Prevenir la preeclampsia mediante la informática
La preeclampsia es un trastorno del embarazo cuyas causas exactas se desconocen, pero que se cree que pueda estar causada por una interacción entre factores genéticos, ambientales, inmunológicos y cardiovasculares.
Se trata de una enfermedad multisistémica que afecta a entre el 2 y el 8% de las gestaciones. Es la principal causa de parto prematuro y afecta al desarrollo neurológico y cardiovascular de los niños, además de originar otras dificultades como su bajo peso al nacer.
A las madres, la preeclampsia les provoca hipertensión arterial y presencia de proteínas en la orina e incluye síntomas como dolores de cabeza, visión borrosa, hinchazón y dolor abdominal, y consecuencias más graves, como fallo renal y hepático. Es, de hecho, una de las principales causas de su ingreso en UCI.
Si bien la enfermedad no aparece antes de las 20 semanas de gestación, predecir las gestantes con alto riesgo de desarrollarla es prioritario para evitar complicaciones durante el embarazo.
Un programa informático para el cribado
Por eso, el cribado de preeclampsia se realiza en el primer trimestre, entre las semanas 11ª y 13ª de gestación, junto con el cribado de cromosomopatías.
Aparte de los cribados basados exclusivamente en factores de riesgo, existen programas informáticos específicos que nos permiten combinar factores maternos (edad, peso, índice de masa corporal, antecedentes personales y antecedente obstétricos), factores biofísicos (tensión arterial, índice de pulsatilidad de arterias uterinas) y factores analíticos, con el fin de predecir si una gestante tiene riesgo alto de desarrollar preeclampsia precoz.
Estos programas informáticos, que emplean las múltiples variables recomendadas por las autoridades sanitarias, son más eficaces que el cribado basado únicamente en factores de riesgo, ya que tienen en cuenta el valor del índice de pulsatilidad de las arterias uterinas a las 12 semanas, pilar básico para la predicción de la preeclampsia. El índice de pulsatilidad es la medida utilizada en obstetricia para evaluar la circulación materno-fetal.
Una vez calculado el riesgo de preeclampsia en esta fase inicial, el tratamiento consiste en la profilaxis con ácido acetilsalicílico desde la 12ª hasta la 36ª semana de gestación, un medicamento que favorece la placentación (formación de la placenta) y mejora la circulación útero-placentaria, lo que permite reducir la incidencia de preeclampsia precoz en casi el 80% de los casos.
La identificación precoz de las gestantes con alto riesgo de desarrollar esta enfermedad permite adaptarlas a un seguimiento más estrecho como, por ejemplo, el control de la tensión arterial domiciliaria, el estudio mediante ecografía Doppler de las arterias uterinas a las veinte semanas, el estudio analítico en determinados casos (marcadores angiogénicos) y el control del perfil biofísico fetal (peso fetal estimado, curva de crecimiento de la arteria umbilical y de la arteria cerebral media).
Dentro del avance tecnológico global de la ecografía obstétrica de los últimos años, la exploración ecográfica del primer trimestre es la que más ha evolucionado. Ello aporta precocidad en el diagnóstico, facilita el hallazgo de ciertas anomalías estructurales y adelanta con ello el diagnóstico y la toma de decisiones tanto por parte del facultativo como por parte de la gestante. En la obstetricia actual se considera el primer trimestre como el más adecuado para identificar el riesgo de cada gestante y programar un seguimiento individualizado de cada caso.
La puesta en marcha de una Unidad de Diagnóstico Prenatal y Medicina Fetal dentro del servicio de Ginecología y Obstetricia está orientada a ofrecer un servicio integral en esta etapa, realizando las denominadas ecografías de las 12º y 20º semanas, que son fundamentales para conocer el estado y desarrollo del feto, así como para detectar y prevenir enfermedades.