Detectar y afrontar la diabetes en niños, una enfermedad que no sólo afecta a los adultos

Joaquín Gómez VázquezJefe de la Unidad de Diabetes Infantil, adscrito al servicio de Pediatría, en el Hospital Quirónsalud Córdoba

Detectar y afrontar la diabetes en niños, una enfermedad que no sólo afecta a los adultosLa diabetes infantil es el proceso endocrinológico más frecuente en los niños, y se produce como consecuencia de un déficit en la producción de insulina por el páncreas, lo que hace que no puedan absorberse los hidratos de carbono de la alimentación (azúcares). Como consecuencia de este déficit, el niño comienza a presentar sintomatología como pérdida de peso, orinar mucho, beber mucho, etc.

El páncreas deja de producir insulina como consecuencia de un proceso inmunológico que se ve favorecido por una predisposición genética, así como por la existencia de agentes externos, muchos de ellos desconocidos.

Cómo sospechar que nuestro hijo puede tener diabetes

La forma de presentación más clásica y que más llama la atención a los padres es que el niño comienza a beber mucho (polidipsia), a comer mucho (polifagia) y a perder peso. En ocasiones se trata de un hallazgo casual, siendo diagnosticada la enfermedad en un análisis de rutina. La forma más grave es que no se detecten los síntomas y el niño termine en coma (coma cetoacidótico).

Cuando unos padres detecten algunos de estos síntomas deben acudir al pediatra de Atención Primaria, quien efectuará los análisis que crea oportunos para llegar a un diagnóstico que, una vez obtenido, le será reenviado a los equipos especializados en esta enfermedad.

Tipos de diabetes

Existen diferentes tipos de diabetes, siendo la más frecuente en el niño la tipo 1 (que puede aparecer a cualquier edad) y que se produce por un déficit de producción de insulina por el páncreas. Actualmente, como consecuencia de una mala alimentación y el sedentarismo estamos viendo más casos de diabetes tipo 2, más frecuente en el adulto, pero que ya no es rara en el niño.

El tratamiento de esta enfermedad se basa en varios pilares: una dieta adecuada, la administración de insulina, la realización de ejercicio y la educación diabetológica.

El pronóstico va a depender del mantenimiento de la glucosa en sangre el mayor tiempo posible dentro de unos parámetros normales, para lo que es imprescindible el tratamiento adecuado y una buena educación diabetológica.

Un buen control, fundamental

Con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los niños diabéticos y de sus familias y tratar de evitar la aparición de las complicaciones, en la Unidad de Diabetes Infantil del Hospital Quirónsalud Córdoba hemos apostado por las nuevas tecnologías para el control de la enfermedad, como los sistemas ISCI (bombas de infusión continua de insulina) y la monitorización de la glucemia por medio de los diferentes sensores existentes en el mercado.

Esta nueva unidad cuenta también con un Hospital de Día, donde el niño diabético ingresará para realizar educación diabetológica, actualizar su tratamiento o, en caso de que existan enfermedades que lo descompensen como gastroenteritis, fiebre o vómitos, entre otras, estar los responsables de la unidad en contacto durante las 24 horas del día con la familia del niño.

El Hospital Quirónsalud Córdoba aplica el sistema de infusión continua de insulina (bomba de insulina) con un sensor de glucemia para la monitorización continua de la glucosa, que tiene como ventaja que cuando el sensor detecta una hipoglucemia, activa una alarma y detiene la administración de insulina, para reanudarla una vez que desaparezca la hipoglucemia.

La importancia de la educación diabetológica

La educación diabetológica, por su parte, consiste en informar a los padres y al niño, dependiendo de la edad del pequeño, acerca de la enfermedad, cómo se trata, cómo administrarse las inyecciones de insulina, los controles de glucemia, cómo tener una dieta adecuada para cada edad, así como la influencia del ejercicio y de otras enfermedades.

Es importante el diagnóstico y el tratamiento de las hipoglucemias, tanto las severas como las desapercibidas, ya que en el largo plazo pueden producir complicaciones, para lo que idóneamente es necesario el mantenimiento de reuniones informativas periódicas con el médico responsable y la enfermera educadora.