No hay que alarmarse por la ictericia en el recién nacido

Dra Adelaida Sánchez.Jefa de servicio de pediatría del Hospital Quirónsalud Marbella

Recién nacido. PexelsLa explicación de la ictericia en el recién nacido son altos índices de bilirrubina en sangre. Esto les proporciona nada más nacer un color amarillento que en muchos casos resulta alarmante a los nuevos progenitores. Pero, sin ir más lejos de la realidad, no hace falta inquietarse ya que suele tratarse de un proceso totalmente benigno, bastante frecuente, y con solución.

Sólo hacen falta unos pocos días más en el hospital, y a veces ni eso. En la mayor parte de los casos "no se requiere tratamiento". Los hospitales tienen establecidos en sus protocolos de asistencia a recién nacidos la evaluación de los signos de ictericia. En caso de detectarse esos síntomas, se procede a medir los niveles de bilirrubina de inmediato tomando una prueba de sangre.

La bilirrubina es la sustancia que el organismo produce cuando reemplaza los glóbulos rojos viejos. Todos la tenemos. Lo que pasa es que durante el embarazo es el hígado de la madre el que se encarga de este proceso. Así, mientras el bebé está creciendo en el vientre de la madre, la placenta se encarga de la alimentación y de eliminar la bilirrubina del cuerpo.

Después del nacimiento, el hígado del bebé debe asumir ese trabajo y necesita un tiempo para realizar esa función de manera eficiente. Por ello, se trata de una afección que suele ser benigna y bastante frecuente entre los recién nacidos. Así, la razón de este proceso natural se debe a la adaptación del recién nacido a su vida exterior, fuera del útero materno.

En términos médicos se la denomina como ‘ictericia fisiológica’, y normalmente es más notoria cuando el bebé tiene de 2 a 4 días. No suele causar problemas y desaparece al cabo de 2 semanas.

La piel del bebé suele verse en estos casos amarilla, aunque la mejor manera de cerciorarse de ello es viendo al bebé bajo unas luces fluorescentes. Primero suele aparecer en la cara, para después, conforme van aumentando los niveles de bilirrubina, pasar al resto del cuerpo (abdomen, pecho, brazos y piernas). Hay bebés en los que el blanco del ojo se pone también amarillo cuando hay ictericia.

En qué consiste el tratamiento

Dra. Adelaida SánchezPara estabilizar los niveles de bilirrubina en sangre se propicia la ingesta de líquidos con leche materna o leche maternizada (fórmula), a fin de incrementar las deposiciones y eliminar la bilirrubina a través de las heces.

Algunas veces es necesario reforzar el tratamiento con fototerapia, situando al bebé bajo unas luces especiales, y en casos poco frecuentes se prescribe el suministro de líquidos por vía intravenosa.

El área materno-infantil del Hospital Quirónsalud Marbella dispone de una Unidad Neonatal dotada con tres puestos de cuidados intermedios neonatales de última generación. En esta estancia, los progenitores tienen la posibilidad de visitar a sus pequeños sin restricción de horario ya la garantía de estar en un entorno sanitario de primer nivel.

Los casos de ictericia grave

Ahora bien, la ictericia grave del recién nacido puede ocurrir si el bebé si tiene alguno de los factores de riesgo y precisan mayor vigilancia:
• Prematuridad (debido a que su hígado no se ha desarrollado por completo), herencia genética (como la deficiencia de G6PD).
• Dificultad para alimentarse (la deshidratación incrementa los niveles de billirrubina).
• Vinculación familiar (mayor probabilidad si el hermano también la tuvo).
• Tipo de sangre (las mamás con sangre 0 o con factor de sangre Rh negativo pueden tener bebés con niveles más altos de bilirrubina).
• Ciertos medicamentos que se le hayan dado al bebé.
• Infecciones congénitas como rubéola, sífilis y otras.
• Enfermedades que afectan el hígado o las vías biliares, como la fibrosis quística o la hepatitis.
• Bajo nivel de oxígeno (hipoxia).
• Infecciones (sepsis).

Ictericia y lactancia materna

Por último, recordar que en bebes con lactancia materna lo habitual es que la ictericia dure en torno a un mes, o incluso a veces más; mientras que en aquellos que son alimentados por leche de fórmula, mediante biberón, el proceso suele desaparecer antes, y suele durar unas dos semanas.

Esto es así porque los bebes amamantados por sus madres suelen presentar ictericia entre otros puntos porque no les llega la suficiente leche materna, o si no mantienen un agarre correcto, de manera que las tomas son insuficientes.