¿Por qué roncan los niños?

Dr. Gonzalo PinJefe del Servicio de Pediatría y de la Unidad del Sueño del Hospital Quirónsalud Valencia

Una frase que los pediatras solemos escuchar con frecuencia en la consulta al preguntar si nuestro paciente ronca es: "Sí, pero eso es normal ¿no?".

La mayoría de los niños roncan cuando están constipados y eso es normal y pasajero pero el problema está en el llamado por los científicos "roncador habitual". Este roncador habitual es un niño/a que, SIN ESTAR CONSTIPADO, ronca más de tres noches por semana durante al menos tres meses.

¿Por qué roncan los niños?

Esto no es bueno para el niño. Cuando esto sucede se está produciendo una dificultad de paso del aire hacia los pulmones, el paladar blando vibra por las turbulencias y la consecuencia final, es una mayor dificultad para aportar el oxígeno adecuado al cerebro del niño en crecimiento.

¿Por qué roncan por la noche y no lo hacen por el día? Durante el sueño, todos los músculos del cuerpo se relajan, incluidos los que mantienen la garganta abierta para que el aire pueda fluir a los pulmones. Lo normal es que la garganta se mantenga lo suficientemente abierta mientras se duerme para permitir el paso del aire, pero esto no sucede en un 10% de los niños que son roncadores habituales y ni entre 1-5 % que presentan apnea del sueño, especialmente entre los 2 y los 8 años sin diferencia de sexo.

Las causas del ronquido y la apnea del sueño en los niños son diversas. La más frecuente a esas edades son el tener unas vegetaciones y/o amígdalas desproporcionadas para su vía aérea superior que es la que discurre desde la punta de la nariz hasta la faringe. Hay otras causas de ronquido que son pasajeras y relacionadas con un resfriado común o por algún tipo de alergia puntual, ya que las alergias provocan inflamación de los cornetes nasales, impidiendo el paso del aire por la nariz y obligando al niño a dormir con la boca abierta para poder respirar. Otras causas no son pasajeras y cada vez son más frecuentes: tener sobrepeso / obesidad que produce un exceso de tejido en el cuello que presiona las vías respiratorias e impide una respiración correcta y/o hacer una vida sedentaria pegados a las pantallas. Evidentemente algunas deformidades del paladar o de la cara pueden también contribuir.

La apnea del sueño infantil sucede cuando se detiene la respiración mientras duerme por cualquiera de las causas que hemos dicho.

Las adenoides, también llamadas vegetaciones, se encuentran en la parte posterior de la nariz; su función, al igual que las amígdalas es, entre otras, captar bacterias y ser una fábrica de anticuerpos que nos defienden de las infecciones. Cuando no funcionan correctamente, crecen en exceso y provocan una obstrucción que impide respirar por la nariz dejan de tener esta misión.

El problema en el sueño se agudiza en determinadas fases del sueño (especialmente la llamada fase REM) en las que se relaja toda la musculatura. Al estar relajados y flácidos provocan la obstrucción de la vía aérea del niño. Esa ha sido, hasta hace poco, las causa principal, pero en los últimos años en los que la población infantil de nuestro país tiene una alta tasa de obesidad/sobrepeso cada vez existe una mayor prevalencia de apneas de sueño en la infancia asociada a la obesidad o al sobrepeso y al sedentarismo de los pequeños.

El trastorno puede llegar a tener consecuencias negativas en el desarrollo y crecimiento del niño, así como una mayor probabilidad de tener problemas de corazón o pulmonares en la edad adulta. Al no respirar adecuadamente mientras duermen, los pequeños suelen despertarse con frecuencia, lo que hace que el sueño sea ligero y poco reparador y no tienen un descanso adecuado. Por eso, si estamos ante un niño con sobrepeso/ obesidad o roncador habitual que se despierta por la noche antes de tratar o hacer cosas para que no se despierte, es conveniente asegurarnos de que ese despertar no es una respuesta de auxilio del organismo para reanudar la respiración y oxigenar su cerebro. Para un correcto desarrollo del sistema nervioso central, el niño necesita un aporte de oxígeno adecuado las 24 horas del día, no sólo por el día.

Y esto también es importante, puesto que dormir bien es fundamental durante la infancia. El crecimiento del sistema nervioso depende en gran medida de las horas de sueño. El 60 por ciento de secreción total de la hormona de crecimiento se produce durante las primeras horas de sueño.

Si no se detecta la apnea obstructiva del sueño a tiempo, el pequeño puede tener problemas de atención, de aprendizaje, somnolencia o hiperactividad durante el día. Dormir bien aumenta la memoria y el aprendizaje. El sueño fortalece el sistema inmune, lo que hace que disminuya la vulnerabilidad a las infecciones y a las enfermedades. Por el contrario, la falta de sueño es un factor de riesgo para tener sobrepeso. Además, los problemas de sueño en los niños afectan a toda la familia, aumentando el estrés y la irritabilidad de los padres.

Cada niño es diferente y, por lo tanto, el tratamiento dependerá del origen del problema, de la edad del menor y de otros factores que habrá que estudiar, como el entorno familiar, por ejemplo. La técnica más común para solucionar el problema del ronquido y, por tanto, de la apnea del sueño ha sido durante muchos años quitar las amígdalas o las vegetaciones. Hoy existen otros métodos como es la ortodoncia pediátrica, la neumología y el tratamiento farmacológico.

Aunque la primera visita de ortodoncia es a los 6 años, es importante adelantarla si observamos que el niño ronca y valorar si está indicado un tratamiento de ortodoncia interceptiva, ya que se trata de un tratamiento muy eficaz en determinadas situaciones y no es invasivo. Se trata de ensanchar unos milímetros el paladar para que las vías aéreas tengan más espacio y pueda respirar mejor, evitando así los ronquidos y la apnea obstructiva del sueño. El resultado se puede apreciar en pocas semanas y, además de ampliar las vías aéreas, se está ganando espacio para que los dientes permanentes salgan sin apiñarse.