Osteoporosis, una enfermedad silenciosa, que no da síntomas, y cada vez más frecuente entre los españoles: cómo detectarla

Una mayor esperanza de vida está favoreciendo el aumento de osteoporosis entre los españoles. Concretamente, alrededor de 200 millones de personas en el mundo padecen osteoporosis, según la Fundación Internacional de Osteoporosis; una patología que se estima que afecta a 2,5 millones de españoles mayores de 50 años, según la Sociedad Española de Reumatología, y especialmente a las mujeres.

Se trata de una enfermedad crónica que va en aumento y cuyo impacto en la salud viene determinado por las fracturas óseas que provoca. Produce una disminución de la densidad ósea, lo que aumenta la fragilidad de los huesos, y en consecuencia el riesgo de fracturas. De esta manera las personas que la padecen tienen un mayor riesgo de fracturarse los huesos.

Especialmente puede afectar a la columna vertebral, a las caderas, y a las muñecas. Estas fracturas pueden producir además dolor crónico, limitaciones físicas, pérdida de independencia, así como una notable disminución de la calidad de vida.

La frecuencia, tanto de osteoporosis, como de fracturas aumenta especialmente con la edad de las pacientes, sobre todo a partir de los 80 años. Por ello, es importante prevenir a tiempo esta complicación.

El problema de las fracturas

Así, la osteoporosis es conocida como la enfermedad silenciosa porque no produce síntomas. La complicación más grave de esta patología son las fracturas, que pueden aparecer años después de iniciarse el proceso de osteoporosis. Además del dolor agudo y, en ocasiones, crónico, que producen, las fracturas se relacionan con una menor calidad de vida y con una mayor mortalidad en el caso de la fractura de cadera.

Los síntomas de la osteoporosis suelen pasar desapercibidos en las primeras etapas, lo que hace que sea importante prestar atención a ciertos signos de advertencia. Estos síntomas pueden incluir dolor óseo, pérdida de estatura gradual, postura encorvada y aumento del riesgo de fracturas incluso con lesiones menores. Es importante que las personas que experimenten estos síntomas consulten a un médico para un diagnóstico y tratamiento adecuados.

Más frecuente entre las mujeres

Las mujeres son el grupo de población que sufre de osteoporosis con mayor frecuencia. Especialmente afecta a las mujeres posmenopáusicas, una vez que el estímulo estrogénico/hormonal deja de proteger al hueso, haciendo que disminuya de forma rápida la masa ósea.

De hecho, se debe recordar que el periodo de la menopausia es el que mayor pérdida de masa ósea presenta, y es el momento adecuado para su evaluación inicial, de cara a prevenir futuras fracturas.

No obstante, se debe hacer hincapié en que no solo las mujeres presentan osteoporosis. También en los hombres se presenta esa debilidad ósea, aunque más tarde y, sobre todo, secundario a otras enfermedades, a fármacos o tóxicos o influido por estilos de vida sedentarios y la alimentación.

Prevenir la osteoporosis

Por ello, prevenir la osteoporosis es fundamental, no solo por su impacto a nivel clínico y social, sino también económico, por los costes que asocia, ya que compromete la movilidad del paciente, puede ocasionar discapacidad en el largo plazo, a la vez que conlleva unos elevados costes económicos derivados de las atenciones médicas que son necesarias.

Para prevenir la osteoporosis se recomienda siempre el diagnóstico precoz y el cambio de hábitos de vida, dando suma importancia al ejercicio físico y a una dieta saludable, dejar de fumar, o tomar suplementos de calcio y de vitamina D.

Además, cuando el riesgo de fractura es muy alto, o ya existe alguna fractura, es necesario realizar un tratamiento farmacológico, que varía entre fármacos que estimulan la formación ósea y otros que disminuyen su destrucción. Su indicación debe individualizarse y tener en cuenta la situación concreta de cada paciente.

No hay que olvidar por otro lado que los factores genéticos son importantes en la aparición de osteoporosis y de fracturas por fragilidad ósea: Los antecedentes familiares marcan un mayor riesgo de sufrir también osteoporosis o fracturas, y es recomendable un seguimiento estrecho.