos. El contenedor amarillo también es uno de los que se han empezado a usar con sistemas inteligentes.
El Ayuntamiento de Barcelona ha encargado la fabricación de 15 contenedores inteligentes y 56 buzones que se instalarán en 2022 en el barrio de Sant Antoni, según las previsiones. La tarjeta identificativa registrará la actividad de cada vecino y permitirá recibir bonificaciones en la tasa de residuos en función del volumen que se recicle. Se aplicará en los contenedores de fracción orgánica.
El primer municipio de Catalunya que ha probado esta tecnología es Sant Boi de Llobregat. La ciudad ha incorporado contenedores amarillos que permiten identificar cada envase que se deposita, así como la persona usuaria. Se trata de dar un paso más al modelo que aplican desde 2019 a través del sistema Reciclos impulsado por Ecoembes: el reciclaje por incentivos. Este sistema de devolución de latas y botellas de plástico que recompensa al usuario a través de una aplicación en el teléfono móvil ya funciona en una treintena de municipios catalanes.
Subvenciones
Para incentivar la implantación de modelos eficientes de recogida selectiva, la Generalitat de Catalunya, a través de la Agència de Residus, otorga subvenciones por valor de 10 millones de euros a aquellos ayuntamientos y entes locales –consejos comarcales y mancomunidades– que instauren sistemas como la recogida puerta a puerta o los contenedores inteligentes. Mataró y Manresa son dos de los municipios que han recibido esta ayuda para instaurar un nuevo sistema de recogida. De este modo, gracias a la subvención de la Generalitat, podrán financiar el 50% del coste.