Debemos tener más cuidado con la hipertensión, ¡es muy importante prevenirla!

Unas cifras elevadas de tensión arterial (técnicamente llamadas ‘hipertensión) y mantenidas en el tiempo afectan a nuestro organismo a múltiples niveles, pudiendo poner en peligro nuestra vida, ser causa de discapacidad en el largo plazo, pero también poner en riesgo nuestra calidad de vida, y nuestra salud, en definitiva.

A nivel arterial, por ejemplo, provoca un engrosamiento y rigidez de las paredes de los vasos sanguíneos. Esto afecta al corazón, al cerebro, y al riñón. Pero es que en caso de ser de forma brusca dará lugar a un infarto o ictus. Pero cuidado porque la hipertensión también puede causar la dilatación o rotura arterial, pudiendo producir una hemorragia cerebral o incluso un aneurisma.

El problema es que la hipertensión arterial es una enfermedad silenciosa o, mejor dicho, un enemigo silencioso. Una enfermedad que desconocemos que tenemos pero que año tras año nos va dañando por dentro, y una patología que puede convertirse en uno de los principales factores de riesgo para sufrir un ictus o un infarto, e incluso desencadenar una insuficiencia renal, o incluso en una muerte prematura.

En la mayor parte de los casos no se presentan síntomas. En el caso de presentarlos, estos suelen darse cuando la enfermedad ya está bastante avanzada, y pueden consistir desde cefaleas, hasta náuseas o vómitos, así como dificultad para respirar, dolor en el pecho, confusión, problemas de visión, o sangrado por la nariz.

En España se estima que puede haber más 18 millones de hipertensos de diverso grado, lo que supone el 38% del total de españoles, de los que el cuatro de cada diez desconoce que los son.

De hecho, en nuestro país, las últimas cifras oficiales recogidas al respecto por el Instituto Nacional de Estadística (INE), de 2018, son que 11 millones de personas padecen esta enfermedad, aunque su prevalencia es media comparada con otros países, casi un 40%, aunque cuidado porque sigue siendo un porcentaje muy elevado.

Se desconode por qué hay hipertensión

Sus causas, a día de hoy, son desconocidas, salvo en un pequeño porcentaje de casos donde se pueden encontrar causas hormonales o vasculares. Sí que es verdad, eso sí, que existe un componente genético importante ya que, de padres hipertensos, hijos hipertensos. Concretamente, la herencia estimada se sitúa del 35-50% de pacientes.

También se cree que se es más propenso a sufrir de hipertensión arterial conforme se van cumpliendo años, si se está estresado, se es obeso, se consume demasiada sal, o bebe mucho alcohol, se fuma, o se es diabético; aunque por regla general no es habitual conocer la causa de la hipertensión en una persona.

Controlar la hipertensión arterial

Es preciso un diagnóstico temprano de presión arterial alta, ya que solo así podremos prevenir los accidentes cardiovasculares, problemas visuales, la enfermedad renal crónica, o los accidentes cerebrovasculares. Para ello puede ser útil el medirse la presión arterial de vez en cuando, teniendo en cuenta que los niveles varían a lo largo del día y en función del sexo, más si se es una persona de riesgo. Si la presión arterial es mayor de 130/80 mm Hg, usted tiene presión arterial alta.

Además, una adecuada adhesión a los tratamientos, junto con cambios en el estilo de vida de los afectados pueden controlar la hipertensión arterial y reducir así el riesgo de complicaciones que puedan poner en riesgo la vida de la persona, así como una merma en su calidad de vida.

Para su tratamiento es recomendable seguir las pautas farmacológicas en el caso de que hayan sido sugeridas por el médico, así como llevar una dieta baja en sal y realizar ejercicio físico de manera regular.

Medidas para prevenir la hipertensión

Con todo ello, es conveniente que atendamos a las siguientes medidas para prevenir la hipertensión:

• Disminuye el consumo de sal, es tu principal enemigo; se debe consumir menos de 5 gramos al día.
• Practica una dieta cardiosaludable y alimentos que la contengan; también es necesario consumir más frutas, verduras, legumbres, frutos secos, pan, y otros cereales.
• Limitar la ingesta de alimentos ricos en grasas saturadas y eliminar el consumo de grasas trans de la dieta.
• Beber mucha agua.
• No fumes: el tabaco aumenta la presión arterial y la frecuencia cardiaca; además, las personas hipertensas fumadoras multiplican el efecto perjudicial del tabaco.
• Cuidado con el alcohol: un consumo excesivo provoca el incremento de la presión arterial y otras alteraciones perjudiciales el corazón y otros órganos.
• Controla el sobrepeso, rebajarlo reduce la presión arterial, y disminuye el riesgo cardiovascular y de diabetes.
• Realiza ejercicio de manera regular bajar las cifras de presión arterial; aparte, aumenta la masa muscular y la capacidad de esfuerzo, y ayuda a controlar el peso, así como a disminuir el riesgo cardiovascular; hacer al menos 40 minutos de ejercicio aeróbico moderado a vigoroso al menos 3-4 días a la semana es necesario.
• Usa aceite de oliva como grasa principal e incrementa la ingesta de aves y de pescado, en detrimento de las carnes rojas.
• Reducir el estrés y todos aquellos factores que lo provoquen.
• Medir periódicamente la presión arterial.