Síndrome de intestino irritable; cómo llevar una vida normal

El Síndrome del Intestino Irritable (SII), más conocido como colon irritable, es un trastorno frecuente que afecta a los intestinos....

Dr. José Wálter HuamánEspecialista en Aparato Digestivo del Hospital Universitari General de Catalunya

Síndrome de intestino irritable; cómo llevar una vida normalEl Síndrome del Intestino Irritable (SII), más conocido como colon irritable, es un trastorno frecuente que afecta a los intestinos. Los síntomas que presenta son dolor e hinchazón abdominal, cólicos, gases, diarrea o estreñimiento. Pero para entenderlo mejor tenemos que saber qué es y cómo funcionan los intestinos. El intestino grueso o colon es un tubo muscular de aproximadamente un metro y medio de largo y es la última estructura en procesar los alimentos, de los que absorbe agua y nutrientes minerales. Además, recibe las sustancias que no se digieren del intestino delgado y las convierte en heces que se expulsan del cuerpo a través del recto y el ano.

¿Qué provoca el síndrome de intestino irritable?

La causa concreta que desencadena el SII se desconoce, pero hay factores que aumentan la posibilidad de sufrir este síndrome:

  • Las paredes del intestino están recubiertas de capas de músculo que se contraen cuando mueven los alimentos. Si estas contracciones son más fuertes de lo normal, pueden provocar gases, hinchazón y diarrea. Si son más débiles, frenan el paso de los alimentos y producen heces duras y secas.
  • Cuando el abdomen se hincha por los gases o las heces duras, las señales nerviosas que el intestino envía al cerebro pueden ser erróneas y hacen que el cuerpo reaccione de manera exagerada a los cambios que normalmente suceden durante el proceso digestivo, provocando dolor, diarrea o estreñimiento.
  • También puede aparecer por un exceso de bacterias en el intestino como consecuencia de haber tenido un episodio de diarrea grave, como puede ser una gastroenteritis, por ejemplo, o por cambios en los microbios intestinales, bacterias, hongos y virus que están en el intestino y juegan un papel importante en la salud.

No hay una prueba definitiva para diagnosticar el SII. Los criterios que se utilizan, después de descartar otras afecciones, son los de ROMA IV, que incluyen dolor y malestar abdominal presentes al menos un día a la semana, seis meses antes del diagnóstico. Además, el dolor y el malestar abdominal deben estar relacionados con cambios en la frecuencia de las deposiciones y la consistencia de las heces.

Existen tres subtipos de SII según el tipo de deposiciones y la consistencia de las heces: el Síndrome de Intestino Irritable que cursa con estreñimiento (SII-E), el Síndrome de Intestino Irritable que cursa con diarrea (SII-D) y el Síndrome de Intestino Irritable Mixto (SII-M) que cursa con diarrea y estreñimiento.

Cómo y a quién afecta el SII

El tratamiento del Síndrome de Intestino Irritable se centra en aliviar los síntomas para poder vivir con la mayor normalidad posible. Los signos y síntomas leves a menudo se pueden controlar reduciendo el estrés, bebiendo mucho líquido y haciendo cambios en la dieta, como evitar los alimentos que generan gases (bebidas alcohólicas y carbonatadas, cafeína, repollo, brócoli, coliflor y frutas crudas); y también cambios en el estilo de vida, como dormir suficiente y hacer ejercicio con regularidad.

Cuando los síntomas son más severos y predomina el estreñimiento, los suplementos de fibra pueden ayudar a controlarlo, o los laxantes osmóticos a base de polietilenglicol o magnesio. Si por el contrario lo que predomina es la diarrea, la loperamida o quelantes de ácidos biliares pueden ayudar a controlarla. El médico especialista será quien decida qué es lo más adecuado.

Una dieta baja en carbohidratos fermentables, FODMAP (Fermentable Oligosacáridos Disacáridos Monosacáridos y Polioles), puede ayudar a aliviar los síntomas del SII. Estos carbohidratos de cadena corta se encuentran en una serie de alimentos que son mal absorbidos en el intestino delgado, absorben agua y fermentan en el colon.

Hay diferentes tipos de carbohidratos FODMAP:

  • Fructanos, que están en el ajo, la cebolla y el trigo.
  • Fructosa, que se encuentra en frutas y miel.
  • Galactanos, en frijoles y legumbres.
  • Lactosa, en los lácteos.
  • Pilioles, que se encuentran en frutas con semillas, como manzanas, aguacates o cerezas, y en alcoholes de azúcares.

La mayoría de las personas pueden tomar alimentos ricos en FODMAP sin ningún problema -además, muchos de estos alimentos estimulan el crecimiento de bacterias buenas en el intestino-, pero las personas con SII suelen ser más sensibles, por lo que una dieta baja en este tipo de alimentos puede ayudar a identificar cuáles son los que desencadenan los síntomas del SII y, así, evitándolos, controlar la afección.