Revisar la vista a menudo evita la ceguera por glaucoma

Dr. Alfredo Castillo y Dr. Carlos PalominoEspecialistas del Servicio de Oftalmología del Centro Médico-Quirúrgico Olympia – Grupo Quirónsalud

El 80 por ciento de la información que percibimos del exterior la recibimos a través de la vista. Para una gran mayoría de personas, de nuestros cinco sentidos, la vista es el más importante. Percibimos formas, distancias, posiciones, tamaños y colores de todas las cosas que nos rodean. Nuestra visión es un bien preciado que debemos proteger de problemas o patologías, pero para entender cómo funciona este sentido tan importante lo primero que tenemos que conocer es su órgano principal: el ojo.

Revisar la vista a menudo evita la ceguera por glaucoma

El ojo humano funciona como una cámara de fotos: la córnea, que es transparente, forma la primera lente del objetivo del ojo. El cristalino es el zoom, enfoca las distancias. La pupila, controlada por el iris, se contrae o se dilata mediante el músculo iridiano para adaptarse a las distintas condiciones de luz, como el diafragma de la cámara fotográfica. Y la retina es como la película que recoge la luz, la transforma en impulsos eléctricos y los transmite, a través del nervio óptico, al cerebro, que los convierte en imágenes. Cuando el nervio óptico se daña, se produce el tan temido glaucoma.

Qué es el glaucoma

El glaucoma es una enfermedad del nervio óptico que se relaciona con la presión intraocular y que produce una reducción progresiva del campo visual que puede llegar a la ceguera. En la reducción del campo visual van apareciendo puntos ciegos en la visión. Este deterioro está relacionado en la mayoría de los casos con un aumento de la presión en los ojos, aumento que sucede cuando el líquido que fluye por el interior del ojo (humor acuoso) se acumula en el interior porque el sistema de drenaje no funciona adecuadamente. El glaucoma puede aparecer a cualquier edad y es una de las principales causas de ceguera a nivel mundial. Los síntomas suelen empezar muy lentamente y como no produce enrojecimiento, dolor o molestias no se noten cambios en la visión hasta que la afección está en una etapa muy avanzada. Por eso es muy importante realizar exámenes oculares periódicos a partir de los cuarenta años midiendo la presión ocular ya que si se diagnostica a tiempo se puede prevenir la pérdida de visión.

Cómo detectar el glaucoma

Para conseguir un diagnóstico correcto y poder detectar el glaucoma de manera precoz, hay que realizar un examen completo de ojos, con dilatación pupilar incluida. El estudio es sencillo e indoloro , tomado la presión intraocular y midiendo el grosor de la cornea y antes de terminar se ponen unas gotas para dilatar las pupilas examinando la retina y el nervio óptico. Actualmente el nervio óptico se mide con analizadores de imagen (tomografía de coherencia óptica) que nos cuantifican el número de células o fibras nerviosas que han sido dañadas por el glaucoma. También se realiza una prueba de campo visual para valorar la visión periférica y la aparición de sombras. Como hemos dicho, al principio el glaucoma no presenta sintomatología alguna; por eso, la mitad de las personas que lo padecen no saben que lo tienen. A medida que pasa el tiempo, estas personas van perdiendo la visión, empezando por la parte periférica progresando hacia el centro. De ahí la importancia de realizar el campo visual. Sin tratamiento adecuado, el glaucoma lleva a la ceguera.

Factores de riesgo

Cualquier persona puede desarrollar glaucoma, pero algunas tienen más riesgo de padecerlo como a) personas con antecedentes familiares de glaucoma, ya que es hereditario b) Edad. Cuanto mayor edad mayor riesgo de glaucoma c) Presión ocular elevada como ya hemos comentado aunque hay un bajo porcentaje en que ocurre con la presión normal (glaucoma de tensión normal) d) Morfologia de riesgo del nervio óptico (por eso hay que revisar el nervio óptico) d) Otros factores como miopía o hipermetropía extrema, diabetes, migrañas pueden influir.

Tratamiento

El tratamiento del glaucoma hay que realizarlo precozmente. Se puede emplear gotas, laser o cirugía según la afectación de la enfermedad. El tratamiento inicial suele ser con gotas hipotensoras que reducen la presión intraocular, bien disminuyendo la producción de humor acuoso o bien aumentado la salida del mismo. Existen diferentes grupos farmacológicos que se pueden asociar y combinar. Como es un tratamiento para toda la vida se suelen emplear colirios que no contengan conservantes y de esa manera protejan más la película lagrimal.

El láser también se puede emplear mediante la trabeculoplastia selectiva (SLT) que reduce la presión mejorando la salida de humor acuoso. Es indoloro y se puede repetir periódicamente. En ocasiones se puede utilizar como primer tratamiento y evitar el uso de gotas.

Por último está la cirugía de glaucoma cuyo objetivo es generar vias alternativas de salida al humor acuoso que se retiene en el ojo y que sube la presión. Existe la cirugía clásica que es la trabeculectomia y que talla la esclera creando una fístula protegida. Alternativamente se pueden emplear válvulas y tubos que realizan la misma función que la trabeculectomia pero con menos manipulación quirúrgica. Dentro de las válvulas se encuentran los MIGS (Microincision Glaucoma Surgery) que son menos invasivos siendo la recuperación visual más rápida.

Como conclusión, se recomienda realizar exámenes oftalmológicos periódicos para detectar cualquier alteración y sobre todo el glaucoma ya que es una enfermedad progresiva irreversible que necesita detectarse precozmente para aplicar el tratamiento más conveniente y detener su progresión.