Pronunciar mal y otros problemas si no se trata el frenillo lingual en niños

Dr. Carlos O´Connor ReinaCodirector del servicio de Otorrinolaringología del Hospital Quirónsalud Marbella y presidente de la Comisión de Roncopatía y Trastornos Respiratorios del Sueño de la Sociedad Española de Otorrinolaringología (SEORL)

Pronunciar mal y otros problemas si no se trata el frenillo lingual en niñosEl frenillo lingual es el gran olvidado dentro de las muchas patologías que pueden aparecer en el recién nacido. Si no se detecta a tiempo pueden padecerse muchas secuelas el día de mañana, que además pueden influir negativamente sobre el desarrollo del bebé. Concretamente, se calcula que entre un 5% y un 10% de niños nacen con el frenillo de la lengua corto, lo que más técnicamente se conoce como 'anquiloglosia'.

Aunque es habitual diagnosticar este fenómeno antes del primer año, existe un alto porcentaje que se detecta tiempo después, a partir de los 3 años, coincidiendo con la primera etapa del habla.

El diagnóstico precoz en los primeros meses de vida es imprescindible para evitar consecuencias muy importantes a lo largo del desarrollo vital, ya que puede representar el origen de importantes patologías relacionadas con la deglución o la apnea del sueño, entre otras. Precisamente, los otorrinolaringólogos son los especialistas que deben valorar este tipo de patologías linguales.

Qué es la anquiloglosia

Se entiende precisamente como 'anquiloglosia' a la restricción de movimiento de la lengua debido al crecimiento de un tejido fibrótico de origen congénito en la parte inferior que limita su movilidad natural.

Un frenillo lingual corto puede comprometer la lactancia materna del bebé, que es igualmente importante para el desarrollo de las estructuras óseas y el mantenimiento de la respiración nasal, así como de las funciones de deglución, de succión, de masticación, y del habla del pequeño.

Problemas en la deglución

Precisamente, los problemas en la deglución son uno de los más importantes de cara a la edad adulta. Esta anomalía en la rotación de la lengua es responsable de múltiples secuelas que afloran afectando a funciones vitales del ser humano. Entre ellas, la correcta transición del alimento al esófago.

La maniobra deglutoria está íntimamente relacionada con un correcto funcionamiento de la lengua, de manera que, si esa lengua no se mueve con normalidad ocasiona en el largo plazo que otros músculos de la cavidad bucal realicen movimientos de compensación para aliviar esa deficiencia.

Esta circunstancia ocasiona problemas de salud como deformidades dentales, cervicales, y de la musculatura faringea que, en el largo plazo, pueden dar origen a la apnea del sueño o el colapso de la vía aérea superior durante el descanso nocturno.