Lo que no debe faltar en tu botiquín estas vacaciones

Ángeles Castejón GómezCoordinadora de urgencias del Hospital Quirónsalud Murcia

Llegan fechas marcadas por viajes y desplazamientos de todo tipo y en muchas modalidades. Todos tenemos en la cabeza los básicos que deben entrar en la maleta o en la mochila y que difícilmente se olvidan: la ropa de playa o las botas de montaña, el bañador o las botas, la ropa interior, el neceser, las camisetas y alguna prenda de abrigo por si refresca.

Pero hay algo que se tiene menos en cuenta y que tiene tanta importancia, o más, que todo lo anterior: el botiquín. Salir de viaje sin botiquín básico es arriesgarse al encuentro con situaciones difíciles. No llevarlo es exponerse a riesgos innecesarios y, en cambio, componerlo es sencillo, barato y fácil de transportar.

Mi botiquín básico, el que yo me llevo a todos mis desplazamientos contiene lo siguiente:

  • Esparadrapo o cinta adhesivaLo que no debe faltar en tu botiquín estas vacaciones
  • Vendas
  • Gotas oculares emolientes para evitar la sequedad de la retina
  • Repelente de insectos
  • Tratamiento para picaduras de insectos
  • Antiséptico limpiador de heridas
  • Sales de rehidratación oral
  • Descongestionante nasal
  • Tijeras y alfileres de seguridad
  • Analgésico sencillo, tipo paracetamol
  • Apósitos estériles
  • Termómetro clínico

Dependiendo del destino, puede ser necesario incluir algún antibiótico específico o un antidiarreico, que se debe consultar con el especialista.

Por supuesto, también hay que incluir el tratamiento médico de uso personal. En este caso, sobre todo si se viaja al extranjero, conviene llevar algún documento que certifique la prescripción de los medicamentos prescritos, por si en el país de origen pudieran despertar sospechas de algún tipo. Por cierto que, en los viajes en avión, yo siempre llevo los medicamentos en el bolso de mano, en previsión de cualquier extravío del equipaje.

El botiquín, siempre a punto

Siempre hay que tener el botiquín preparado y revisado, para cualquier eventualidad. Hay tres ideas esenciales que hay que tener presentes:

En primer lugar, el botiquín debe guardarse en un lugar que lo proteja del calor, la luz y la humedad.

En segundo lugar, hay que revisar de vez en cuando los productos y los medicamentos contenidos en el botiquín para comprobar su estado y su fecha de caducidad.

En tercer lugar, no hay que deshacerse nunca de los prospectos, a fin de poder consultar en cualquier momento las indicaciones, las incompatibilidades y las contraindicaciones de cada medicamento.

Una última indicación: si las vacaciones tienen como destino un país en desarrollo, soy partidaria de visitar al médico un mes o un mes y medio antes de viajar para pedirle indicaciones de vacunación específicas, pero también para solicitarle consejo sobre cualquier otra medida específica que se deba adoptar, por ejemplo en cuanto a prevenciones alimentarias o medicación antipalúdica.

Con estos consejos y el botiquín reseñado, las vacaciones se disfrutan con más seguridad.