Bruxismo: una amenaza para la salud bucal

Dr. Manuel Chamorro PonsJefe de Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo y del Hospital Quirónsalud San José

Bruxismo: una amenaza para la salud bucalEl bruxismo es un trastorno común, pero problemático, que afecta a muchas personas. ¿Sabemos por qué se produce?, ¿cuáles son sus factores de riesgo?, ¿cómo puede afectar a la salud? y ¿cuáles son las opciones de tratamiento disponibles?

El bruxismo es el hábito de apretar o rechinar los dientes, ya sea de forma consciente o inconsciente, durante el día o la noche, excluyendo las horas de las comidas. Hay dos formas principales de bruxismo: el céntrico, que implica el apretamiento de los dientes, y el excéntrico, que además involucra el frotamiento de los dientes.

No existe una causa específica para el bruxismo. Se trata de un trastorno de conducta, un hábito patológico difícil de eliminar. Si bien no se puede determinar una causa única, situaciones de estrés y ansiedad a menudo contribuyen al inicio y mantenimiento de este hábito perjudicial.

Esta patología afecta con mayor frecuencia a las mujeres y, como se mencionó anteriormente, el estrés y la ansiedad pueden ser factores desencadenantes. Además, algunas anomalías en la oclusión dental o el encaje de los dientes también pueden estar presentes en ciertos casos.

Puede afectar a cualquier persona, incluidos los niños. Sin embargo, el perfil típico del paciente con bruxismo suele ser una persona entre 30 y 55 años que vive con cierto grado de ansiedad y estrés.

El constante apretamiento y rechinamiento de los dientes conduce a su desgaste excesivo. Además, genera una contractura intensa en los músculos de la masticación, como los maseteros y temporales.

A largo plazo, el bruxismo también puede causar daño en las articulaciones temporomandibulares (ATM). Inicialmente, se puede experimentar sobrecarga funcional y dolor al abrir la boca y al masticar. A medida que la afección empeora, el daño al menisco articular puede provocar deshidratación y adelgazamiento del mismo, lo que afecta su función amortiguadora. Esto se manifiesta con ruidos y chasquidos articulares, y el dolor se intensifica. En etapas avanzadas, puede haber dificultad para abrir la boca y un dolor intenso con cualquier movimiento. En casos extremos, las articulaciones temporomandibulares pueden llegar a destruirse por completo.

El tratamiento del bruxismo implica varios enfoques. Inicialmente, se recomienda el uso de una férula de descarga, que coloca la mandíbula en una posición óptima y actúa como un amortiguador para evitar que la presión llegue a la articulación. Además, esta férula protege los dientes del desgaste excesivo. En algunos casos, se puede utilizar la toxina botulínica (Bótox) para infiltrar los músculos masticadores y lograr una relajación intensa, lo que mejora la función y el bienestar.

Sin embargo, es crucial destacar que la colaboración del paciente es esencial en el tratamiento del bruxismo. Debe comprender la importancia del problema y esforzarse por corregirlo. Durante el día, es importante mantener una posición relajada de la mandíbula sin contacto entre los dientes. Durante la noche, se debe utilizar la férula de descarga y seguir las revisiones periódicas con el especialista.

La cura definitiva implica abandonar el hábito por completo. Hemos tratado pacientes cuyas articulaciones temporomandibulares estaban irrecuperables debido al bruxismo. Otros han experimentado un desgaste dental significativo. Cualquier tratamiento que se aplique tendrá resultados limitados si el paciente continúa apretando los dientes. Abandonar este hábito es fundamental. Aunque algunos pacientes cuestionan cómo pueden dejar de apretar los dientes durante la noche, cuando están dormidos y no son conscientes de ello, la realidad es que son pocos los que solo aprietan los dientes mientras duermen. La mayoría también lo hace durante el día.

Dr. Manuel Chamorro Pons
Dr. Manuel Chamorro Pons

El bruxismo no solo es perjudicial cuando se realiza con gran intensidad y notoriedad. Incluso ejercer una presión leve o sin percibir una gran intensidad durante muchas horas puede causar daños. La posición ideal o de reposo implica una ligera separación entre los dientes superiores e inferiores, sin que entren en contacto. Esta es la posición que debemos adoptar y mantener, y solo debemos juntar los dientes al masticar durante las comidas. Si bien abandonar el hábito de bruxismo puede ser un desafío, es un paso crucial para comprender su importancia y los perjuicios que puede causar en nuestra salud si no lo superamos.

En conclusión, el bruxismo es un trastorno perjudicial que afecta a la salud bucal y las articulaciones temporomandibulares. Aunque existen tratamientos para aliviar los síntomas, la cura definitiva requiere abandonar el hábito bruxista. Con la colaboración del paciente y el seguimiento adecuado, podemos lograr una mejora significativa en la calidad de vida y la salud oral.