4 tips para que nuestra salud no peligre con el uso de auriculares

Profesor Antonio Abrante JiménezCodirector del Servicio de Otorrinolaringologogía del Hospital QuirónSalud Sagrado Corazón de Sevilla

El mal uso de los auriculares supone un  riesgo para la salud. No sólo provocan pérdida de audición, también pueden ser responsables de la aparición en cierta medida de problemas cardiovasculares. Sorprendente, ¿verdad?

A pesar de todo esto, hoy en día son pocas las personas que no los utilizan. Se emplean con bastante frecuencia y a cualquier edad. Por ello, es muy importante ser consciente de que el oído se lesiona con el uso de auriculares, ya que estos favorecen el sonido a intensidades elevadas, y además de forma continuada; lo que puede derivar en graves daños para la salud.

Así, la Organización Mundial de la Salud (OMS) nos advierte de que son lesivos para el oído los ruidos superiores a una intensidad de 65 decibelios.  El caso es que todos los dispositivos actuales de reproducción permiten superar los 100 decibelios de intensidad. El tráfico suele alcanzar los 85 decibelios, así que generalmente subimos nuestra música al máximo de volumen, a 100 decibelios, para poder enterarnos de lo que oímos.

Con ello estamos causando un daño importante a nuestra audición ya que no sólo escuchamos la música a un volumen muy elevado, sino también durante un prolongado tiempo de exposición. Lo ideal sería no utilizar los auriculares más de una hora al día (60 minutos) y a no más de 60-65 dB de intensidad.

De hecho, si utilizamos los auriculares durante muchas horas del día lo ideal sería descansar durante 5 minutos por cada hora de uso, con el objetivo de que las células del oído interno descansen.

Y, por supuesto, intentar tener siempre la intensidad de los auriculares por debajo de los 65 dB. Está demostrado que por encima de ese volumen, habitual cuando intentamos ‘vencer’ ruidos externos, el porcentaje de sufrir lesiones en el oído aumenta considerablemente.

APARECE ANTES LA SORDERA

Una de las principales consecuencias es que aparece antes la pérdida de audición en las personas. Si el cansancio auditivo antes se empezaba a producir a partir de los 60 años de edad, ahora se produce a partir de los 40. De igual forma, empezamos a diagnosticar hipoacusias o sorderas en uno de cada tres pacientes a partir de los 40 años.

Eso sí, hay que tener en cuenta que no todos los auriculares son iguales. Hay que diferenciar entre los auriculares inalámbricos de los que tienen cable. Los inalámbricos podrían tener un peor efecto sobre la salud, ya que funcionan por bluetooth a través de ondas electromagnéticas.  La antena de estos auriculares se sitúa en el oído, y el oído está muy cerca del cerebro. Aunque todavía se están estudiando los efectos que esto puede producir, debemos ser cautos ante las respuesta del organismo a las ondas electromagnéticas.

Por eso, si vamos a seguir utilizando auriculares, lo mejor es que sean del tipo orejera y no intracanal. Y si utilizamos los intracanal, que sean de cable, en vez de inalámbricos, ya que llevan la antena incorporado y se sitúan muy cerca del cerebro.

En este punto, y ya que cada vez está más de moda los auriculares intracanal, aquellos que se colocan en el conducto auditivo externo, hay que recordar que provocan tres clases de problemas: aumentan la retención de cerumen en el conducto auditivo y, por lo tanto, provocan el taponamiento del odio, su uso continuado puede provocar lesiones dermatológicas como pequeños eccemas  y pueden provocar incluso infecciones.

PROBLEMAS CARDIOVASCULARES

Además, todavía no sabemos todas las consecuencias de su uso prolongado. Pero lo que sí que conocemos es que el segundo factor medio ambiental que más influye sobre nuestra salud es el ruido, después de la contaminación atmosférica. De hecho, está comprobado que el ruido, a partir de los 65 dB, si es continuado, puede provocar problemas cardiovasculares, ya que está relacionado directamente con el estrés.

El ruido provoca estrés y las hormonas del estrés generan hipertensión arterial, que a su vez origina problemas cardiovasculares como angina de pecho, infarto de miocardio, o accidentes vasculares cerebrales.

CONSEJOS PARA PROTEGER NUESTRA AUDICIÓN

1.- Es fundamental que en los lugares de trabajo las empresas apliquen los planes de prevención de riesgos laborales relacionados con el ruido, y que los trabajadores se tomen en serio las medidas adoptadas de protección y las cumplan.

2.- Hay determinadas actividades de ocio lesivas para el oído, como la caza, que deben realizarse con protección sonora. Sin protección es mejor abandonar esa actividad.

3.- Si utilizamos auriculares de forma habitual, mejor que sean de tipo ‘orejera’ y no intracanal. Si usamos los intracanal, mejor los de cable que los inalámbricos.

4.- Los pacientes que tienen alguna lesión en el oído por otra causa diferente al ruido (congénita, por infección o traumatismo…) deben estar especialmente concienciados del uso de medidas protectoras sonoras y no usar los reproductores de música a niveles demasiado elevados.