Alimentación y salud ocular

Mari Carmen DíazNutricionista de la Unidad de Obesidad de Quirónsalud Alicante

Estamos más que habituados a escuchar que tenemos que cuidar nuestra alimentación y que vigilar lo que comemos es un hábito beneficioso para nuestra salud, en muchos sentidos. Cuidando lo que comemos podemos contribuir a minimizar algunas enfermedades, prevenir ciertas patologías, obtener una mejor forma física y, en definitiva, mejorar nuestro estado de salud. No obstante, lo que quizás no todo el mundo sepa es que hay una serie de alimentos, más allá de la consabida zanahoria, que pueden ayudarnos a cuidar nuestra vista.

Alimentación y salud ocular

La clave está en las vitaminas A, C, D y E, especialmente beneficiosas para nuestra visión por diferentes razones.

En el caso de la vitamina A, por ejemplo, ayuda a la formación de la retina y a mantener sana la conjuntiva. El aporte de esta vitamina, que genera retinol, está indicado para prevenir determinadas complicaciones como el síndrome del ojo seco, la ceguera nocturna o incluso las cataratas, y ayuda a la recuperación de ciertas enfermedades procedentes de infecciones bacterianas. Además de la zanahoria, las frutas y verduras verdes, el maíz, las espinacas, la lechuga, las acelgas o la escarola contienen betacarotenos, luteína y zeaxatina, al igual que el apio, el aguacate, las coles, los berros, las judías verdes o la calabaza. También la naranja, la mandarina, el melocotón, el melón y el mango se engloban en este grupo de alimentos. Por otro lado, la leche y sus derivados, los huevos y el hígado tienen aporte de retinol animal.

La vitamina C, por su parte, tiene efecto antioxidante y resulta un buen captador de radicales, por lo que es buena para nuestra visión, protegiendo nuestro cristalino contra la opacificación, evitando la degeneración del tejido conjuntivo y acelerando la curación de enfermedades. Frutas y verduras como la naranja, el mango, el kiwi, las fresas, el pimiento, el perejil, los espárragos, el brócoli y la coliflor resultan especialmente beneficiosos en casos de retinopatía diabética y reducirán el riesgo de cataratas o vista nublada.

La vitamina D se puede encontrar en alimentos que son ricos en ácidos grasos Omega 3. Conocido por todos es el salmón, pero también está muy presente en el hígado de vaca o el pollo, así como otros pescados azules como las anchoas, la caballa, el atún, el boquerón o la sardina. La ingesta de vitamina D no solo ayuda a preservar las funciones visuales de la retina y prevenir la degeneración macular, sino que puede ayudar a proteger los ojos de las inflamaciones.

El aceite de oliva, las semillas de soja y girasol, el pan integral o frutos secos como las avellanas, almendras y nueces son alimentos ricos en vitamina E, que ejerce como palanca de propiedades antienvejecimiento y nos ayudará a disminuir el riesgo de padecer Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE).

Por último, el zinc es otro aliado en el cuidado de nuestra salud ocular. Se encuentra en una significativa concentración del tejido ocular y puede contribuir a la absorción de vitaminas como la A y evitar la degeneración macular. Los mejillones y las gambas son dos opciones recomendables en este campo.

Qué duda cabe que, ante cualquier duda, dolor o aparición de una patología en los ojos, lo mejor es acudir a un especialista. No obstante, el estilo de vida actual favorece un mayor riesgo de padecer afecciones oculares, debido sobre todo al uso frecuente de dispositivos y al excesivo tiempo que pasamos frente a pantallas. Por esa razón, conocer qué alimentos nos pueden ayudar a mejorar el cuidado de nuestra vista es muy interesante desde el punto de vista de la prevención.