El soplo cardiaco en los niños, una realidad que preocupa a muchos padres pero que suele ser benigna

Doctor José ArroyavePor el doctor José Arroyave, pediatra especialista en Cardiología del Hospital El Pilar (Barcelona)

Los soplos cardíacos son muy frecuentes y la mayor parte no deben ser motivo de preocupación, puesto que no afectan en absoluto a la salud del niño. Concretamente, se llama soplo a los ruidos que hace la sangre al pasar por el corazón, un fenómeno bastante más frecuente de lo que pensamos en los menores, y en la mayor parte de los casos benigno.

Así, la mayor parte de las personas que tiene soplos cardíacos no presenta síntomas. Además, estos generalmente se descubren durante un reconocimiento médico realizado debido a otros factores, tales como dolor en el pecho, falta de aliento, cansancio, o la presencia de una coloración azulada en la piel, o en las puntas de los dedos (lo que se denomina ‘cianosis’).

Incluso también pueden descubrirse en revisiones rutinarias, y sin ningún síntoma asociado aparente. Por este motivo es también importante el mantener una regularidad en las visitas al pediatra en función de la edad del niño.

EL SONIDO DEL CORAZÓN

Para poder entender en qué consisten estos ‘ruidos’ del paso de la sangre por el corazón es importante partir de la idea de que los sonidos normales de este órgano se producen en pares. A menudo se describen como un constante ‘lab-dab, lab-dab’.

El primer ‘lab-dab’ es el sonido que producen las válvulas mitral y tricúspide al cerrarse. El segundo ‘lab-dab’ es el sonido que producen las válvulas aórtica y pulmonar al cerrarse inmediatamente después. Pero si hay un problema, aparte de este ‘lab-dab’ normal puede producirse un soplo cardíaco o turbulencia del paso de la sangre dentro de las cámaras cardíacas.

Algunos soplos cardíacos son de un tipo inofensivo denominado ‘soplo funcional’ o ‘soplo inocente’. Son comunes en los niños y no requieren tratamiento alguno, ni tampoco cambios en el estilo de vida. Estos soplos funcionales tienen un pico máximo de incidencia en torno a los 5-6 años y en la mayoría de los casos desaparecen al llegar a edad adulta. Sin embargo, otros pueden ser síntomas de un problema cardíaco más grave.

POSIBLES CAUSAS DE LOS SOPLOS

Los soplos pueden producirse cuando la sangre debe pasar por una válvula estrechada (lo que se denomina estenosis), o cuando se filtra hacia atrás por una válvula defectuosa (lo que se denomina regurgitación).

Por otro lado, estos problemas valvulares pueden ser congénitos (de nacimiento) o producirse más adelante, por ejemplo, como efecto secundario a una fiebre reumática, una enfermedad arterial coronaria, una endocarditis infecciosa, o el propio proceso de envejecimiento.

En otros casos, puede producir un soplo un defecto cardíaco, como un orificio en una de las paredes del corazón. Procesos como un embarazo, la anemia, la presión arterial alta, la fiebre, o una glándula tiroides hiperactiva, también pueden ocasionar un soplo cardíaco intermitente.

Con ello, en el caso de los niños es importante determinar si el soplo es inocente o si éste se produce a causa de alguna enfermedad; en cuyo caso debería determinarse el origen para poder ser tratado.

EL DIAGNÓSTICO: LA AUSCULTACIÓN

Habitualmente, el médico podrá oír el soplo cardíaco utilizando un fonendoscopio para escuchar el corazón (una técnica denominada ‘auscultación cardíaca’). Los soplos cardíacos cambian según la posición del cuerpo o la respiración, por lo que es posible que se revise al paciente de pie, en cuclillas, y acostado, y que se le pida que respire profundamente o que contenga la respiración mientras el médico escucha el corazón.

Para determinar si el soplo es funcional, o si se debe a otro problema del corazón, el profesional médico también podría ordenar los siguientes estudios: Una radiografía de tórax para determinar si el corazón está agrandado; una electrocardiografía (ECG) para determinar si hay alguna irregularidad de los latidos (arritmia) o si el corazón está agrandado; o bien una ecocardiografía para examinar el funcionamiento de la válvula, el movimiento de la pared del corazón, y el tamaño del corazón.

CUÁNDO CONSULTAR CON EL ESPECIALISTA

Tanto si el niño ha sido diagnosticado con un soplo, como si no lo ha estado, será necesario acudir al pediatra o a Urgencias (en función de la premura) si se presentan síntomas de una enfermedad cardíaca como, por ejemplo: Problemas alimentarios; no aumenta de peso normalmente; problemas para respirar; sensación de mareo; respiración rápida o labios de color azul; piernas o pies de color azul; desmayos; cansancio o dificultad para hacer ejercicio; dolor de pecho.

El tratamiento del soplo cardíaco depende de la causa. En el caso de los soplos cardíacos funcionales generalmente no necesitan tratamiento alguno. Si el soplo cardíaco se debe a una enfermedad subyacente, como puede ser una presión arterial alta, o anemia, por ejemplo, se trata esa enfermedad. Si el soplo cardíaco es consecuencia de una enfermedad de la válvula en sí (enfermedad valvular intrínseca), o de otros defectos del corazón, podría ser necesario administrar medicamentos, o bien realizar un procedimiento quirúrgico.