Tratamientos personalizados frente a la enfermedad inflamatoria intestinal

Dr. Manuel Medina CruzExperto en Neurogastroenterología del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa

La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) la padecen más de 350.000 personas en España y afecta seriamente a su calidad de vida, según datos de la Confederación de Asociaciones de Crohn y Colitis Ulcerosa (ACCU).

Tratamientos personalizados frente a la enfermedad inflamatoria intestinal

Esta enfermedad, que agrupa variantes como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, es cada vez más frecuente y engloba un conjunto de trastornos inflamatorios crónicos que afectan principalmente al intestino y, a veces, a otros órganos como la piel, los ojos, el hígado o las articulaciones.

La buena noticia es que hay notables avances en los tratamientos personalizados, que están cambiando la evolución de estas enfermedades.

Interacción de factores

A pesar de que no se conocen causas exactas para su aparición, la hipótesis más aceptada contempla la interacción de varios factores genéticos, ambientales y biológicos.

Los factores individuales y ambientales terminan incidiendo en la microbiota intestinal, sobre la que provocan una alteración y una activación incontrolada del sistema inmunitario, de modo que el paciente se ve afectado no solo por el malestar de la enfermedad inflamatoria, sino también por el desequilibrio de la microbiota, que es la que provoca el malestar general y la pérdida de calidad de vida, que se traduce en distimias o alteraciones del estado de ánimo.

La conexión cerebro-intestino es anatómica y hormonal, y alteraciones a este nivel también están presentes en pacientes afectos de enfermedad inflamatoria intestinal, de manera que una microinflamación intestinal predispone a tener mayor componente ansioso-depresivo en estos pacientes. De ahí la importancia de controlar esta inflamación, la integridad de la membrana intestinal y la calidad de nuestra microbiota.

Perfil y sintomatología

Los síntomas pueden ser muy variados, a veces incluso leves, y son tan diversos que pueden retrasar el diagnóstico.

Los más habituales son la diarrea, el dolor abdominal y la emisión de sangre en las heces o la pérdida de peso. Cuando se da en niños, se puede manifestar con retraso en el crecimiento y en la maduración sexual. La enfermedad incide sobre todo en gente joven con una merma muy importante en su calidad de vida, a menudo con síntomas incapacitantes.

Dr. Manuel Medina Cruz
Dr. Manuel Medina Cruz

La existencia en la familia de pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (EII) constituye un factor de riesgo importante para su desarrollo, con hasta un 20% de riesgo de desarrollo de la enfermedad si los dos progenitores la presentan, por lo que la realización de pruebas diagnósticas cuando existe algún antecedente familiar cobra un especial interés en presencia de síntomas compatibles.

Hay que tener muy en cuenta que el Crohn y la colitis ulcerosa son enfermedades crónicas que combinan brotes de actividad con otros periodos en los que el paciente está totalmente asintomático. Esto implica que existan tratamientos diferentes dependiendo del periodo en el que se encuentre la enfermedad, siempre con el objetivo de controlar la sintomatología, las lesiones intestinales que pueden aparecer, mantener la remisión clínica y el estado nutricional óptimo del paciente, así como evitar la recurrencia de la enfermedad en caso de cirugía previa e incrementar su calidad de vida, con una integración adecuada en su medio laboral y social.

Para el tratamiento, se dispone de distintos grupos de fármacos, que van desde los más simples como pueden ser las mesalazinas o esteroides, hasta más complejos, como son los fármacos biológicos y moléculas pequeñas de última generación. El uso de fármacos neuromoduladores, como antidepresivos o ansiolíticos, pueden ayudar a modificar la producción hormonal que regula, aparte del estado de ánimo, la función digestiva. Igual que cada paciente es distinto a otro, aunque padezcan la misma enfermedad, el tratamiento también es individualizado y puede ser diferente de un paciente a otro.

Por todo ello, los esfuerzos médicos y de investigación se centran en hacer más visible esta enfermedad, así como en buscar nuevas líneas de tratamiento personalizado que mejoren la calidad de vida de los pacientes que sufren enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.

Los avances son prometedores.