Conoce el decálogo del buen viajero si viajas esta navidad

Dra Karen ColmenaresUnidad de Medicina Preventiva del Hospital El Pilar de Barcelona

Siempre que se viaja es importante seguir unas normas básicas para evitar peligros innecesarios. Por eso es conveniente que, al menos 4-8 semanas antes del viaje a un país tropical, o antes de realizar un viaje de larga duración, o de trabajar en el extranjero, se acuda a un especialista en Medicina Preventiva que nos oriente sobre cuáles son las medidas más adecuadas a seguir para no poner en riesgo nuestra salud.

Así, es fundamental realizar una planificación previa en materia sanitaria, siempre que se vaya a visitar un país donde puede ponerse en riesgo.

Entre las medidas más importantes a tener en cuenta antes de realizar un viaje se encuentra el poner al día el calendario vacunal y valorar, según el viaje, si son necesarias otras vacunas o medidas de prevención. No obstante, nuestro acelerado ritmo de vida muchas veces nos impide realizar este tipo de consultas y son muchos los viajeros de última hora que acuden a que les vacunemos, por ejemplo, si tienen la intención de viajar a un país tropical.

Muchas enfermedades se pueden prevenir con vacunas y algunas que no son habituales en nuestro país de origen, sí lo son en la parte del mundo que vamos a visitar, por ejemplo. Además, llama la atención sobre ciertas actividades, como asistir a eventos multitudinarios, ya que pueden aumentar la propagación de enfermedades infecciosas.

“Independientemente de dónde planifique ir, debería aplicarse las vacunas recomendadas para reducir la probabilidad de contraer y propagar enfermedades”, sostiene en este sentido el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.

Por eso, insisto siempre en que una de las primeras medidas a seguir a la hora de planificar un viaje internacional es hablar con un profesional de atención médica sobre las vacunas que va a necesitar. Hay que adaptar todas las medidas a seguir según cuál sea la situación clínica del viajero, el lugar y el tipo de viaje, el tiempo previsto de estancia, las actividades que se prevén llevar a cabo, así como al situación y el ámbito de salud que se aplica a cada destino en particular.

ENFERMEDADES Y MEDICACIÓN

Además, hay que destacar que, antes de viajar, la persona debe transmitir al experto cuáles son sus enfermedades de base y su estado actual, aparte de asegurarse de que no le falte su medicación, o saber cuáles son las condiciones óptimas de transporte del mismo.

Entre otras recomendaciones es conveniente a su vez llevar las recetas de los medicamentos al viaje para evitar posibles problemas en las aduanas, así como un informe médico en caso de enfermedad crónica, además de llevar más cantidad de medicación de la necesaria y poner las medicinas en la bolsa de manos.

Por otro lado, es importante que se conozcan bien los detalles del seguro de viaje o de salud del que disponga la persona, así como llevar apuntado el teléfono donde se puede llamar en caso de que surja algún contratiempo de salud.

Con todo ello, me gusta recordar siempre lo que la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC) llama el ‘Decálogo del buen viajero’:

1. Preparar el viaje con un mínimo de 30 días de antelación.
2. Acudir al centro de salud o al Centro de Vacunación Internacional más cercano.
3. Elegir bien la ropa y calzado, según el destino y duración del viaje. El calzado y la ropa en zonas poco frecuentadas por el hombre pueden proteger de picaduras y mordeduras.
4. Durante el viaje procurar ingerir alimentos siempre cocinados, prestando especial atención a las salsas, pescados, o alimentos con huevo.
5. Consumir siempre fruta que se pueda pelar y hacerlo personalmente. Evitar ensaladas en zonas tropicales y helados caseros.
6. Beber agua embotellada. Las bebidas gaseosas y licores sin hielo.
7. Llevar siempre agua, una gorra, gafas de sol, cremas solares con alta protección e insecticida antimosquitos.
8. Evitar compartir cepillos de dientes, maquinillas, o realizase tatuajes en establecimientos sin garantía sanitaria.
9. Evitar contactos sexuales con desconocidos, o tomar precauciones de eficacia probada como es el uso de preservativos para prevenir las enfermedades de transmisión sexual y el embarazo no deseado.
10. Prestar atención al botiquín de viaje, sobre todo si padece alguna enfermedad y viaja con ancianos o niños que son más sensibles al sol, a la comida, y al cansancio.