Llega la primavera y todo el cuerpo se altera

Antonio de Dios GonzálezJefe del Servicio de Psicología del Hospital Quirónsalud Marbella

Llega la primavera y todo el cuerpo se alteraLa primavera ha llegado. Lo dicen las vallas publicitarias de los grandes almacenes anunciando ropa ligera y de vivos colores. Lo vemos en los parques, más verdes y floridos, y lo notamos en nosotros mismos, que nos sentimos más alegres, más llenos de energía y con más ganas de hacer cosas, especialmente al aire libre. Y esto se debe, fundamentalmente, al aumento de horas de luz y al buen tiempo que empieza en esta época del año, después de pasar un largo y frío invierno. Pero estos cambios tan primaverales pueden provocar desajustes en ciertas hormonas y neurotransmisores de nuestro organismo que hacen que nos sintamos eufóricos o todo lo contrario. Sí, el refrán tiene razón: "La primavera la sangre altera".

La eurofira primaveral

La sensación de euforia que tenemos cuando llega la primavera tiene su explicación: se debe a que en esta época del año los días son más largos, hay más luz solar y el termómetro empieza a subir. La luz estimula la producción de ciertas hormonas como la serotonina, la sustancia que utilizan los nervios para enviarse mensajes (neurotransmisor), que cuando está en niveles bajos puede causar depresión. El aumento de luz también elimina la producción de melatonina, una hormona muy importante en los ciclos del sueño y la vigilia. La producción y liberación de melatonina en el cerebro está relacionada con la hora del día, disminuyendo cuando hay luz y aumentando cuando está oscuro.

Otras hormonas como la oxitocina, la noradrenalina, las feromonas o la dopamina, conocida como la hormona de la felicidad, son sustancias químicas que nuestro cuerpo libera y están relacionadas con la atracción sexual, la alegría, el placer y provocan un aumento del interés por hacer actividades, por relacionarnos con otras personas. Nos hacen sentir emociones agradables. El aumento de horas de luz y la subida de las temperaturas nos lleva a colgar la ropa de abrigo, vestir prendas más ligeras y coloridas y realizar actividades fuera de casa, lo que también nos llena de energía positiva. Nuestro organismo ha despertado del letargo invernal caracterizado por las bajas temperaturas y las pocas horas de luz.

No todo es felicidad

En primavera hay que cambiar el reloj -se debe adelantar una hora-, lo cual nos quita una hora de sueño. Este cambio, unido al cambio de luz y de clima, requiere un proceso de adaptación, ya que nuestro organismo tiene que readaptarse. Estos cambios pueden provocan una alteración emocional muy diferente en cada persona. En algunos casos puede ser positiva, la euforia primaveral, y en otras ocasiones negativa, lo que se conoce como astenia primaveral.

Más de la mitad de la población, cuando llega esta época, presenta cansancio, somnolencia, falta de energía, ansiedad, problemas de sueño, disminución de la libido o falta de motivación para hacer cosas, síntomas que se asocian con la astenia primaveral. Afortunadamente, todo desaparece en una o dos semanas, según cada persona, hasta que el organismo se adapta a los cambios.

Antonio de Dios González
Antonio de Dios González, Jefe del Servicio de Psicología del Hospital Quirónsalud Marbella

Control de la astenia primaveral

No hay un tratamiento específico para astenia primaveral, pero sí se pueden minimizar sus efectos si ayudamos a nuestro organismo a adaptarse a estos cambios con una serie de medidas sencillas, como son:

  • Anticiparnos al cambio horario, adaptándonos poco a poco a la nueva rutina diaria, antes de que se produzca.
  • Hacer ejercicio físico moderado y de forma regular. Esto liberará estrés y facilitará el sueño.
  • Dormir entre 7 y 8 horas diarias.
  • Comer de manera sana y equilibrada, incluyendo frutas, verduras y cereales en la dieta diaria.
  • Mantenernos hidratados y beber agua suficiente, pues en esta época se suda más y el organismo necesita recuperar el líquido que pierde.
  • Aprovechar la energía positiva para iniciar una nueva actividad que nos guste o algún cambio en nuestra vida personal o laboral.
  • Y, sobre todo, disfrutar de la primavera.