Entrenar el cerebro y mantener una vida activa: consejos para la prevención del Alzheimer

Dr. Rafael Arroyo GonzálezJefe de Departamento de Neurología del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo y del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid

Esta semana celebramos el Día Mundial del Alzheimer, una enfermedad degenerativa grave que según las cifras de la Sociedad Española de Neurología afecta a alrededor de 800.000 personas en nuestro país y que se calcula afectará aproximadamente al doble de personas en 2050.

Entrenar el cerebro y mantener una vida activa: consejos para la prevención del Alzheimer

Desafortunadamente, es un cuadro lentamente progresivo que padecen gran número de pacientes en el mundo y que aún carece de una respuesta terapéutica que permita hablar en la actualidad de tratamientos efectivos, pero sigue resultando determinante tanto su detección precoz como la mejora del autocuidado, controlando los factores de riesgo cerebrovasculares y potenciando hábitos de vida saludables que ayuden al cerebro a prevenir la enfermedad.

Y es que, aunque la edad es el principal factor de riesgo para desarrollar Alzheimer, esta enfermedad no es una consecuencia inevitable de envejecer. La edad y ciertos aspectos genéticos, influyentes, pero no determinantes, se encuentran entre los factores de riesgo para el desarrollo de la enfermedad. Eso no lo podemos cambiar, por lo que hablamos de factores de riesgo no modificables.

Pero también existen otros factores que pueden influir en el desarrollo de la enfermedad y que sí podemos tratar de mejorar. Múltiples estudios relacionan la salud cardiovascular con la salud cerebral, por lo que cobra especial relevancia aquello de que “lo que es bueno para el corazón, también es bueno para el cerebro”.

Así, controlando los factores de riesgo cerebro-cardiovascular, podremos ayudar a nuestro cerebro a prevenir el Alzheimer y, al mismo tiempo, mantener un cerebro sano. ¿Cómo? Estos son algunos consejos:

  • Controlar la hipertensión, el colesterol, la obesidad y la diabetes. Es importante llevar un buen control de los factores de riesgo cerebrovasculares.
  • Seguir una buena dieta en parte basada en nuestra dieta mediterránea: aceite de oliva virgen extra, frutos secos, legumbres, verdura, fruta y pescado. Hay que evitar los alimentos procesados, las grasas saturadas y las carnes rojas y embutidos en exceso. Estamos trabajando muy intensamente en suplementos dietéticos que pudieran generar un entorno antinflamatorio cerebral y de prevención de enfermedades neurodegenerativas.
  • Hacer ejercicio físico adecuado y frecuente. Cualquier actividad física adaptada a las características de cada persona puede ser francamente neurosaludable.
  • Plantear retos a nuestra mente. Participar en talleres, cursos, leer o sencillamente resolver crucigramas son algunos ejemplos de actividades que podemos realizar en nuestro día a día y que nos ayudarán a mantener activo nuestro cerebro, entrenarlo.
  • Tener una vida social y emocional activa. Las relaciones sociales son excelentes para mantener activas las conexiones neuronales. Relacionarse y estar en contacto con el entorno familiar y el círculo de amigos, así como conocer gente nueva, es beneficioso para nuestro cerebro.
  • Dormir y descansar suficiente (nuestro cerebro funciona mucho más rápido y mejor si hemos dormido bien).